Capítulo 26⁓Una y otra vez

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Maratón final 4/9


Los mejores amigos siguieron a BeomGyu compartiendo su silencio en todo momento. Ambos sabían que seguirían a su Omega hasta el fin del mundo. Kai había dejado de llorar con sonidos, pero seguían lágrimas cálidas cayendo por sus mejillas.

Al entrar al apartamento, repleto del aroma de malvaviscos, los Alfas pudieron al fin dejar fluir sus propios sentimientos en sus aromas, feromomas y cuerpos. Era su hogar aún si no lo era. Cualquier lugar, con el aroma de BeomGyu y su compañía, sería su lugar seguro; donde romper sus barreras.

El Omega caminó por su pequeño salón en círculos, sus manos en sus caderas mientras se detenía de golpe para fruncir su ceño y volvía a caminar, después se detenía de nuevo para arrugado su nariz y suspirar molesto; todo un círculo vicioso. Determinado, caminó hasta los Alfas y los condujo de la mano hasta su pequeño sofá de dos plazas donde los sentó juntos y él tomó posición ante ellos de rodillas.

Con las manos pálidas y temblorosas, por la rabia contenida, tomó el rostro de Tae entre sus manos. Los ojos del rubio estaban apagados, podría decirse que sin vida, viéndolo a él. Pero esos pequeños iris negros brillaban con el amor escondido del humano por BeomGyu y del Alfa por el Omega. Perfiló sus cejas claras, apretó en caricias con sus pulgares sus pómulos, recorrió sus labios con las yemas de sus dedos, bajó hasta cubrir su cuello y darle calor con sus manos temblorosas.

El rostro siempre impasible de Kang TaeHyun se contrajo, lágrimas saladas brotaron de sus ojos mientras su nariz se fruncía y volvía roja, de sus labios escapando pequeños sollozos. La pena abandonando su cuerpo por primera vez en la vida. Sí, su Omega era el único capaz de hacerle abrirse al mundo y respirar fuera de su jaula de joyas, dinero, trajes caros y el deber idiota de enorgullecer a sus padres.

BeomGyu giró entonces hacia Kai, copiando el gesto con Tae, para abarcar su rostro y secar sus mejillas húmedas. Sonrió conmovido, por los ojitos brillantes en lágrimas y la espesura de sus pestañas negras todas mojadas. Con la manga de su suéter limpió su nariz, dibujó el contorno de sus labios con su dedo índice y amplió su sonrisa cuando comenzó a dar caricias a su pecho en círculos. Kai soltó una dulce carcajada alegre. Sí, su Omega era el único capaz de hacerle feliz y reír cuando creía que podía morir de pena por ser la decepción de sus padres, ser una vergüenza de Alfa infantil y el hazmerreír de su casta.

-Lo he dicho de verdad. -Murmuró BeomGyu no queriendo romper el silencio entre ellos, la calma en la que Tae aún lloraba ligeramente y Kai reía suave. -Sois mis Alfas y no quiero que volváis a ver a esas personas horribles jamás. -Ambos mayores lo vieron fijamente. -Yo voy a ser vuestra familia, vuestra manada, y nunca estaré decepcionado de serlo. -Se acercó más a ellos, buscando su calidez. -Siempre vais a ser mi orgullo, por ser mi felicidad y amor... -Miró a Kai. -...quién me hace reír y jugar como un niño... -Miró a Tae. -...quién me hace ignorar las críticas y pensar antes de actuar.

-Por favor. -Dijeron ambos Alfas a la vez BeomGyu asintió, levantándose solo para tomar asiento como podía sobre ellos. Cada una de sus piernas flecionasa entre las contrarias y su trasero reposando sobre ambos muslos de los mayores unidos.

-Lo siento por haber tardado tanto. -Murmuró, inclinándose hacia Kai para dejar un pequeño beso en sus labios y después proceder a hacer lo mismo sobre los de TaeHyun.

Sus respiraciones detenidas, sus lobos gruñendo complacidos y aullando al pedir más. Tae lo besó más profundo esa vez, tomándose su tiempo para degustar sus labios antes de introducir su lengua en su boca y jugar con la contraria. Kai fue hacia el cuello expuesto del Omega, olisqueando y lamiendo en él. Cambiando posiciones entre los Alfas para poder ser ambos los que dominaban la boca del menor.

No pasó mucho tiempo antes de que Beomgyu comenzara a frotarse sobre los muslos musculosos bajo su trasero que expulsaba lubricante. El aroma de este haciendo gemir a ambos Alfas. Cuando las ropas cayeron al suelo, junto a ellos sobre la alfombra, BeomGyu quedó expuesto y sumiso bajo dos grandes cuerpos que succionaba sus pezones con ahínco sacándole gélidas agudos y altos.

Llegado el momento en que los Alfas lo habían delatado con sus dedos en conjunto, estos se vieron a los ojos lamiendo el lubricante de estos y sus iris brillaron en rojos. BeomGyu sintió la lujuria y el deseo creer en él mientras se retaban con la mirada. Finalmente rio, incapaz de creer la química y buena relación entre sus Alfas, al tomar una decisión de ser el dominante y primero aquella vez de una manera ciertamente absurda e infantil. Jugaron piedra, papel o tijera, con los dedos aún embadurnados en lubricante, para decidir quién entraría primero en BeomGyu.

Kai, que resultó ser el ganador, apartó a TaeHyun y se colocó entre sus piernas. Cuando comenzó a enterrarse en él expandiendo sus paredes, BeomGyu le pidió a su otro Alfa que lo besara. Los labios fríos de TaeHyung calentaban su corazón mientras los empujes suaves, pero profundos, de Kai le hacían gemir roto en la boca del rubio.

Tae fue apartado cuando el cuerpo de BeomGyu comenzó a contraerse, Kai se inclinó sobre él y clavó sus colmillos en el instante justo en que se derramó dentro de su Omega y este tuvo su orgasmo. BeomGyu aún temblaba y trataba de bajar de la nube de la satisfacción cuando Kai salió de él y Tae entró de sopetón.

Gritó, sobre estimulado, con los empujes rápidos y furiosos de Tae en su interior. Kai se tumbó junto a él en el suelo alfombrado y lamió la reciente marca en su cuello llevándolo a otro orgasmo culposo y lleno de temblores cuando Tae se corrió con fuerza y en ráfagas en su interior. Otro ardor recorrió su sistema cuando los colmillos de Kang se clavaron junto a los de Kai.

De ojos cerrados, respiración fuerte y alterada, cuerpo lánguido pero con temblores repentinos, BeomGyu sintió a la perfección como el lazo de creaba bajando desde su marca de aroma mordida doblemente hasta su pecho. El campo astral de su lobo se iluminó dejando que el Omega de peleja negro se reuniera con el Alfa del mismo tono y el Alfa rubio. Los tres espíritus animales jugando entre ellos entre lamidas y revolcones por el páramo al reencontrarse después de años separados.

Cuando BeomGyu abrió sus ojos, Tae y Kai estaban sentados girados hacia él, viéndolo fijamente. Los siglos de amor compartido, entre dolor y perdidas, brillando y nadando entre sus recuerdos compartidos de esta vida y las pasadas. Ambos fueron a hablar, siendo interrumpidos por el torpe y cansado ponerse en pie de BeomGyu.

Las piernas del Omega aún temblaban, pero ambos mayores le ayudaron sin dudar para acompañarlo en silencio hacia donde fuera que quisiera ir. Fue maravilloso sentir el calor de la piel desnuda contraria junto a la suya, mientras BeomGyu golpeaba la pared de su cocina y gritaba a todo pulmón hacia su vecino sabiendo que, al otro lado de la pared, estaba el cuarto de uno de sus mejores amigos.

-¡Park Jimin, te amo por lograr traernos de vuelta una y otra vez!

Nota Autora: En Eterna Manada simplemente quise escribir lo que necesitaba leer. Estaba modo tóxica y dramática en extremo, quien lee mis historias sabe bien que soy así y adoro el caos, entonces creé la vida de mierda de JeogIn. En un inicio pensaba hacer a JeogIn un rencarnado renegado, uno que nunca había tenido destinado porque HyunJin nunca llegaba a nacer. Después me enamoré de la idea de que fuera creado para HyunJin, porque me enamoré de él y comprendía el horrible sentimiento de ser querido en tu familia pero a la vez sentir que no perteneces en ella... en ningún lugar.

Simplemente Eternos ~ KookMin ~ Tae-Kai-Gyu ~ HyunIn ~ OmegaverseWhere stories live. Discover now