La Madre Luna, ese ser superior que enlazaba y trazaba los caminos de los licántropos con la ilusión y fascinación de verlos enredarse y crear nuevos lazos... ¿Nuevos? Lo que la Madre Luna más amaba era volver a reencontrar Destinados.
Varias década...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Los trabajadores de la empresa de pudieron dar cuenta, hasta algunos alumnos lo hicieron, pues ver a los nuevos y únicos Alfas de la institución correteando tras tres Omegas era de más esclarecedor. Principalmente porque era común viendo a JungKook con Jimin, incluso algunas personas juraban haberlos visto de la mano por los pasillos.
Por otro lado estaba el chico rubio de cabello largo y Alfa que correteaba alrededor de JeongIn. Al más joven Omega jefe se le veía reír y hablar con él, pero cuando HyunJin se quedaba de más viéndolo o se acercaba hasta rozar mínimamente sus hombros, era natural ver a JeongIn esquivarlo y poner un semblante serio que marcaba una distancia.
Y para finalizar, estaban esos dos Alfas amigos que literalmente parecían suplicar atención a BeomGyu. El Omega pelinegro solo hablaba con ellos en si despacho o clases, después abría la puerta y salía a esperar en su pasillo a que las horas pasaran. No estará trabajando en sus horas laborales le estaba pasando factura ya que debía hacer ese trabajo de oficina en casa y terminaba durmiendo escasos tres o cuatro horas.
Jimin le había reclamado que no fuera idiota, que no actuara infantil huyendo de ellos cada vez que intentaban iniciar una conversación más personal y menos profesional con él. Pero JeongIn le abría apoyado, diciendo que comprendía la magnitud de los sentimientos encontrados además que sumado a que Beomgyu tenía dos, dos malditos Alfas detrás suyo y que eran suyos.
El pobre chico aún se sentía incapaz, no tenía valor, y no se avergonzaba de aceptarlo a sus amigos que al final le dijeron estar a su lado sea cual sea su decisión y cagadas. Pero Tae y Kai opinaban diferente y se lo hicieron saber un día cuando lo acorralaron en su despacho.
-¿Qué hacéis? -Preguntó tartamudeando Beomgyu al verlos cortar su paso a la salida del despacho para dirigirse a casa.
-Tú y yo tenemos que hablar. -Inició Kai dejando mostrar su aura dominante y rostro serio. -Bueno, tú y nosotros. -Y esa se vino a abajo haciendo a Beomgyu elevar una de sus cejas con incredulidad.
-Mira chicos, yo realmente no tengo tiempo para esto. -Excusó cruzando sus brazos. -Debo llegar a casa para terminar las proyecciones para mañana y...
-¿Y por qué tienes que ir a casa a hacerlas? -Preguntó notablemente molesto Kai, sus gestos corporales mostrando sus nervios ansiosos. -Porque haces todo lo posible por no estar con nosotros durante el día y corres lejos en cuanto tienes oportunidad.
-No tengo porqué responder a eso. -Se quejó el Omega dando pasos hacia ellos de nuevo, tratando que con su caminar decisivo se hicieran a un lado.
-Claro que tienes. -Demandó Kai, BeomGyu miró de soslayo a Tae el cual se había mantenido en silencio en todo momento. Kai era demasiado parlanchín y extrovertido, así como él mismo lo era, y Tae demasiado callado y reservado, así como Beomgyu sabía que debía ser algunas veces para tener algo de calma en su propio sistema. La paz que sentía con TaeHyun y la euforia que sentía con Kai siempre le chocaban y hacían reafirmar que ambos eran suyos, sus Alfas. -Merecemos al menos una explicación de porqué nos rechazas...
La voz del Alfa más joven se quebró, BeomGyu juraba estar viendo un bebé que era alejado de su juguete favorito como si aquel fuera el tesoro que escondía el secreto de la vida. Sus ojos rasgados viajaron de nuevo al Alfa más mayor que se apartó de su camino solo para poder contener a Kai entre sus brazos.
BeomGyu tragó saliva en seco, su lobo le estaba gruñendo y riñendo así por haber herido a uno de sus Alfas hasta hacerlo llorar. La mirada de rabia profunda que le dedicó Tae cambió a una de dolor y cariño cuando conectó mirada con Kai. Allí había amor, un amor no romántico, uno tal vez de hermandad y amistad profunda, no había deseo carnal y sexual, pero había un amor idílico entre ambos Alfas mientras el mayor sonreía limpiando las lágrimas del menor.
-No vuelvas a hacerlo llorar, por favor. -Habló al fin TaeHyun. -Cuando Kai llora puedo jurar que mueren ángeles. -El nombrado sonrió de lado y escondió su rostro en el cuello de su mejor amigo de la infancia.
-Yo... -Dijo anonadado por la reacción de ambos Alfas entre sí, algo que jamás esperó sinceramente, y por el propio pesar que aquello le provocaba a su pecho animal y humano. -Necesito tal vez algo más de tiempo para empezar con... -Ambos se giraron a verlo con ansiedad y el brillo de la ilusión en sus ojos. -Prometo no huir más, pero no me presionéis; por favor.