La Madre Luna, ese ser superior que enlazaba y trazaba los caminos de los licántropos con la ilusión y fascinación de verlos enredarse y crear nuevos lazos... ¿Nuevos? Lo que la Madre Luna más amaba era volver a reencontrar Destinados.
Varias década...
Jimin mantenía su ceño fruncido, sus ojos fijos en los papeles entre sus manos. Como odiaba cuando sentía que no podía hacer nada por las personas que acudían a él en busca de ayuda. Su propio lobo gruñó frustrado.
Unas grandes y fuertes manos abarcaron por completo sus hombros encogidos y comenzaron a destensarlos con un masaje suave en ellos. El aroma que adoraba de JungKook lo rodeó más fuerte ale ste expulsar sus feromomas para calmarlo.
Con un suspiro se inclinó hacia atrás en su silla de escritorio, dejando los papales sobre la superficie de madera y recostando su cabeza en el abdomen fuerte y duro de JungKook. Sus ojos se cerraron disfrutando más de las caricias que comenzaron a descender hacia su pecho de modo inocente.
JungKook sonrió, bobo y enamorado de Jimin, inclinándose para poder besar sus mullidos labios a la inversa y en esa incómoda postura. Jimin abrió sus ojos justo cuando el Alfa se alejó de él.
-Encontrarás la solución. -Murmuró el pelinegro.
-La encontraremos. -Sentenció, haciendo a JungKook sentir el mayor de los orgullos propios porque le incluyera.
Nadie solía confiar ni contar con su opinión, nadie creyó en su decisión de estudios y trabajo a futuro. Sin embargo allí estaba Jimin, su Omega al que había conocido hacía pocas semanas, creyendo, confiando y contando con él desde el principio.
Solo los afortunados que llegaban a encontrar a sus destinados podían experimentar y sentir ese gran amor idílico y real como ellos lo hacían. Bastaba una mirada para adorar el físico contrario, una inhalación para amar el espíritu lobo del contrario y unas palabras para enamorarse de la forma de ser del contrario.
Indicados.
-¿Quieres que vaya a por un café a la cafetería? -Jimin negó poniéndose en pie frente a él y rodeando sus hombros.
-Iré yo. -Susurró pegando sus pechos, poniéndose de puntillas y rozando sus labios. -Me vendría bien salir aunque sean unos minutos.
JungKook asintió dándole otro beso y dejándolo marchar sin saber lo que se avecinaba.
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Cuando Jimin habló sobre cualquier tontería como el tiempo o que deseaba ir al cine ese fin de semana con la chica Omega de la cafetería todo pareció más relajado y feliz a su alrededor. Fue bueno desconectar.
Decidiendo tomar una bocanada de aire fresco antes de volver a su despecho, salió por la puerta principal del edificio y dio un largo sorbo a su café con leche. La presión constante de unas miradas en él le hicieron mirar a su costado.
-¿Necesitan algo? -Preguntó a la pareja mayor que lo miraban con curiosidad. Ambos adultos lo volvieron a examinar hasta que la Omega pareció caer en algo por su propia cuenta.
-¿Eres el jefe de mi hijo? -Jimin, tras escuchar esas palabras, vio el parecido innegable y mestizo de ambos en su Alfa. El hombre tenía el cabello negro y una gran nariz mientras la mujer tenía grandes ojos y labios finos rosados.
-Oh, son los padres de Kook. -Comenzó a sonreír ante de recibir una cortante réplica.
-JungKook. -Corrigió el hombre. -Su nombre es JungKook. -¿Qué clase de padres no tenían un diminutivo o apelativo cariñoso hacia su único hijo?
-¿Lo están buscando? -Preguntó en cambio. -¿Ha pasado algo? ¿Necesitan que vaya a buscarlo?
-En realidad nos viene bien encontrarte a ti. -El tono despreocupado, pero conciso del Alfa, hizo al lobo de Jimin comenzar a removerse con incomodidad.
-Sí, queremos pedirte un favor. -Sonrió la mujer. Una sonrisa tan falsa que le hizo apretar sus propios dientes.
-Claro, díganme. -Pidió, forzando el mismo nivel de sonrisa falsa que la Omega pero la suya siendo mucho más real. Era la práctica, fingir una sonrisa puede engañar hasta al más experto de los mentirosos.
Sin embargo, aún si la sonrisa de quedó plantada en su rostro, sus ojos brillaron con la incertidumbre ante la siguiente pregunta del padre de JungKook.
-¿Podrías despedir a JungKook?
❤️❤️❤️
Nota: he vuelto con un pequeño maratón KookMin para el bien de nuestra salud mental ❤️
