La Madre Luna, ese ser superior que enlazaba y trazaba los caminos de los licántropos con la ilusión y fascinación de verlos enredarse y crear nuevos lazos... ¿Nuevos? Lo que la Madre Luna más amaba era volver a reencontrar Destinados.
Varias década...
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YeonJun, que descansaba sobre su sofá y teniendo a su novio en su regazo, miraba fijo a sus dos amigos cenar en completo silencio. El grupo de cuatro amigos se habían conocido ante la búsqueda insaciable de un piso a compartir para su estadía universitaria. La suerte de TaeHyun y Kai fue encontrar a una pareja de Alfa y Beta que recibían constantes rechazos para comprar su piso solo por se runa pareja, las personas no querían interponerse o ser parte de los problemas de una relación.
Sin embargo a ambos mejores amigos Alfas no les importó cunado conocieron al adorable y simpático SooBin, que casó rápidamente con Kai, y al serio pero alegre YeonJun, que encajó a la perfección con TaeHyun sin complicaciones. Ahora, años después y una vez los Alfas graduados, seguían compartiendo el mismo apartamento.
-Yo también estoy preocupado. -Susurró Soobin al oído de sus novio. -Tae ha sido el único en hablar y eso da miedo. -YeonJun rio estando de acuerdo con su Beta. Tener a un Kai callado y a un TaeHyun hablador era cuanto menos escalofriante.
-Chicos. -Llamó a la pareja de mejores amigos de la infancia. -Si la entrevista ha ido bien, ¿qué es lo que asa? ¿Habéis peleado? -Preguntó YeonJun acomodando mejor a SooBin sobre sus piernas para que también pudiera ver de frente a los contrarios que cenaban sobre la isla de la cocina.
TaeHyun miró a su hermano de distinta sangre, las mejillas pálidas de Kai se colorearon y su mirada cayó a su plato medio lleno de ramen. Sabía lo que pasaba, ambos lo sabían.
-Kai. -El llamado murmuró al llamado del rubio. -No pasa nada. -El pelinegro lo miró con curiosidad en sus iris brillantes. -No tengo problema en compartir al señor Choi contigo, no si es contigo. -Los ojos brillantes de Huening Kai se cristalizaron.
-Yo tampoco. -Afirmó con una sonrisa temblorosa. -Pero me da miedo que él no nos acepte por ser dos. -Señaló amaos. -¿Y si él quiere escoger?
-No lo hará. -Negó rápido y decidido TaeHyun. -Lo nuestro estaba escrito, lo de los tres, seamos tres.
Kai asintió débilmente, lágrimas cálidas comenzando a bajar por sus pálidas mejillas. TaeHyun se alejó de la barra alta y abrió sus brazos en una clara invitación que Kai aceptó rápido y sin rechistar. Corriendo levemente llegó a los brazos del rubio y se refugió entre estos anclando su nariz al foco de aroma a madera del mayor por meses de ambos. Tae inhaló el aroma a pino de su mejor amigo en su cabello y besó en este con cariño y protección innata.
-¿Alguno me puede explicar qué pasa? -Cuestionó SooBin repentinamente aún más preocupado.
-Si hay algo que podamos hacer, decírnoslo. -Pidió YeonJun. Kai sorbió su nariz y negó aún sobrecogido, su lobo ronroneando ante las caricias de los labios de TaeHyun en su frente.
-Ambos somos destinados del mismo Omega, uno de nuestros jefes.
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Cuando HyunJin llegó a casa esa noche se encontró la típica escena de su hogar. Sus padres no estaban, seguro tenían guardia en el hospital. Sus hermanas mellizas, que eran gemelas entre ellas, y su propio hermano gemelo estaban en la habitación de estudio que sus padres habían mandado reformar cunado los tres decidieron entrar en la universidad. Sí, los tres, porque la decisión de HyunJin, su sueño de ser Auror, no fue tan importante como la de sus hermanos de ser médicos.
-¿Ya has vuelto? -Preguntó Yae alzando la vista y sonriendo somnolienta. HyunJin murmuró un casi inaudible "sí".
-¿Y qué tal ha ido? -Preguntó seguido YeJi, su cabello rubio atado en un alto moño desaliñado.
-Conseguí el puesto de pasante. -Informó recargándose sobre el marco de la puerta. Sus hermanas sonrieron amplio y aplaudieron felices yendo sin dudar a abrazarlo.
-¡Enhorabuena! -Habló su gemelo, Jinnie, cuando se alejaron sus hermanas y él estaba plantado ante él en su campo de visión. Con amor incondicional lo arropó entre sus brazos y besó varis veces seguidas sus mejillas. -Estamos orgulloso de ti HyunJin.
Si tan solo, si esas simples palabras que sabía que eran sinceras de sus hermanos, se las pudiera creer y vinieran de otras voces todo sería más feliz y más fácil para Hwang.
