La Madre Luna, ese ser superior que enlazaba y trazaba los caminos de los licántropos con la ilusión y fascinación de verlos enredarse y crear nuevos lazos... ¿Nuevos? Lo que la Madre Luna más amaba era volver a reencontrar Destinados.
Varias década...
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Despertar nunca se había sentido tan extraño para JeongIn, tan maravillosamente extraño hay que especificar. Viendo a HyunJin abrazado a él, escondiendo su rostro en su cuello y hecho bolita contra él como si fuera un lindo cachorro casi lo mata de amor y ternura. Con una sonrisa boba se levantó, teniendo cuidado de no despertarlo, y miró la hora en su teléfono móvil. No tenía ninguna cita hasta pasadas las 11 de la mañana así que aún tenía tiempo de preparar el desayuno al mayor y comerlo juntos.
Dejando a HyunJin en la cama salió descanso y con pasos suaves hacia el pasillo oscuro de la casa. Acercándose a las escaleras la luz del sol naciente entraba por el ventanal de la sala de estudio de los gemelos mellizos. No pudo evitralo, por simple curiosidad entró. Papeles que eran apuntes, libros de medicina, esquemas, fotografías y posters de lo mismo en tres diversos escritorios; el cuarto, el más alejado de la puerta estaba vacío con solo dos libros de Aurores sobre él.
Suspirando dolido, por el dolor que pudo sentir la noche anterior en su mate, bajó las escaleras en busca de la cocina. Al entrar a esta rebuscó tranquilo en la nevera y armarios sabiendo que ni HyunJin ni sus futuros cuñados le dirían algo.
-Cuñados. -Dijo en voz baja sornienso con anhelo, eso sería maravilloso. Cuando fue a dejar las tostadas con miel y azúcar sobre la mesa de la cocina fue que se encontró de frente con alguien que no había sentido llegar por la profundidad de sus pensamientos positivos y futuristas en familia. Su mente había viajado al hecho de que sus cuñados y su hermano Jisung se conocieran y todos formar un gran ambiente hogareño y feliz.
-¿Quién eres tú? -Un hombre de porte serio y voz ruda le preguntó de sopetón. JeongIn tragó saliva mientras se maldecía por no haber pensado en la posibilidad de encontrarse a los padres de HyunJin.
-Yang JeongIn, mucho gusto señor Hwang. -El hombre no respondió su saludo, solo se le quedó viendo fijamente. Su mujer hizo acto de presencia poco después de unos segundos de intenso e incómodo silencio.
-¿Y tú quién eres? -JeongIn comprendió entonces que esas personas no eran fáciles de agradar por muy educado y encantador que él sabía era. -No eres el Omega de ninguno de mis hijos. -Dijo la mujer arrugando su ceño, JeongIn asintió tratando de reflejar tranquilidad.
-Sí lo soy. -Dijo con convicción.
-No, no lo eres. -Rebatió la mujer decidida.
-Felix, BangChan o Lia son los Omegas de mis hijos. -Repuso el hombre señlándolo con desprecio.
-Si me dejan hablar podría decirles que tienen un hijo más por si lo han olvidado. -Rebatió chulesco, pero sonando calmado y relajado. El matrimonio lo miró con sorpresa por su descaro y abrieron sus bocas dispuestos a protestar.
-Es mi Omega, es mi Omega. -Decía en bucle HyunJin, llegando corriendo hacia ellos y pasando de largo a sus padres para abrazarse a JeongIn inclinando su cuerpo hasta quedar su nariz pegada al cuello del menor.
Los hermanos mellizos y gemelos llegaron también a trompicones por el pequeño barullo en la planta baja de su casa. No es como si hubieran alzado la voz, pero tampoco se habían preocupado de mantenerla baja. JeongIn rodeó los hombros de su Alfa y besó su cabello rubio despeinado para calmarlo.
-Si él es tu Omega como tú dices... -Inició la madre de HyunJin. -...¿por qué actúas tú como uno? -El rubio se tensó bajo el abrazo de su chico, sintiendo de nuevo ganas irremediables de llorar.
-No puede hacerlo, siempre ha sido un llorón. -Expuso su padre con mofa, HyunJin quería morirse de la vergüenza. JeongIn mordía su labio inferior callando al demonio que quería escupir veneno hacia esos seres que se consideraban padres.
-Mamá, papá, por favor. -Intervino Jinnie tratando de apaciguar las aguas.
-De por favor nada. -Respondió su madre.
-Está claro para todos que no es muy inteligente, pero comportarse de eso modo es... -Las palabras víboras del Alfa patriarca Hwang fueron interrumpidas por un fuerte gruñido animal. Todos los presentes miraron asombrados al Omega que había tenido la fuerza y valor de gruñir e imponerse a un Alfa.
-¿Comportarse como? -Preguntó JeongIn con la vista fija en el hombro, sus ojos brillando en el azul propio de su animal. -¿Cómo un ser humano al que se le negó cariño maternal y paternal incondicional desde que decidió no seguir sus estúpidas normas? -Escupió con frustración en su tono de voz. -Y déjeme corregirle en algo que debería aprender de una puta vez. -Los hermanos se movieron con nerviosismo por la cocina sin saber bien si debían intervenir o no en la disputa, mas JeongIn estaba tan seguro y recto en su lugar que llegaba a imponerles a ellos también. -Tal vez usted y su esposa tan grandes cirujanos reconocidos, y eso tiene su mérito, pero a diferencia de HyunJin, que es Auror, ustedes solo saben curar el cuerpo humano; él sabe curar el alma animal y humana. -Señaló a ambos padres con desdén. -Ustedes memorizan datos, él siente y proyecta emociones. Déjeme dudar de quién es más inteligente o asombroso aquí.
-Quiero que te largues de mi casa. -La voz ruda y neutra, solo con matices de rabia y humillación hicieron eco en la casa de los Hwang. JeongIn sonrió de lado y soltó su abrazo con HyunJin.
-Con mucho gusto el no tener que verles más la cara. -Dijo pasando de largo a los adultos, encaminándose al cuarto donde estaban sus zapatillas para colocarlas con rapidez. Unos brazos envolvieron su cintura y un ancho pecho se pegó a su espalda.
-No te vayas. -Pedía HyunJin haciéndolo dudar solo unos segundos. Pero él sabía, que quedarse allí en ese momento, solo iniciaría una situación peor.
-Alfa lindo y bueno. -Le llamó, girando aún entre sus brazos para rodear él su cuello y verlo a los ojos cansados y tristes. En HyunJin brillaba un halo de felicidad, orgullo y amor hacia él mezclado con la pena y vergüenza hacia sus padres. -Descansa por hoy, mañana quiero verte siendo mi perfecto compañero Auror; ¿está bien? -Sonrió dando caricias con su nariz a la contraria, el mayor asintió débilmente. -No te alejes de tus hermanos, estoy seguro de que ellos cuidarán de ti.
HyunJin volvió a asentir, sonriendo poco a poco y haciéndolo al fin amplio y relajado cuando los finos labios de su Omega hicieron una extensa pero pura presión sobre los suyos como despedida.
🍃❤️🍯
Nota: HyunJin es una masita, ¿por qué? Porque necesito a un Alfa adorable y dulce y que en esta vida JeongIn sea el Omega fuerte, independiente y decidido a defenderse a él y los suyos que en la pasada no pudo ser. Nos leemos la semana que viene.