La Madre Luna, ese ser superior que enlazaba y trazaba los caminos de los licántropos con la ilusión y fascinación de verlos enredarse y crear nuevos lazos... ¿Nuevos? Lo que la Madre Luna más amaba era volver a reencontrar Destinados.
Varias década...
-Entonces. -Insistió el hombre ante el silencio de Jimin. -¿Podrías despedirlo?
-¿Perdón? -Logró articular, recuperando su apariencia de compostura relajada. -Creo que no lo he entendido.
-A ver, no me malinterpretes, pero este trabajo está bien para los Omegas. -Luna, solo había iniciado y Jimin ya quería hacerle un nudo en las bolas de Alfista que tenía ese hombre. -¿Pero un Alfa siendo Auror? -Chistó, como si aquello fuera rodículo. -Por favor.
-¿Lo está diciendo en serio? -Se atrevió a preguntar para cerciorarse. Una pequeña parte de él estaba esperando que fuera una broma o algo así. Tal vez una prueba de sus suegros para él.
-Es obvio que un Omega es más comprensivo, relajado y tranquilo para poder conectar con la madre Luna. -Que asco estaba sintiendo, esa mujer era una Alfista ridícula desperdiciando hasta a su propia casta. Era como decir que los Omegas debían quedarse en casa y cuidar de los niños. -Sobretodo por el hecho de que ellos serán los padres embarazados o embarazadas, viene en su sistema.
-Mi hijo no debería si quiera haber estudiado aquello. -Sus ojos almendrados fueron entonces, de juzgar a la mujer, a hacerlo con el hombre. -Fue una perdida de tiempo, al igual que ahora, trabajar aquí lo es.
-Él debe seguir el negocio familiar de mi esposo. -Apuntó la mujer.
-Necesito que JungKook sea el Alfa que nació para ser y... -Hasta ahí había llegado. Interrumpió a su suegro con una carcajada alta, aguda e increíblemente formada.
-Lo necesita. -Repitió todavía riendo falsamente. -Usted es su madre y usted su padre. -Los señaló uno tras otro. -¿No les duele destrozar los sueños de su hijo? -La situación había cambiado tan drásticamente. Al inicio ellos eran los que sonreían y Jimin el sorprendido, ahora era al contrario. -Perdón por lo que voy a decir, pero son unos idiotas.
Ante ellos, sus caras estupefactas, bebió el café de un trago y tiró con fuerza y rabia contenida el vaso de cartón a la papelera para entonces entrar de nuevo a su empresa.
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JungKook dejó de escribir en su móvil a NamJoon, su mejor amigo desde la infancia, y el cual lloró como bebé cuando se enteró de que Kook había encontrado a su destinado. Cuando el pelinegro con aroma a césped recién cortado fue a casa de su Hyung el fin de semana pasado fue un caos tremendo.
NamJoon hacía poco que se había casado con su Omega, aún menos tiempo hacía desde que SeokJin estaba en cinta. El cachorro nacería pronto y JungKook tan solo fue a llevar regalitos a su sobrino postizo por venir, cuando NamJoon se lanzó sobre él olisqueándolo de forma descarada. En JungKook había un claro aroma dulce de algodón de azúcar de un Omega.
Ahora, días después, NamJoon seguía reclamándole que quería conocer al chico de sus sueños. JungKook suspiró sonriente al saber que sí, Park Jimin, era el chico de sus sueños. El aroma agrio entró a la par que el pequeño cuerpo del Auror rubio volvía a su despacho.
-¿Qué ha pasado? -Preguntó al instante, poniéndose en pie y yendo hacia él. -Mochi, por favor, dime algo. -Acunó su rostro pequeño entre sus grandes manos.
-¿Mochi? -Preguntó el apodado sintiendo a su lobo revolverse.
-Mochi, Mimi, mi vida, mi amor, mi Omega... -Comenzó a enumerar, con cada segundo apretando más y más su mandíbula. -Dime que ha pasado porque te juro que mi lobo se está volviendo loco por defenderte o protegerte y necesito calmarlo.
-Yo... -Susurró rodeando la cintura estrecha de Jeon. -Me gustaría no contártelo, pero debo hacerlo. -Confesó. -Quiero que haya siempre confianza y sinceridad entre nosotros.
-Me estás asustando. -Murmuró bajando sus manos de sus mejillas a sus hombros.
-Me he encontrado con tus padres en la puerta cuando he salido a tomar aire. -La mirada brillante entre anhelo, lamento y rabia, le hizo saber a JungKook que Jimin no quería decirle nada por miedo a que él sufriera. Cerrando sus grandes ojos unos segundos, tomó una profunda respiración antes de inclinarse para poder estar frente a frente con Jimin.
-¿Qué te han dicho? -Por la Luna, él había sido cuidadoso, ellos no podían saber de Jimin. ¿Verdad?
-Querían que te despidiera porque este es un trabajo de Omegas. -El miedo irradiando con amargura en su aroma de chocolate en Jeon.
-¿Y qué les has dicho tú? -Pregunta alejando sus manos del tacto de Jimin, echando un paso atrás.
Al Omega le bastó una simple mirada, una ojeada la postura tan decaída de golpe de su Alfa. Hacía unos minutos, cuando creía que habían herido a su Omega, estaba enfadado y dispuesto a atacar. Ahora, que lo estaban dañando a él mismo y temía ser aún más perjudicado por Jimin, se mostraba cohibido, pequeño, desprotegido e inseguro.
El lobo de Jimin era el molesto ahora. Nadie, nunca jamás, tendría la capacidad u oportunidad de herir a su compañero mientras él estuviera allí.
-Que son unos imbéciles. -Gruñó. Sonando agudo y como gravilla, por la ligera presencia del animal Omega, en los iris con reflejos azules de Jimin.
JungKook alzó el rostro viendo a su mate a los ojos, sintiendo la calidez de su amor por él y su sobreprotección innata y primitiva. Jimin llegó de nuevo a él, empujando su ancho y fuerte pecho con sus ambas manos hasta que el trasero de Jeon chocó contra el escritorio del rubio. Con un simple gesto de sus ojos, de nuevo almendrados, Jimin le indicó que se sentara sobre el escritorio. Una vez hecho, abrió las largas y musculosas piernas del pelinegro y se coló entre ellas. De aquel modo, en aquella posición, la altura de Jimin era mucho más alta y pudo llevar con sencillez el rostro de su Alfa a su pecho.
-No necesitas la aprobación de nadie para ser tú mismo, Kookie. -Los dedos de Jimin se enterraron en la cabellera oscura, pasando sus yemas como caricias reconfortantes en el cuero cabelludo. Jeon nunca había sido acariciado con tanto amor y devoción. -Tú eres el único con derecho de trazar tu camino, nadie puede juzgarlo. -Besó sobre su coronilla. -No sé si esto te sirva de algo, pero yo estoy muy orgulloso de ti.
❤️❤️❤️
Nota: básicamente, en estos cuatro capítulos, se expone el final del KookMin. Recuerdo que dije que esto era como un epílogo largo, osea que será una historia corta solo porque echaba de menos a estos personajes ❤️