¿Qué pasa si Izuku nunca creció con una familia amorosa? ¿Qué pasa si fue criado por un ex asesino a sueldo y mercenario? Sigue cómo este joven (pero mortal) mercenario regresa a Japón después de muchos años mientras intenta vivir una vida normal qu...
<Así que chico problemático... ¿qué te hizo traernos aquí? Si bien creo que la villa de tu padre es un lugar que vale la pena visitar, preferiría estar durmiendo en mi único día libre> se quejó Aizawa
Era un domingo, cuando Izuku invitó a todo el personal a la villa de su padre, el enorme recinto, cuyo tamaño era igual al de Endeavour, estaba completamente intacto desde que Izuku se fue de Japón.
Sin embargo, a su regreso, al retomar sus asuntos familiares, eso también implicó regresar a la casa de su infancia.
El adolescente permaneció en silencio, mientras les indicaba que lo siguieran adentro.
A pesar de haber estado abandonado durante aproximadamente 9 años, los jardines de estilo japonés alrededor de la casa estaban impecables, como si un jardinero profesional los cuidara las 24 horas del día, los 7 días de la semana, incluso los koi dentro del estanque se veían bien alimentados.
Todo gracias a innumerables bots que Hisashi Midoriya hizo y programó él mismo.
Al entrar, se sobresaltaron cuando una voz robótica femenina los saludó.
<Bienvenido de nuevo Izuku>
Izuku se quedó allí, antes de lanzar una mirada y susurrar.
<Hola de nuevo Pandora>
Sacándose los zapatos y poniéndose un par de pantuflas antes de pisar los pisos de tatami, le indicó al personal que hiciera lo mismo señalando un gabinete.
Después de eso, lo siguieron a lo que parecía una sala de estar de estilo japonés, donde había un chabudai (mesa con patas cortas) en el medio rodeada de zabuton (almohadones rojos delgados para sentarse).
Ignorando las miradas confusas, levantó las manos y aplaudió.
Tan rápido que una persona normal pensaría que solo aplaude rápidamente, pero para los héroes sonaba como el código Morse, pero era tan rápido que no podían discernir las letras o los números.
Casi de inmediato, el tatami debajo de la mesa se hundió con él y luego se deslizó hacia atrás hasta un compartimiento que acababa de abrirse, revelando una escalera oculta.
Aún asombrados, los profesores siguieron a Izuku.
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A medida que avanzaban, las luces comenzaron a encenderse automáticamente, siguiendo su ritmo, hasta que se encontraron frente a lo que parecía un enorme hangar subterráneo.
Cuando se encendieron las luces, empezaron a ver que estaba dividido en nueve bloques, en una formación de 3X3, cada uno con unas instalaciones diferentes.
El más notable era el bloque en el medio, donde se podía ver el aerodeslizador de Izuku, en lo que parecía una plataforma donde despegaban cohetes y, a juzgar por las marcas abrasadoras, era donde Hisashi solía despegar.
