Renacimiento de la Reina del Apocalipsis: ¡De rodillas, joven emperador!

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Capítulo 157: Volviendo a ver al Loto Blanco Jiao

Pero después de mucho tiempo, los ojos del joven volvieron a la normalidad. Eran brillantes y claros como si todo fuera una ilusión.

Gao Yuan no se había subido al auto. Miró con duda a la joven que estaba delante y preguntó cortésmente: "Jovencita, ¿algo pasa?"

Qin Jiaojiao no respondió a la pregunta de Gao Yuan. Sus ojos brillaron cuando miró al apuesto joven frente a ella.

Qin Jiaojiao no esperaba tener tanta suerte de conocer a Qin Yi aquí.

Qin Jiaojiao lo pensó y una dulce sonrisa apareció en su rostro inconscientemente, su voz era tan suave que le puso la piel de gallina. "Hermano mayor Qin Yi, ¿por qué estás aquí también? Qué casualidad."

El noble joven extendió la mano y arregló la esquina de su camisa mientras respondía con frialdad: "Tía, ¿tienes amnesia? Ya dije que no te conozco. Por favor, no me llames simplemente tu hermano mayor".

La sonrisa en el rostro de Qin Jiaojiao se congeló, luego miró a Qin Yi con tristeza. "Hermano mayor Qin Yi, ¿hay algún malentendido? No hay nada entre mi hermano mayor Zheng Zhong y yo. Solo somos amigos normales".

Qin Yi se burló; sus claros ojos de fénix se volvieron muy vívidos como si los blancos se tiñeran repentinamente con un color rojo fresco. Fue tan intenso que nadie pudo ignorarlo.

Cuando Zheng Zhong, que se acercó corriendo, escuchó lo que dijo Qin Jiaojiao, pareció molesto y su sonrisa desapareció.

Cuando vio la apariencia desenfrenada del joven que era como el fuego más ardiente, ¿cómo pudo contener los celos en su corazón?

Zheng Zhong no entendía por qué Jiaojiao todavía se sentiría tan atraída por ese mocoso que la hizo llorar ese día. Este mocoso debe haberla seducido.

Con ese pensamiento, Zheng Zhong odiaba aún más a Qin Yi. La idea de tratar de llevarse bien con Qin Yi había desaparecido sin dejar rastro: esta persona era tan molesta como Yun Huan.

Qin Yi no podía molestarse con Qin Jiaojiao. Acarició a Xiao Lan, que se estaba inquietando sobre su hombro y se subió al auto.

Cuando Qin Jiaojiao vio que Qin Yi se iba, se angustió y quiso seguirlo. En su opinión, Qin Yi todavía estaba celoso; de lo contrario, ¿por qué Qin Yi no se preocuparía por ella?

Gao Yuan frunció el ceño y detuvo a Qin Jiaojiao. "Jovencita, vamos a una misión. Si no hay nada, deberías irte".

Qin Jiaojiao estaba un poco furiosa cuando la detuvieron y cuando vio la perspectiva grosera de Gao Yuan, soltó todo en su corazón. "¿Quién eres tú? ¿Cómo te atreves a detenerme? Soy la hija de Qin Mian, la hija de la familia Qin. Rápido, aléjate, eres tan feo. No te quedes por aquí".

Una pizca de burla apareció en los ojos de Gao Yuan y se sorprendió un poco. "¿Quién es la familia Qin? Realmente no lo sé, pero este es el coche para ir en una misión. Será mejor que te vayas a casa, no sea que tu hermoso rostro se lastime".

Gao Yuan vino de la Capital Imperial y obviamente sabía quién era la familia Qin, pero pensó que el Qin Mian al que Qin Jiaojiao se refería casualmente tenía el mismo nombre que el Maestro Qin porque nunca creería que la hija de su ídolo realmente se comportaría de esta manera. .

"Tú-" Qin Jiaojiao estaba tan enojada que su rostro estaba rojo, pero no podía refutar a este hombre grosero.

Luego, Qin Hanmo se acercó y cuando vio a la molesta Qin Jiaojiao, no le importó nada más. Rápidamente preguntó: "Jiaojiao, ¿qué pasó? ¿Alguien te intimidó?".