❝Bruning.❞
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤUsed to describe something that is extremely hot.
-ˏˋ En donde Cerys hará todo lo que sea necesario para que su hermana se siente en el trono de hierro, aún si eso significa destruir a su propia familia. ˎˊ˗
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—¿Debería preguntar?—Cerys miró a sus hijos con una ceja levantada.
Los siete niños estaban mojados de pies a cabeza y ella juraba que acababa de verlos totalmente secos hace unos segundos. Pero, los había visto con Daemon y cuando se juntaban con él nada bueno era de esperarse. Los niños la miraron con nervios. Bueno, todos menos Alyssa que la miraba con diversión.
—¿Viserys?—su mirada cayó sobre su hijo mayor, el más responsable de los siete.
—¡Es culpa de papá!—el niño se dio la vuelta y comenzó a correr lejos del posible regaño que iba a recibir.
—¿Dónde está su padre?
Los cinco niños apuntaron al pasillo de la derecha, Alyssa siguió las acciones de sus hermanos sin entender muy bien qué estaba pasando a su alrededor. Cerys suspiro y le ordenó a sir Erryk llevar a los niños a sus habitaciones. Después de asegurarse que los sirvientes secaran el piso que sus hijos habían mojado fue en busca de su esposo, el pasillo que sus hijos había señalado era el que llevaba a la habitación que compartían, cuando llegó lo encontró secando su cabello vestido solo con sus pantalones.
—¿Puedo saber por qué mis hijos estaban mojados de pies a cabeza?—Daemon se giró hacia ella.
—Estábamos jugando en la playa—el peliblanco se sentó en la cama—, fueron ellos quienes decidieron meterse en el agua.
—Es curioso, Viserys dijo que fue tu culpa—Cerys se acercó a él—, yo le creo a mi hijo.
La peliblanca se sentó en las piernas de su esposo tomando el trapo que este usaba para secar su cabello, Daemon le rodeo la cintura con sus brazos y dejo que ella se encargará de secarle el cabello.
—Le diré a Haizea que no te deje solo con los niños otra vez.
—Haizea aún me tiene miedo—le recordó.
—Porque no me conoce cuando me enojo de verdad—dejo un beso en la frente del peliblanco—, Rhaenyra dice que soy muy aterradora cuando me enojo.
Daemon se rio dejándose caer de espaldas sobre la cama llevándola con él.
—No creo que alguien pueda debatir eso, mi reina.
Más tarde, después de luchar con Daemon para liberarse de su fuerte abrazo, Cerys fue al campo donde descansaban sus dragones. Uno de los cuidadores ya estaba esperando por ella con varias ovejas listas para ser presentadas a los hambrientos dragones. La princesa le agradeció al hombre y comenzó a arrastrar a las ovejas asustadas hacia sus dragones, como en cada hora de comer tuvo que separarlos para evitar problemas, sobre todo porque Vhagar solía comer más que los otros tres.
Ni un segundo después de haberse alejado de ellos para que pudieran comer las ovejas ya habían desaparecido. Drakon se acercó a Cerys y la rodeó con su cola haciéndola reír. La princesa no dudó en trepar en el lomo del más joven de sus dragones, era una rutina que ya tenían establecida, primero comían y después volaban alrededor de Dragonstone. El primero en emprender el vuelo fue Vermithor seguido por Dhagara, Drakon, y por último Vhagar. Cerys cerró los ojos cuando estuvieron entre las nubes disfrutando del aire golpeando su rostro. Nunca se iba a cansar de la paz que le generaba estar en el aire con sus dragones, lo único que podía superar lo que sentía en esos momentos era escuchar las risas de sus hijos. Estaba tan concentrada en disfrutar del silencio que el chillido de un dragón la sobresaltó.
