❝Bruning.❞
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤUsed to describe something that is extremely hot.
-ˏˋ En donde Cerys hará todo lo que sea necesario para que su hermana se siente en el trono de hierro, aún si eso significa destruir a su propia familia. ˎˊ˗
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Más allá de las nubes el rugido de dos dragones podía ser escuchado, un sonido que muchos temían y otros admiraban. Sobre estos dragones iban las princesas de los siete reinos, Cerys y Rhaenyra Targaryen, que habían tomado la decisión de dar un paseo a pesar de las constantes protestas de su madre. Sentir el viento chocar con sus rostros era la mejor sensación del mundo, o eso decía Cerys cuando era cuestionada cada vez que escapaba con Dhagara en medio de la noche. Ese era un problema constante, en un principio el rey Viserys había intentado detenerla, pero cuando Dhagara comenzó a crecer sobrepasando a muchos de los dragones en el pozo dejó de intentarlo, lo que menos quería era que la dragona destrozara el pozo.
Las princesas sobrevolaron King's Landing llamando la atención de las personas que se movían en las calles tratando de continuar con sus días normales, pero la imagen de dos dragones era distracción suficiente para cualquiera, sin importar cuantas veces lo hayan visto. Cerys fue la primera en aterrizar en el pozo de los dragones, Dhagara dejó salir un rugido de descontento en cuanto Syrax descendió a su lado, tanto Rhaenyra como Cerys rieron por eso.
—Parece que Dhagara no está contenta—comentó Rhaenyra bajando de Syrax.
—Nunca estará contenta si tiene que estar encerrada—Cerys descendió de su dragón que dejó salir otro rugido de descontento—. Vamos, Dhagara, regresaré por ti.
La princesa acarició a la dragona tratando de consolarla, pero sabía que era casi inútil. A Dhagara no le gustaba estar encerrada y el único dragón que toleraba era Syrax lo que dificulta la tarea de los encargados de su cuidado, ya habían perdido muchos al intentar controlarla. Con pasos lentos se alejó de su dragón pasando frente a Syrax que también se veía algo decepcionada de tener que regresar al encierro, Rhaenyra la esperaba de pie unos cuantos pasos alejada de los dragones quitándose los guantes, y un caballero de la guardia real las esperaba a las dos cerca de la salida del pozo.
—Bienvenidas, princesas, ¿Fue placentero su paseo?
—Más placentero que estar en una habitación escuchando a los ancianos hablar, claro que si—la mayor de las princesas fue directo al caballo que la esperaba—. Te veo en la fortaleza, Nyra.
Al pasar frente a la carroza que esperaba por su hermana no se detuvo a saludar a Alicent, simplemente pasó de largo ignorando su presencia, tal como había hecho con el mismo Otto Hightower toda su vida.
—¿Segura que no quieres ir con nosotras?—Rhaenyra preguntó cuando la vio subirse al caballo.
—Sabes que Dhagara es como yo, no nos gusta el encierro—le dio una mirada a Alicent y luego le sonrió a su hermana—, menos con alguien que no nos agrada—añadió en alto valyrio.
—No te agrada nadie—exclamó Rhaenyra.
—Me agradas tu.
La menor puso los ojos en blanco, en el fondo de su mente varias imágenes de su hermana siendo feliz al estar rodeada de gente se hicieron presentes, todas ellas algo borrosas, recordándole que su hermana ya no era la misma desde la muerte del rey Jaehaerys. Cerys le dio una última mirada a Dhagara antes de comenzar su recorrido por la ciudad. Sabía que ir a caballo no era lo mejor después de pasar casi toda la mañana volando en dragón, pero necesitaba sentir algo de libertad extra antes de regresar a casa y ser sofocada por los deberes que le tocaban como la primogénita del rey.
