"Supongo." dije con toda la fuerza que me quedaba. "Claro. Haz lo que quieras."

Asintió antes de levantarse, dirigiéndose a la importante reunión que tenía y dejándome en completo silencio.

No podía trabajar así, sabiendo esa información. Necesitaba encontrar a Dinah; ella sabría qué hacer. Ella sabría como hacer que mi Lauren regresara.

La busqué por todos lados, ignorando la montaña de trabajo que esperaba por mi en mi escritorio. En donde diablos se había metido?

Justo cuando estaba a punto de rendirme, escuché mi nombre.

"Mila?"

Giré, mis ojos se fijaron en la altísima morena. La tomé del brazo, halandola para que entrara conmigo en la sala de conferencias más cercana, lo más rápido posible. Una vez adentro, cerré la puerta.

Me miró por un segundo antes de preguntar. "Qué sucede?"

"Lauren rompió conmigo anoche!" exclamé.

"Qué?"

"Dijo que estábamos arruinando nuestra relación y que ella no iba a ser la causa de mi 'torbellino interno', hablé con rapidez, como si el tiempo fuese el elemento más preciado en toda esta situación.

Dinah se tomó un minuto para procesar la información, dándome una mirada de apoyo. "Eso tiene sentido."

"Dinah, no. Se supone que tú estás de mi lado!"

"Claro que lo estoy, es solo que- bueno, Lauren se preocupa por ti Mila. Ella no quiere perderte, por tanto, está tratando de protegerte de ella misma. Es algo tierno, en una forma retorcida."

Sacudí mi cabeza. No, ella no iba a hacer esto. "Dinah, esto no es un episodio de The Vampire Diaries, okay? Yo no soy Elena y ella no es Damon."

La polinesia jadeó, mientras me daba una mirada de disgusto. "No te atrevas a meter mi OTP en este asunto!"

"Dinah!" me quejé. "Ella está diciendo que va a salir, a una discoteca, esta noche! Qué pasa si trae a alguien a casa? Oh por Dios, que tal que traiga alguien a casa?"

"Okay, okay. Cállate!" Dinah levantó sus manos y detuvo mis divagaciones, quedé un poco sorprendida con sus palabras. "Estamos hablando de Lauren. A ella no le gusta hablar de sus sentimientos, pero sabes lo que le gusta?" mi amiga sonrió y me guiñó un ojo.

"Oh, no, Dinah"

"Sexo!" casi gritó.

Cubrí mis rostro, avergonzada del camino que estaba tomando esto. "No voy a seducirla solamente para que regrese conmigo."

"Uh, sí, lo vas a hacer." afirmó. "Y yo te voy a ayudar."

"No, no lo voy a hacer."

"Sí, lo harás."

"No Dinah. No!"

-

Y sí, terminé haciéndole caso.

No podía creer que hubiera accedido al plan de Dinah. Estaba cayendo bajo. Abrí la puerta de mi apartamento, logrando que la polinesia se colara discretamente a mi habitación, así Lauren no preguntaría por qué nuestra amiga cargaba montones de vestidos ajustados cuando estaba embarazada. Veníamos de su casa y yo rezaba porque mi roomate aún no hubiese llegado.

"Camz, eres tú?"

Mis ojos se abrieron. Lauren estaba en casa. En su habitación. Mierda. Giré a ver a Dinah y ella agitó su cabeza en un gesto de desaprobación. "No. No vas a arruinar esto Camila. Ve allá y dile que quieres ir a la discoteca con ella, tal como lo planeamos."

One and OnlyWhere stories live. Discover now