"Entonces..." comencé, girando mi cuerpo en el sofá para quedar de frente. "Qué es todo eso de la reunión?"

"Oh, verdad!" exclamó, sus ojos estaban fijos en la taza de café mientras lo servía. "Estoy siendo observada." fruncí mis cejas, confundida. "Por los integrantes de la junta directiva. Parece ser que Mr. Clark piensa que soy una buena adquisición" una sonrisa se dibujó en sus labios al darme las buenas nuevas.

"Lauren!" grité, brincando del sofá. "Eso es increíble!" me acerqué, abrazándola, mis brazos permanecieron al rededor de su cintura desnuda y mi cabeza descansó sobre su hombro. "Cómpranos un agradable penthouse cuando estés ganando millones por semana."

La escuché reír, mi corazón brincó ante sonido. "Sabía que solo estabas conmigo por dinero"

Me aparté para poder mirarla con una sonrisa en mi rostro. "Pero por supuesto. Quiero decir, para qué más eres buena? Eres horrible acurrucándote, no puedes cocinar, no satisfaces en la cama... la lista sigue y sigue, pero eso no importa desde que traigas a casa buen dinero."

Levantó una ceja, intentando contener una sonrisa juguetona. "De hecho, soy una fantástica compañera para acurrucarse. Un 'buena cocinera' para ti es alguien que pueda hacer pizza rolls sin quemarlos y yo definitivamente tengo éxito con eso. Y en la habitación, puedo ser mediocre allá, pero recuerdo ser bastante satisfactoria en la cocina- específicamente, sobre el mostrador." jadeé cuando cogió mi trasero, empujándome contra ella. "Si no lo recuerdas, quizás pueda refrescarte la memoria." todo lo que pude hacer fue asentir, en este punto, me era bastante difícil hablar. "Lástima que tenga esa reunión." Lauren sonrió, soltándome para regresar a la habitación con su café en la mano.

Me tomó un momento saber cómo respirar apropiadamente, una sonrisa apareció a pesar de sus provocaciones. En esta ocasión, mi novia no estaba actuando raro y por primera vez, me sentí deseada. Ella admitió que sentía algo por mí y yo lo sentí- lo sentí cuando me sostuvo entre sus brazos, cuando desperté a su lado... era un sentimiento consumador y supe renunciaría al mundo antes de renunciar a Lauren.

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"Quiero llevarte a un sitio."

Lauren giró para mirarme, sus cejas se levantaron en sorpresa. Sonreí. Ella no era de las que se sorprendían fácilmente. "A dónde?"

Mi mente quedó en blanco- no tenía un lugar específico. Tuve que arreglármelas para ganar algo de tiempo. "Es un secreto"

"Un secreto?" repitió, acomodándose en el asiento y abrochando su cinturón. "Más te vale que esto sea bueno Cabello."

Asentí, maldiciéndome internamente por no pensar bien esto. Que gran idea Camila. Una agradable cita después del trabajo en... oh, espera. No sabes a donde irás. Buen trabajo!

Así que simplemente conduje. Sólo se me ocurría un lugar lo suficientemente hermoso, a pesar de algunos inconvenientes...

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Cuando llegamos, Lauren estaba emocionada por bajarse del auto. Había conducido hasta un aislado pero agradable lugar de la playa, el sol casi comenzaba a ponerse. Nos sentamos en la arena, una al lado de la otra en nuestra ropa de trabajo y no pensé que lo fuera a notar hasta que-

"Aquí fue donde Adam te propuso matrimonio?"

Me encogí. "Pensé que no te acordarías"

Rió y eso me hizo relajar un poco. "Claro que lo recordaría. Me mostraste fotos de este lugar por semanas enteras después de que sucedió." Lauren golpeó mi brazo ligeramente. "No puedo creer que hayas pensado que no lo recordaría- No puedo creer que me hayas traído aquí!" su boca estaba abierta en pura diversión, una sonrisa adornaba su rostro.

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