35: Miami.

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Mensaje de John:

"Jack, te necesitó a Cassie y a ti ahora mismo en mi casa" —recibí.

"Claro, ¿qué pasó?" —envíe.

"Aquí está su fotógrafo, les quiere dar una noticia" —recibí.

"¿Sólo a Cassie y a mí?" —envíe.

"Si, vengan" —recibí.

"Hay un problema" —envíe.

"¿Ahora qué?" —recibí.

"No creo poderla despertar" —envíe.

"Si podrás" —recibí.

Dejé mi celular a un lado y suspiré, sabía el trabajo y esfuerzo que requería despertar a Cassie.

Así que me dirigí a la habitación de Cassie, ella aún dormía, suspiré de nuevo, me acerqué a ella.

—Cassie. Cass, arriba —susurré.

—Mh —gruñó y giró su cara al lado opuesto a mí.

—Cassie, tenemos que salir —susurré acariciando su cabeza.

Pero el destino conspiró en mi contra, como las otras veces en las que desperté a esta mujer, siempre terminaba mal para mí.

—¿Qué? —soltó dando un salto y movimiento, me golpeó. Su manita se estampó contra mi amigo, aquel amigo que habita entre mis piernas, empujándome con una fuerza brutal que se hizo un dolor insoportable y mis piernas flaquearon, y sí, caí al suelo.

—¡Oh Dios mío, lo siento Jack! —gritó y bajó de la cama y se colocó de cuclillas frente a mí.

—Estoy bien —gemí adolorido.

—Te derribe de un golpe, no estás bien.

—¿Quién no cae cuando lo golpean ahí? —pregunté entre dolor.

Hizo una mueca—. Lo siento.

°°°

—¿A qué se debe esto? —pregunté entrando a casa de John con Cassie de la mano.

—Edwin, diles —emitió John mirando a su derecha, fruncí el ceño y caminé un poco más encontrándome a Edwin sentado.

—¿Decirnos?, ¿qué? —preguntó Cassie confundida.

—A todos les di diferentes opciones, bueno, esto es así —hizo una pausa—. La empresa, para darles las gracias por ser los modelos y claro por su magnífico trabajo, les quiere regalar unas vacaciones.

—¿Qué? —chilló Cassie emocionada.

—¿A dónde quieren ir? —preguntó John arqueando una ceja y a la misma vez sonriendo.

—¿A dónde nos sugieres? —pregunté enarcando una ceja.

—A Cassie le encanta la playa —agregó John con una sonrisa cómplice.

Ella sonrió.

—Miami —decidió Cassie.

—Sí, Miami —la apoyé.

Cassie Clark

—¡Ah, esto será genial! —chillé viendo por la ventana del avión, la cual sí discutí con Jack porque opiné que era mi turno de tomar este lugar.

—¿En serio te encanta la playa? —preguntó Jack con una sonrisa ladina, su mano atrapó la mía.

—Sí.

Ramé (PROXIMAMENTE NUEVA VERSION)Where stories live. Discover now