Ramé (PROXIMAMENTE NUEVA VERSION)

28: Me la vas a pagar, Annie.

—¿¡Qué te pasa!?

Exclamé mientras masajeaba mi mejilla a la par que la encaraba con los ojos entornados. Su rostro cargado de ira, satisfacción y maldad me analizaba de una manera retadora mientras que su respiración se volvía pesada y mi ira incrementaba a medida que seguía teniéndola enfrente. Sentí ése arrebato de rabia dentro de mí y justo ahora, deseaba desfigurarle la cara.

—Eres una maldita... —masculló entre dientes, pero...

—Cállate Annie —espetó Jack interrumpiéndola y dirigiéndose hacia mi rápidamente. Tomó mi cara entre sus manos y comenzó analizar la zona dañada. El contacto de sus dedos con mi piel me hizo relajar todos mis músculos, principalmente porque estaba frío, y es guapo. Sus ojos llenos de preocupación hacia mí, solo para mí.

—¿Cuál es tu problema? —preguntó Zoe de mala gana a Annie. Pero lo escuchaba tan lejano, estaba desconcertada y no comprendía una mierda lo que estaba pasando, ¿por qué me golpeó?, ¿qué carajo le hice?

—¿Cassie estás bien? —preguntó Jack en un susurro solo para mí y me enfoqué en él, en sus ojos de ése verde tan intenso. Mirándome con atención, esperando mi respuesta, pero me sentía aturdida y estúpida. No sé si fue el golpe o si era producto de Jack.

Así que busqué mi voz hasta que la encontré—. No, cuando me dio la bofetada me empujó hacia atrás y me golpeé con esto —susurré solo para él y señalé el artefacto se había incrustado en mi piel, una varilla a mis espaldas. El dolor punzante en mi zona lumbar se hizo presente en cuanto miré el filo de la varilla, pero gracias al cielo no logró penetrar mi piel, solo dañarla superficialmente.

—Chicos los estamos... —la voz de Finn hizo eco por el pasillo hasta que llegó a nosotros, se frenó en seco y enarcó ambas cejas—. Madre santísima de Dios, ¿qué pasó aquí? —preguntó al vernos. Annie y a mí, con los rostros cargados de furia, Jack con mi cara entre sus manos y Zoe revisando lanzándole dagas con la mirada a Annie.

—Nada —respondió Annie mientras encaraba a Finn.

Zoe bufó sonoramente y se colocó frente a mí siendo mi escudo, se cruzó de brazos y podría jurar como tenía el ceño fruncido—. ¿Nada? —soltó de mala gana—. Te abofeteaste a mi amiga, pendeja —rebatió Zoe.

Amo a Zoe.

—¿Qué? —emitió Finn con los ojos abiertos de par en par. Me miró pidiéndome una explicación, pero solo me quedó el privilegio de volver mis ojos a Jack.

Y hasta que logre hacerles entender que no tenía importancia el asunto, nos dirigimos a la sala de estar, ahí estaba Doryan con la mirada pérdida en el ordenador, tecleando, siseando maldiciones y haciendo llamadas.

—Chicos —sonrió y se levantó a saludarnos a cada uno—. Ustedes son mis modelos, ¿no?

—Si —respondió Annie.

Doryan asintió, su mirada cayó en mí y me sonrió para después mirarnos a todos de nuevo.

—Emh, Annie, ¿y tu pareja? —preguntó Finn.

—Viene en camino —respondió con una sonrisa ladina y malvada.

Pobre chico.

—Llegó —avisó Sam, quien venía por el pasillo con alguien a sus espaldas.

Por la puerta entró un chico alto, ojos cafés, cabello negro y tez pálida, con aquella mirada desdeñosa.

—Soy Blake —se presentó con ése tono de voz profundo y ronco.

—Bien mis modelos ya están —sonrió Doryan satisfecho a la par que daba un aplauso—. Mañana comienza la sesión y les aviso, no sólo será de ropa.