18: Modelos.

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—Cassie, vámonos —me dijo Zoe asomando su cabeza por el umbral de la sala de estar.

Eché un suspiró y miré a Jack a mi lado, veía su serie favorita de narcos, con atención, pero hasta que sintió mi mirada, la desvió del televisor y me encaró.

—Jack, ya es hora de irme —le avisé.

—Bien, no te preocupes, Ruffy y yo de seguro nos divertiremos —sonrió.

Le sonreí de vuelta. Y me puse de pie como resorte, avance a la puerta, pero antes de que saliera me devolví y lo encaré.

—No se te ocurra engordarlo —le advertí.

Me miró divertido y asintió—. No, no, anda ve. Llamaré a Archie.

Asentí y salí con Zoe, ella condujo hasta la empresa de ropa que modelaríamos. Ahí estaba John.

—¡Chicas! —exclamó saludándonos con su gran sonrisa de oreja a oreja. Vestía con una camisa blanca doblada hasta sus codos, unos jeans ajustados y sus zapatillas deportivas blancas. Su cabello peinado a la perfección y sus lindos ojos detrás de los cristales de sus gafas—. Al fin llegan —nos susurró John una vez que nos plantamos frente a él.

Zoe rodó los ojos divertida y le hizo un ademán restándole importancia—. No seas exagerado —lo regañó Zoe en susurro.

No pude evitar sonreír y alternar miradas entre ellos, John estaba a punto de responderle algo, pero...—¿Y qué?, ¿comenzamos? —preguntó el dueño de la marca caminando a nosotros con sus manos unidas y una amplia sonrisa extendiéndose por sus labios.

Era un galán. Cabellos dorados y largos hasta su mandíbula, ojos azules con una mezcla de verde, nariz afilada, cejas gruesas, cuerpo musculoso, una ligera barba y labios delgados. Cuerpo muy bien trabajado, vestía casual: pantalones negros, polo de color rojo y sus zapatillas deportivas blancas.

—Doryan, ella es Zoe y ella es Cassie —nos presentó John.

Nos miró con una sonrisa enorme hasta que se plantó frente a nosotras, miró a John y de ahí a nosotras—. Tienes razón, ambas son muy hermosas —nos halagó y sonrió, le sonreímos de vuelta.

Entramos a la empresa, tonalidades rojas, negras, grises y blancas, era un ambiente neutro, sensual y sofisticados, subimos hasta el penúltimo piso en el ascensor y cuando este se abrió reveló cientos de fotógrafos, y otras modelos.

—Chicas ellas son Cassie y Zoe —nos presentó Doryan con el resto de las modelos que, por Dios, son preciosas.

—Soy Victoria —se presentó la que se veía más amable, cabello castaño, labios carnosos y ojos ámbar preciosos—. Soy Rubí —se presentó un poco risueña, su cabello era largo y color miel, ojos castaños y grandes, labios delgados—. Soy Ann —se presentó la más repugnante. Su cabello era negro y le llegaba hasta el busto, sus ojos de color avellana.

Ann, no lo sé, pero su nombre me hizo recordar a la zorra de Annie.

Zoe y yo les sonreímos en grande a todas, pues no podíamos quedar mal con nuestras compañeras. Cuando John llega a salvarnos—. Chicas por aquí están sus camerinos —nos impulsó al pasillo—. Recuerden... Son la nueva cara de ésta empresa, diviértanse, enséñenle a estás lo es que es ser modelo —nos dijo en susurro John, ambas sonreímos.

Entramos y wow. Era increíblemente grande y precioso, blanco con toques morados y azul. De un lado decía Zoe y el otro Cassie. Era lo que teníamos que usar.

Por mi lado, tomé un overol holgado un poco rasgado de las piernas, una camiseta negra con rayas blancas holgada, unas botas negras y un sombrero negro.

Ramé (PROXIMAMENTE NUEVA VERSION)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant