Ramé (PROXIMAMENTE NUEVA VERSION)

25: ¿Británico lunático?

—¡Cass, ¿estás lista?!

El grito Jack desde la planta baja me hizo soltar un suspiro que sonó exasperado, me miré una vez más frente al espejo y me dispuse a terminar de aplicar mi bálsamo.

—¡Sí, ya voy! —grité de vuelta mientras le ponía su tapa al bálsamo y arreglaba un poco más mi cabello.

Salí de la habitación trotando, con mi bolsa en mano y celular, bajé escaleras hasta que subí al auto con Jack, se dirigió al aeropuerto tamboreando sus dedos contra el volante y en ocasiones entrelazaba su mano a la mía, ayer por la noche tuvo un pequeño ataque de drama, un drama total porque no podía comprar los boletos y toda la mañana ha estado muy serio debido a ése mismo tema que aunque fue resulto, sigue quitándole el buen humor pues como él me dijo, con aquel tono exasperado y conteniéndose por no desquitarse conmigo: «Preciosa, no estoy para retrasos ahora, tengo trabajo que resolver antes de enfocarnos en ti».

—Londres —suspiré dramáticamente una vez que comenzamos a abordar el avión, cosa que relajó las facciones de Jack debido a que no hubo ningún retraso de parte de la aerolínea.

—¿Qué pasa? —soltó con una pequeña sonrisa que marcó sus hoyuelos y yo le sonreí devuelta.

Hice una mueca y me encogí de hombros mientras avanzábamos a pasos lentos pues las personas no se daban prisa en subir al avión—. No lo sé, todo esto me da tanta flojera, estaré sola cuando tú te vayas a arreglar tus asuntos.

Frunció el ceño y se reacomodó mi bolsa de mano en el hombro—. Claro que no.

—¿O sea que puedo contratar un playboy para no estar tan sola? —pregunté en broma y con una sonrisa de oreja a oreja.

Elevó ambas cejas y fingió indignación, pero obviamente optó por bromear conmigo—. ¿Qué mejor playboy que yo? —rio y su humor me hizo reír un poco.

—¿Eso es un sí? —pregunté con voz más chillona de lo normal.

Resopló con una sonrisa y torció los ojos mientras me empujaba suavemente por la espalda baja, impulsándome a caminar—. Claro que no.

Puse los ojos en blanco y reí, me volví hacia enfrente retomando la caminata, con la mano de Jack impulsándome suavemente hasta que por fin estuvimos dentro, sabía que Jack desearía la ventanilla así que le abrí paso para concederle el honor y él me sonrió antes de besar mi sien, pero se quedó a escasos centímetros de mí, tan escasos que sentí el impulso de buscar su mirada verdosa y paralizarme por completo al percibir la calidez de su aliento mentolado.

—¿Quién mejor para complacerte que yo? —inquirió con aquel susurro ronco que me hizo humedecer mis labios y sentir el pulso acelerado.

Tiene razón.

—Nadie.

Me miró tan tierna mente que sentí mi corazón latir desenfrenado, la respiración se me convirtió en un caos y no podía dejar de apreciar su rostro masculino y tan atractivo; ése brillo increíblemente retador, seductivo y egocéntrico, sí, me estaba volviendo loca su mirada, sus labios tan carnosos con una ligera forma de corazón en el superior, sus pómulos definidos y mandíbula suavemente apretada. Era como si su rostro fuera el cielo y el infierno al mismo tiempo, era el bien y el mal, vulnerable y depredador, parecía un león en cacería, y su presa, sería yo.

°°°

Después de un largo viaje, para cuando llegamos a Londres lo primero que Jack hizo fue pedir un taxi, ése taxi nos llevó al hotel donde nos asignaron habitación, en cuanto entramos a la habitación me lancé en la cama como una estrella, estaba cómoda y suave, suspiré exhausta y cerré los ojos, pero lo siguiente que sentí fue el cuerpo de Jack sobre mí. De una manera suave y el peso de su cuerpo favorecía a mi dolor de espalda, así que suspiré de nuevo.