13: De vuelta a casa.

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Una mano acariciaba mi pierna, suavemente, era una sensación placentera que me hizo suspirar; trazando círculos imaginarios y líneas verticales, hasta que... Abrí los ojos de golpe y confirmé que no estaba soñando. Empuje con una fuerzo brutal a Jack. El golpe en seco del cuerpo de Jack siendo estrellado contra el suelo hizo eco por las cuatro paredes.

—¡Jack! —grité espantada.

—Auch, auch, auch —se quejó desde el suelo.

Me incorporé de inmediato y lo encaré—. ¿Por qué demonios me tocabas la pierna? —rebatí con ojos desorbitados. Jack se puso de pie mientras masajeaba su rostro adolorido por mi empujón.

—Lo siento es que tienes lindas piernas —emitió con una traviesa sonrisa. Lo fulminé con la mirada y me crucé de brazos.

—Eres asqueroso.

Se acercó a mí, sus ojos depredadores solo confirmaban una cosa, quería sexo. Ésa mirada cargada de lujuria, deseo y un momento erótico. Sus verdes enfocados en mis azules, y me obligue a sostenerle la mirada, su rostro atractivo y sin ninguna secuela de acné, sus labios de un rosa pálido tentador y provocativo, y joder, no sé ni cómo explicarles su semblante.

Es sensual, su respiración es profunda y el calor que emana su cuerpo es como si estuvieras apunto de meter las manos al fuego, solo tres advertencias las cuales serían que te ibas a derretir en sus brazos fuertes y musculosos, te podrías quemar con una caricia que te haría desear más o te podrías hacer fuego, usar su propia técnica en su contra y poner todo a tu favor.

—Podríamos... Ir a mi habitación —susurró en mis labios. El rocé de sus labios hizo que me los humedeciera cuanto se alejó unos milímetros. No iba a caer, pero bien podía hacerlo creer que sí.

Jadeé por sobre sus labios y enfoqué mi mirada en éstos, roce mis labios con los suyos con una tan íntima y erótica, Jack quedó paralizado y sus comisuras se elevaron débilmente, pase mi lengua por sus labios de modo audaz, su jadeo me impresionó y eso me confirmó que mi simple acto lo motivó.

Así que sonreí en grande, satisfecha y victoriosa.

—No —pronuncié con una frialdad increíble y lo empujé suavemente para crear distancia entre nosotros.

Su mirada depredadora volvió a aparecer—. Cassie —me tomó de la cintura antes de que pudiera alejarme.

¡Joder soy buenísima!

Me auto felicito por ser fuerte y tener fuerza de voluntad. Y claro, por excitar sin la necesidad de un solo beso.

—Jack —articulé en modo de advertencia y quité su mano. Lo empujé suavemente y me senté en la cama.

Me miró mal y se acercó a mi arrastrando los pies.

—En serio me odias, ¿no? —preguntó sentándose junto a mí.

—Púdrete —dije despreocupada, tomé mi celular y clavé la mirada en la pantalla.

Lo escuché gruñir, de un momento a otro, me quitó mi celular de las manos sin ser brusco o violento, fue un acto muy ágil—. No, no Cassie, mírame a los ojos y dime que no me quieres —ordenó y obviamente no acaté su orden por lo que desvíe la mirada en sentido contrario a donde estaba él. Pero de un momento a otro, sus dedos fríos y largos tomaron mi mentón y giró mi rostro en su dirección con increíble suavidad.

Me quedé helada al momento en qué sus ojos imponentes pescaron los míos con una intensidad que nunca antes había visto, mis ojos mirando su rostro atractivo, el cual estaba a centímetros del mío.

Ramé (PROXIMAMENTE NUEVA VERSION)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora