Ramé (PROXIMAMENTE NUEVA VERSION)

2: ¿Por qué?

Nuevo día, misma mierda.

Estaba sentada en la ventana de mi habitación, tenía mis auriculares, escuchaba "Love me harder" de Ariana Grande, ya que me gusta mucho.

Estaba desconcertada, confundida y muy triste, ¿Qué mierda pensaban mis padres al tomar ésa clase de decisiones a mis espaldas? Joder, ya no estábamos en las épocas de los reinados, ahora ya nadie dictamina el con quién pasarías el resto de tu vida.

Las preguntas comenzaron a revolotear en mi cabeza, por ejemplo:

¿Por qué Nathan no vino ayer por mí?

¿Qué era más importante?

Zoe se había quedado a dormir aquí, así que ella aún seguía dormida.

El timbre sonó, me quité los auriculares, y fui enseguida a abrir. Bajé corriendo las escaleras hasta llegar a la puerta, revisé quien era y vaya sorpresa que me llevé. Nada grata.

La abrí con furia para enfrentarlo—. ¿Qué quieres? —bufé.

Su mirada marró viajo por todo mi rostro, su semblante preocupado, pero a la misma vez ausente—. Lo siento, emh... —logró formular Nate, pero poco después ya no dijo nada.

—¿Emh? —dije molesta.

Suspiró—. Lamento no haber venido ayer por ti —dijo con arrepentimiento.

Joder que molesto.

—No hay cuidado, pienso que en serio era realmente importante —dije sarcásticamente.

Hijo de puta.

—Ajá.

Sonreí forzada mente. Él tampoco estaba colaborando mucho para arreglar esto y en definitiva yo no lo haría, aunque... ¿Cómo iba a explicarle que estoy obligada a casarme?

—Nathan —dijo Michael sonriendo le apareciendo detrás de mí.

—Hey —le sonrió de costado.

—Tengo que hablar contigo —dijo Michael. Volteé a verlo, él asintió con la cabeza, eché un suspiro, pues ya sabía lo que se aproximaba, Michel le diría que le verdad.

—¿Qué pasa? —preguntó Nate algo asustado alternando miradas entre Michel y yo.

—Ya... Acabó amigo —dijo Michael colocando sus manos sobre su cadera.

—¿De qué hablas? —negó con la cabeza.

—Lo tuyo con Cassie, acabó.

Apreté los labios y baje la cabeza obligándome a no llorar, por Nate, por quién me olvidó en mi cumpleaños, y por quién ha estado siempre y le que le acabo de romper el corazón.

—Cassie, ¿eso es cierto? —me preguntó atónito.

Las lágrimas corrieron por mis mejillas, apreté los puños y corrí a mi habitación. Me dolía hacer esto, aparte que estaba dolida por cómo me dejó plantada ayer. El nudo en mi garganta me estaba ahogando, estaba comenzando a hiperventilar.

—¿Cassie qué sucede? —me preguntó Zoe quien ni siquiera había notado que ya estaba despierta.

La miré con los ojos llenos de agua—. Todo... Está mal, todo está del asco —cubrí mi cara con mis manos.

Se aproximó a mi rápidamente y tomó mis muñecas—. ¿¡Qué pasa!? —preguntó angustiada.

—Terminé con Nate —dije llorando más fuerte. Entonces ahí la bomba explotó, no podía retener esto, no podía ocultárselo a Zoe, así que explote.