Sonreí mientras lo consideraba. Adam no se parecía en nada a lo que ella había descrito. Me tomó un momento darle una respuesta. "Sí" dije simplemente, incluso sabiendo que esa no era la verdad. Creo que ella también lo supo.

"Creo que la amo." me confesó y me estremecí silenciosamente ante sus palabras. Dios se apiade del corazón de esa pobre chica. Las cosas nunca han terminado bien para los que han amado a Lauren Jauregui. "Sin embargo, dudo que ella me ame. No aún. Espero que algún día lo haga. Después de todo, me estoy volviendo vieja." bromeó y sonreí por cortesía.

"Quizás" le dije, pero en mi interior sabía la verdad. Pienso que en el fondo, ella también lo sabe. "Iré a saludar a Lauren." me levanté para salir.

"Oh, Lauren no permite que nadie entre a su estudio cuando está escribiendo."

Reí. Me estaba hablando como si yo acabara de conocer a Lauren, como si no hubiera vivido con ella durante los últimos cuatro años. "Bueno, si no me deja entrar, la esperaré." Gabrielle se veía un poco insegura cuando salí del lugar, pero era la primera vez que iba a ver a mi Lauren fuera del trabajo en dos semanas- estaba decidida. Cuando llamé a la puerta, la música se detuvo.

"Que pasa Gabrielle?" escuché su voz al otro lado de la habitación, mi sonrisa creció Abrí la puerta despacio y sin hacer ruido mientras ella aún estaba concentrada en su trabajo.

Una vez estuve adentro, la cerré con un poco de fuerza y ella dirigió su mirada hacia donde yo estaba. "Oh, eres tú. Hola"

Me quedé boquiabierta. Hola? No he estado en casa por dos semanas y todo lo que recibo como saludo es un simple Hola?

Lauren sonrió levantándose de su asiento y supé que estaba bromeando. "Bueno, si ese es todo el saludo que recibo, creo que mejor debería regresar a casa de Adam." un segundo después, estaba en sus brazos. Casi me tumba con su abrazo y tropecé tratando de mantener mi equilibrio. "Así está mejor." reí y ella se alejó para besar mi mejilla rápidamente, se quedó observándome por un momento con sus brazos rodeando mi cintura y dejé los mios alrededor de su cuello. "Extrañé estar aquí. Te extrañé." le dije.

Lauren asintió, su sonrisa tan brillante como de costumbre. "Este lugar esta vacío sin ti, al igual que yo. Sabes? No me he acurrucado con nadie en dos semanas. Es tu culpa." me regañó en tono de juego.

Sonreí. "No entiendo por qué no te acurrucaste con Gabrielle."

"Porque tú eres mi compañera de acurrucadas... y sabes que no hago tal cosa con mis novias." su rostro se contrajo ante el pensamiento. "Una vez que lo hago, ellas comienzan a hablar de amor y esas cosas- así como tú. Bleh"

Mi sonrisa nunca se desvaneció; realmente me alegraba estar de vuelta en casa. Era cierto que veía a Lauren en la oficina pero no era lo mismo. Últimamente no habíamos salido a nada: desayuno, almuerzo, cena, café, película, etc. Nuestros encuentros eran por cosas estrictamente de trabajo- yo estaba ocupada con Adam y ella con Gabrielle... Estaba más que aliviada de estar de vuelta aquí, con ella. "Oh Lauren. Algún día tendrás que enamorarte de alguien. Espero que Gabrielle sea la afortunada. Ustedes dos se ven bien juntas."

Lauren soltó una carcajada. "No te adelantes tanto. No hablemos de ella. Quiero saber qué hiciste en estas dos semanas. Alguna noticia? La boda sigue en pie? Estás embarazada? Te divertiste con Adam?"

"Hmmm... para simplificar las respuestas- sí, no y... sí" Okay, quizás le dije una mentira piadosa en la última respuesta, pero no quería bombardear a Lauren con los detalles de mis dos semanas con Adam. Después de todo, no fueron necesariamente horribles... solo muy desagradables.

"Me alegra saber que aún estas comprometida y que la pasaste bien. También me alegra saber que no estás embarazada."

"A mi también." sonreí. "Si estuviera embarazada, creo que estaría un poco asustada de que no amaras a mi bebé... ya sabes, como tú no crees en esas cosas." bromeé, pero una expresión seria apareció en su rostro. Oh, no.

One and OnlyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora