Han pasado cinco años desde que Kagome había regresado a su época dejando a sus amigos y a Inuyasha, pero durante ese tiempo guardo un secreto el cual era que ella estaba embarazada ella juro que jamás le diría al padre de su hijo, pero cuando regre...
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La lucha que Shingo había tenido con el cuarto hermano mayor había resultado un poco vaga, pues el cuarto hermano jamás pensó que apareciera Shingo y claramente había desventaja.
- Debo despertar o madre se preocupará -
- Tu madre se la han llevado por órdenes de Sesshomaru -
- ¡¿Qué?! -
- Si no me crees mirá ahora el Primer hermano de los nueve Inukamis ha tomado su verdadera forma y está peleando con tu padre -
- Debemos ayudarlos -
- No, las órdenes son retirarse y eso haré -
- No, no puedes dejar a mi padre solo -
- No lo hago por él, lo hago por protegerte -
Shingo corrió hasta donde se encontraban todos, pues el más que nadie sabía el peligro que habría si se hacercaba. Por otro lado Kohaku miraba el cuerpo sin vida del InuKami con un poco de lastima.
- Realmente fuiste un gran desafío para que te consideraran el más débil - dijo.
Pero la luz cegadora de la transformación del gran InuKami dejo asombrado a Kohaku comenzando su retirada. Con Sesshomaru, este solo miraba sin importancia al Inukami.
- Es patético ver cómo un gran InuKami decida transformarse como algo hecho por la desesperación - dijo.
- Te equivocas mi querido Lord, porque está transformación está incompleta y solo así podré matarte - decía sonriendo.
- Haslo - dijo serio - Si puedes -
La arrogancia que Sesshomaru tenía le molestaba tanto al Inukami que comenzó a atacar a Sesshomaru, pero este rápidamente podía evadir cualquier ataque que el InuKami le mandaba.
- Vamos Sesshomaru, porque no sacas a Yakō - decía - Siento cómo está frustrado por salir -
Sesshomaru sabía el motivo de esas palabras, pero no sacaría a Yakō porque sabía bien lo que pasaría.
- No eres digno de ese poder - dijo serio.
- Tks -
El InuKami molestó siguió atacando más y más, pero pareciera que a Sesshomaru no le hacían nada aquellos poderosas ataques.
- Es una lastima que no me creas digno oponente - dijo con arrogancia - Pero, ¿Qué tal si se lo preguntamos a tu esposa? -
Sesshomaru sin comprender miro al Inukami que tenía los ojos puestos en una dirección, con el temor Sesshomaru volteó y lo que vio fue a su Miko correr hacía el con lágrimas.
- ¡Sesshomaru! -
El InuKami aprovecho está distracción de Sesshomaru y fue directo a la pequeña Miko quien se detuvo al ver que sería nuevamente atacada.
- ¡Es hora de que mueras sacerdotisa! - gritó.
Sin embargó el InuKami jamás llegó a tocar a Kagome, pues en la batalla aquel cello que Sesshomaru tenía con Yakō se había roto y el Lord que alguna vez habían visto dejaría de existir.
- ¡Eso es Sesshomaru demuestra quién eres de verdad! - gritaba el InuKami.
En el palacio de la luna, Irasue con lágrimas podía sentir como su hijo se estaba convirtiendo en aquel monstruo que decía aquella maldición que lo acompañaba desde su nacimiento.
- Sesshomaru -
Kirinmaru que había llegado después de Kagome se había quedado congelado al ver cómo Sesshomaru se transformava en Yakō, pero no en el Yakō que alguna vez había visto o conocido, no, el Yakō que salía a la luz era de temer.
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Perdón por la tardanza, pero tengo que confesar algo. La verdad es que ya no tenía planeado continuar la historia, pero he recibido varios comentarios motivadores que me animaron a continuar la historia y bueno me propuse a terminarla.
