Han pasado cinco años desde que Kagome había regresado a su época dejando a sus amigos y a Inuyasha, pero durante ese tiempo guardo un secreto el cual era que ella estaba embarazada ella juro que jamás le diría al padre de su hijo, pero cuando regre...
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Mes con mes pasaba en el pueblo y Nao se había acostumbrado bien a su nuevo hogar claro que no vivía con su madre, pues Kagome constantemente le decía que debía con vivir con su padre y Nao odiaba a Inuyasha que tomaron la decisión de que viviera con Kaede.
- Tu hijo realmente será como su padre - mencionó.
- Lo sé, y me preocupa - dijo - Porque se que puede despertar su vestía interna y puede descubrir la verdad -
- Pero para eso Nao debe ser digno de su vestía y ella sola se presentará - dijo - Así que no te preocupes -
Mientras ambas mujeres hacían medicinas Nao junto a Gyokuto, Kin'u y Sango recolectaban hojas de te y granos de arroz que para Nao era una actividad divertida.
- Eres realmente bueno Nao-kun - mencionó Kin'u.
- ¡Niños tomen un descanso! - dijo Sango.
- ¡Sí! - gritaron.
Los tres niños salieron de los cultivos de arroz con sumo cuidado mientras se sentaban en el pasto suave.
- Nao, ¿Dónde vivías antes de llegar aquí? - preguntó Gyokuto.
- Vivía con mi mamá, mi abuela, mi tío y mi bisabuelo en un templo - respondió sonriendo.
- Así que en tu familia son mojes y sacerdotisas - mencionó.
- Sí - dijo aún sonriendo.
- ¿Y por qué eres un Daiyokai? - preguntó Kin'u.
- Mamá dijo que era porque papá tiene sangre de uno - respondió.
- Pero si Inuyasha es tu papá, ¿No serías un hanyō? - preguntó Gyokuto.
Nao solo se quedó pensando en la pregunta de su amiga y es que era verdad Inuyasha es un hanyō eso lo haría a el un hanyō.
- Niñas vayan por su papá - pidió.
- Está bien mamá - dijeron.
Ambas hermanas se fueron dejando a Sango con Nao.
- ¿Estás bien Nao? - preguntó algo preocupada.
- Si, no se preocupe Sango-sama - dijo sonriendo.
- Está bien - dijo preocupada.
Sango regreso a los cultivos, mientras Nao siguió caminando hacia el bosque aún pensando en lo que sus amigas le habían dicho.
- Así que el príncipe está precupado -
Nao paro su andar al escuchar la voz de aquella mujer que tenía frente a el.
- ¿Quién eres? - preguntó asustado.
- Mi príncipe - dijo haciendo una reverencia.
- Te equivocas yo no soy ningún príncipe - dijo.
- Pero claro que lo es, pero ahora es muy pronto para que lo sepa por ahora debes despertar - mencionó.
- ¿Despertar? - preguntó confundido.
- Si, despierta al ser que llevas dentro el podrá resolver muchas dudas que tengas - respondió.
- ¡¿En serio?! - preguntó - ¿Y cómo lo hago? -
- Piensa en la persona que más quieras proteger - respondió -. En esa persona que no quieras ver morir -
Las palabras de aquella mujer hacían que Nao recordara la pesadilla que tuvo hace algunas semanas donde el se encontraba en un charco de sangre de Sesshomaru y como este le decía algo que no entendía.
- Piensa en ello joven príncipe y despierta a Shingo - susurró.
Nuevamente Nao pasaba por aquella crisis de nervios que pasó en aquel día, pero con esto su poder se incrementaban cada vez más siendo casi igual al de Sesshomaru. Inuyasha que se encontraba con Kaede y Kagome sintió el poder destructivo de Nao levantándose rápidamente, Kagome también lo sintió y Kaede, todos sentía un poder que energía del árbol sagrado.
- Es Nao-kun, su vestía despertó - mencionó Kaede.
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