Han pasado cinco años desde que Kagome había regresado a su época dejando a sus amigos y a Inuyasha, pero durante ese tiempo guardo un secreto el cual era que ella estaba embarazada ella juro que jamás le diría al padre de su hijo, pero cuando regre...
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Nao caminaba con tranquilidad por el camino que Sesshomaru le había indicado, hasta que tras de él sintió un jalón.
- Aquí estás maldito mocoso - dijo molestó.
Inuyasha había visto al niño y se sentía molestó por tener que ver marcada el rostro de Sesshomaru en él, pero en instantes aquel rostro se llenó de lágrimas.
- ¡¡Sesshomaru-sama!! - gritó entre lágrimas.
- Cállate niño, Kagome está preocupada por ti - decía molestó.
Miroku quien estaba cerca vio a Inuyasha pelear con el niño que buscaban e hizo que lo soltará, Nao rápidamente corrió a la aldea.
- Inuyasha cálmate este niño no es cualquier niño - regañó.
Inuyasha solo chasqueo su lengua y se fue con Miroku hacía la aldea, con Nao este había entrado y todas las personas lo miraban con miedo al ver que se trataba del cachorro de un Daiyokai.
- ¡¡Sesshomaru-sama!! - seguía gritando.
Nao seguía gritando por Sesshomaru, pero este no aparecía para protegerlo.
- ¡Nao! -
Nao volteó encontrándose a su madre que rápidamente corrió hacia ella.
- ¡Mamá! - exclamó.
Todos estaban en shock, pues un Daiyokai tenía como madre a su sacerdotisa.
- Nao ven entremos - dijo dándole la mano.
Nao entro a la cabaña con su madre seguidos por Inuyasha y Miroku, ya todos dentro el niño seguía abrazando a Kagome.
- Bien el es mi hijo Nao - dijo sonriendo.
- Vaya que se parecen mucho amiga - dijo - Hola Nao, soy la mejor amiga de tu mamá me llamo Sango -
Nao volteó a ver a Sango y solo le dió la mano para después quitarla.
- Yo soy Miroku y soy un monje y esposo de Sango, mucho gusto Nao - dijo sonriendo.
Nao volvió a hacer lo mismo, pero al ver a Inuyasha solo se alejó más.
- Nao el es Inuyasha - dijo Kagome.
- No me importa - mencionó - El es malo -
- Maldito mocoso - musitó.
Kagome suspiró, pues no sabía cómo le diría a su hijo que se quedarían para siempre ahí y debía llevarse bien con Inuyasha.
- Nao debes llevarte bien con el porque el es tu padre - mintió.
Inuyasha y Kagome a pesar de todo habían quedado en cuidar a Nao como hijo de ambos así no correría peligro al ser hijo de Inuyasha. Por otro lado Nao se apartó bruscamente de su madre.
- El jamás será mi papá - dijo serio.
- Pues te guste o no lo soy - dijo molestó.
Nao miraba a Inuyasha con odio e Inuyasha solo podía ver a Sesshomaru en aquel niño.
- Quiero irme con Sesshomaru-kun - pidió serio.
Todos quedaron en silencio al escuchar como el niño lo llamaba como si lo conociera.
- ¿Cómo sabes de él Nao? - preguntó Kagome.
- El fue quien me cuido todo el día de ayer y me alimento - respondió.
- Hijo por favor no hagas más difícil esto - dijo con tristeza - Querías conocer a tu padre y ahora que está aquí no lo quieres ver -
- El tuvo la culpa al haberme tratado así, pero cuando sea grande me iré con Sesshomaru-kun para viajar con el - dijo sonriendo.
Kagome se sentía asombrada por las palabras de su hijo y el como llamaba a Sesshomaru, pero como le diría que el en realidad era su padre.
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