Han pasado cinco años desde que Kagome había regresado a su época dejando a sus amigos y a Inuyasha, pero durante ese tiempo guardo un secreto el cual era que ella estaba embarazada ella juro que jamás le diría al padre de su hijo, pero cuando regre...
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En las tierras del Norte, Kōga vigilaba sus tierras, hasta que Ginta apareció con una cara mostrando preocupación y miedo.
- Kōga, hay algo urgente que debes saber - dijo.
- ¿Qué sucede Ginta? - preguntó.
- La señorita Kagome ha regresado hace algunos años cuando usted estaba en una misión dada por los Ōkamis - dijo nervioso.
- ¡¿Y porqué me lo dicen hasta ahora?! - preguntó molestó.
Kōga se disponía a irse a la aldea dónde Kagome se encontraba, pero fue detenido por Ginta que no sabía cómo decirle la verdad a su líder y mejor amigo.
- ¿Qué te pasa Ginta? - preguntó mirándolo.
- Perdón Kōga, pero no es todo lo que tengo que decir - respondió nervioso.
- Entonces dilo rápido que debo ver a mi mujer - dijo mirándolo.
- Perdón Kōga, pero la señorita Kagome no regreso sola ella regreso con su cachorro y ahora..... -
Kōga de la sorpresa no dejo que terminara de hablar Ginta, pues rápidamente se fue dejando asustado a Ginta.
- ¿Ya se lo has dicho? - preguntó Hakkaku.
- No me dejó terminar y temo por lo que pueda pasar - respondió.
- Debemos ir y así evitar que haga algo que pueda dañar a la señora del Oeste - dijo.
- Tienes razón, andando -
Ambos Ōkamis salieron de sus tierras con la misión de detener a su líder. En la aldea Jaken y algunos Yokais del Oeste repartían algunos alimentos que serían necesarios para los habitantes del pueblo, mientras tanto Kagome y Sango se encontraban sentadas en el jardín de la exterminadora apreciando el bonito día que hacía.
- Realmente debes cuidarte bien Kagome o Nao se molestará de que no lo hagas - mencionó.
- Lo sé Sango - dijo - Nao es muy sobreprotector desde que supimos que su padre está en el árbol sagrado -
- ¿Y cómo reaccionó al saber que querías a Inuyasha aquí? - preguntó.
- No muy bien, se molestó mucho que Miroku tuvo que intervenir, pero al final accedió - respondió.
- Ya veo, aún no entiendo porque lo has perdonado - dijo.
- Porque Inuyasha a pesar de todo no es malo - mencionó - Solo quiero entender porque lo hizo -
- Bueno, pero creeme que si intenta algo Nao se molestará y más ahora que llevas a su hermano -
- Lo sé -
En la entrada todos miraban con enojo a Inuyasha, pues todos sabían que el había sido el responsable de lo que había sucedido con el Lord.
- La señorita Kagome pidió verlo - respondió Miroku.
- Jamás permitiré que mi señora esté en peligro por tu culpa - dijo molestó.
- ¡Jaken! - exclamó.
Todos voltearon para poder ver a Nao que caminaba en dirección hacía Inuyasha con digno porte.
- Príncipe Nao - dijo nervioso.
- Déjalos que vean a mi madre - dijo serio.
- Pero... -
- Hazlo que.... -
Nao no termino de hablar pues un olor desconocido estaba cerca de su madre y esto hizo que se marchara rápidamente.
- ¿Qué sucedió? - preguntaron.
- Ese Ōkami está aquí - mencionó Inuyasha.
- Debemos ir, si no Nao podría hacer algo malo - dijo Miroku.
Tanto Miroku, Jaken e Inuyasha corrieron hacía dónde se encontraba Kagome y Sango para evitar que Nao matará a Kōga. Con ambas mujeres sorprendidas de la recién llegada de Kōga se mantenían alejadas.
- Veo que es verdad que has regresado - dijo.
- Me da gusto verte Kōga - mencionó nerviosa.
- ¡¿A qué has venido aquí Kōga?! - preguntó Sango.
- Solo quiero hablar con mi mujer - respondió mirándola.
- ¡¡Ella jamás será tu mujer!! - gritó entrando.
Kōga evadió el ataque que aquel Daiyokai le había lanzado.
- ¡¿Y tú quién eres?! - preguntó molestó.
- No tengo porque darte explicaciones de quién sea - respondió molestó.
- Nao por favor para - pidió.
Nao sin escuchar las palabras de su madre seguía mirando a aquel Ōkami que era desconocido para el.
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