Han pasado cinco años desde que Kagome había regresado a su época dejando a sus amigos y a Inuyasha, pero durante ese tiempo guardo un secreto el cual era que ella estaba embarazada ella juro que jamás le diría al padre de su hijo, pero cuando regre...
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En la habitación de Sesshomaru, Kagome se mantenía recostada en la cama que había y junto a ella se encontraba Kaede que levantaba todo lo que había ocupado.
- Nao - llamó.
Nao siguió caminado hasta llegar a lado de Kagome dejando el plato de comida en la mesa que había a un lado.
- Madre, ¿Cómo te encuentras? - preguntó preocupado.
- Estoy bien Nao, no te preocupes mucho solo quiero darte una noticia - respondió sonriendo.
- ¿Y qué es? - preguntó confuso.
- Serás hermano mayor, pues dentro de meses nacerá tu hermano o hermana - respondió sonriendo.
Nao sorprendido por aquella noticia sonrió ante la alegría que sentía por tener a un hermano menor.
- Debemos decirle a papá, el estará feliz - decía sonriente.
La puerta fue bruscamente abierta haciendo que todos miraran hacía está para ver como Lady Irasue entraba con digna postura y una tristeza en su rostro.
- El no vendrá durante un tiempo - dijo seria.
- ¿Qué dice? - preguntó serio Nao.
- Lo que escuchaste cachorro tu padre ha sido encerrado por su bien en el árbol sagrado que se encuentra Serca de la aldea - respondió.
Lágrimas silenciosas comenzaron a salir del rostro de Kagome, pues ahora entendía el porque Sesshomaru había aparecido en su sueño, pues se había despedido.
- ¡¿Por qué lo hizo?! - preguntó gritando con lágrimas.
- Porque si no lo hacía los Inukamis se lo llevarían para su conveniencia - respondió seria.
- ¡¡Había otras maneras de detenerlo!! - gritó - ¡¡Usted no sabe lo que he tenido que soportar para poder conocerlo!! -
- ¡Nao! - exclamó Kagome.
Nao con lágrimas corriendo por su rostro solo se tragaba el enojó que sentía, pues no quería angustiar más a su padre por el bien de su hermano menor.
- Realmente lo siento mucho Lady Irasue - dijo haciendo una reverencia.
Kagome a pesar de las heridas se había levantado para poder disculparse por la actitud de su hijo y porque podía ver el sobre esfuerzo que hacía Irasue por no derramar lágrimas.
- Eres realmente extraña Miko, pero entiendo que hizo que Sesshomaru se fijara en ti - mencionó.
- Yo solo entiendo a una madre que sufre - dijo levemente sonriendo.
Irasue sorprendida asintió a las palabras de la Miko y mirando como está mantenía sus manos en su vientre supo que llevaba otro cachorro de su hijo.
- Cuidate mucho Miko y más ahora que llevas a mi segundo nieto - dijo saliendo de ahí.
Irasue al irse al palacio de la luna se sentó en su habitual lugar para poder descansar de todo lo que había pasado y lo que le había hecho a su hijo.
- Debe ser difícil para una madre encerrar de esa manera a su hijo -
- ¿Qué quieres aquí Kirinmaru? - preguntó seria.
- Tranquila Mi Lady, solo he venido porque curiosamente mi hermana Zero me ha dicho todo lo que pasó desde que me fui - respondió.
- Veo que sigue molesta con Inu No Taisho - dijo.
- Jamás entendimos el comportamiento de él, pero ya han pasado años de eso lo que realmente me es interesante es el hijo de tu cachorro - mencionó.
- ¿Qué quieres decir? - preguntó con interés.
- Mi Lady su nieto posee tanto Reiki como Yoki - respondió - Esto quiere decir que no solo por ser un Daiyokai se salve de convertirse en un humano -
- Eso realmente a mi no me importa - dijo - Se que ese cachorro será alguien importante en algunos años -
Kirinmaru sonrió por el comentario de Irasue, pero la InuKami se preocupó un poco al escuchar aquella explicación del Lord del Este, pues aún cuando no lo admitía estaba preocupada por Nao.
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