Han pasado cinco años desde que Kagome había regresado a su época dejando a sus amigos y a Inuyasha, pero durante ese tiempo guardo un secreto el cual era que ella estaba embarazada ella juro que jamás le diría al padre de su hijo, pero cuando regre...
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Nao no sabía que pensar más, pues tan solo en unos instantes había conocido a su padre y después a su abuela.
- Esto es malo, el Lord se ha transformado por completo - avisó Sango.
Irasue solo miraba a su nieto y este aún la veía sin decir nada.
- Sesshomaru - susurró Kagome.
- ¿Qué harás príncipe? - preguntó Irasue.
Nao apretaba las manos de la impotencia que sentía al no saber que hacer en esa situación.
- Nao ayuda a tu padre - pidió.
- No - exclamó - Jamás me perdoría dejar y el tampoco lo hará -
- Nao - decía triste.
- Vaya has madurado un poco tu pensar - mencionó - Pero ahora ya es tarde para Sesshomaru ellos vendrán por el -
- ¿Quiénes? - preguntó.
Explicó es de poder hicieron temblar la tierra haciendo salir a todos para ver lo que pasaba, pues Sesshomaru era atacado por varios Inukamis que intentaban sellarlo nuevamente, pero era casi imposible.
- Deben evacuar al castillo del Oeste - ordenó Irasue.
- No creó que usted lo permita - dijo Nao desafiante.
- Desde que Sesshomaru escogió aparearse con tu madre ya no soy más la Lady del Oeste - mencionó - Tu eres el heredero y dueño del castillo así como tu madre es la nueva Lady del Oeste -
Nao entendió esas palabras de su abuela y sabía lo que tenía que hacer.
- Está bien, Sango-sama por favor mandé a todos al palacio del Oeste - pidió.
- Claro que sí - dijo - Vamos Gyokuto, Kin'u y Hisui -
Los tres hermanos asintieron, pero Kin'u miro a Nao y valientemente se acercó para darle un beso en los labios sorprendiendo a todos.
- Mantente con vida - pidió sonrojada.
Nao sin saber cómo reaccinar solo asintió y Kin'u se alejó con su familia.
- Vaya familia que tengo mis desendientes conquistados por mujeres - mencionó Irasue.
Nao no dijo nada solo intentaba prosecesar lo que había pasado, hasta que la caída de Kagome lo hizo volver en si.
- ¡Madre! - exclamó.
- Nao, por favor ayuda a tu padre - pedía suplicante.
- No puedo madre si ellos vienen por ti no tendrás a nadie quien te cuide - dijo.
Kagome lloraba por ver cómo Sesshomaru era atacado por varios Inukamis.
- Llévate a esa sacerdotisa ahora - ordenó.
- ¿Qué pasará con mi padre? - preguntó preocupado.
- Eso no debe importante ahora, prioriza la vida de tu madre - respondió seria.
Nao asintió y cargando a su madre en la espalda miró por última vez a su padre para después emprender su camino hacía el palacio del Oeste, hasta que se topo con Jaken, Rin y Kohaku quienes viajaban arriba de Ah-Un quien al aterrizar Jaken bajo y se quedó sorprendió al ver a Nao y el ver tremendo parecido con su amo bonito.
- Hasta que llegas - dijo.
- Mi Lady -
- Lleva a mi nieto y a su madre al castillo del Oeste al igual que todos los humanos de esta aldea - ordenó.
Los tres recién llegados se sorprendieron al escuchar que Nao era el hijo de Sesshomaru.
- E...esto debe ser una broma - dijo Jaken.
- ¿Acaso crees que bromeó? - preguntó seria - Ahora has lo que te ordenó -
- ¡Sí! - dijo asustado - Príncipe acompañe me mi amo no me perdonará si les pasa algo -
Nao no entendía bien lo que pasaba y aún cargando a su madre siguió a Jaken quien volvió a montarse a Ah-Un quien comenzó a caminar hacía el castillo. Pero con Sesshomaru nada iba bien y es que Yakō había matado a más de la mitad de los Inukamis que intentaban detenerlo y todo esto era visto por Inuyasha que se mantenía alejado.
- ¿Esto es lo que querías hanyō? - preguntó seria.
Inuyasha asustado miro a Irasue quien se veía tan imponente como siempre.
- Yo... -
- Ahora tendrás que llevar el odio de la mujer que juraste proteger ante Inu No Taisho - mencionó.
- ¿Qué piensas hacer? - preguntó serio.
- Lo que una madre jamás debería hacer - respondió.
Irasue suspiró y mirando a Yakō se transformó en la InuKami que era para poder encerrar a su hijo durante algún tiempo.
- Perdón - susurró.
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