Han pasado cinco años desde que Kagome había regresado a su época dejando a sus amigos y a Inuyasha, pero durante ese tiempo guardo un secreto el cual era que ella estaba embarazada ella juro que jamás le diría al padre de su hijo, pero cuando regre...
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Conforme la batalla avanzaba la nieve seguía callendo manchando se de sangre carmín. Mientras Kōga peleaba dignamente contra el quinto hermano mayor, Inuyasha y Miroku peleaban contra el cuarto hermano mayor y segundo hermano mayor.
- Maldición - musitó algo cansado.
- Inuyasha, debemos acabar con ellos antes de que se lleven a los hijos de la señorita Kagome - decía cansado Miroku.
- Lo sé, lo sé Miroku - decía desesperado.
- Realmente creen que podrán con nosotros - decía con burla - Nadie evitará que nos llevos a los dos príncipes -
Nuevamente comenzaban a pelear, cerca de ellos casi en el centro del pueblo Kohaku se encontraba pelando contra el primer hermano y el menor de todos dandole una digna batalla al Inukami menor.
- Para ser un simple exterminador eres realmente bueno peleando - admitía - Lastima que deba matarte -
- Si realmente piensas que puedes matarme inténtalo - dijo retador.
Al Inukami menor le daba gracia lo poco arrogante que podía ser aquel humano que siguió peleando. En la entrada del pueblo Kagome y Nao se encontraban peleando contra el cuarto hermano mayor y séptimo hermano mayor, pero este último había sido atacado y tocado en varias ocasiones por el poder espiritual de Kagome llegando lo a lastimar gravemente.
- Realmente eres valiente sacerdotisa, pero me preguntó, ¿Cuánto tiempo durarás en combate? - preguntó sonriendo - Porque hasta yo sé que todo poder tiene un límite y tú lo estás alcanzado -
Al decir esto se lanzó ante Kagome, pero rápidamente fue detenido por Nao quien había dejado de enfrentar al cuarto hermano mayor para proteger a su madre.
- Jamás dejaré que la toques - dijo molestó.
Nao lanzó algo lejos al séptimo hermano poniéndose frente a su madre, al levantarse y ponerse de pie, el séptimo hermano y el cuarto hermano se unieron para atacar a Nao, pero en ese pequeño instante Shingo despertó y Nao dejo que este tomara el control convirtiéndose en un Inu haciendo que los Inukamis pararán el ataque y que kagome se sorprendiera.
- Nao - susurró sorprendida.
Al momento que Shingo despertó miro a Kagome y después de unos segundos miro a aquellos Inukamis y comenzó a atacarlos comenzando una pelea digna de admirar, pues todos los que estaban cerca y podían verlo se sorprendieron de ver al heredero del Oeste pelando con valor y defendiendo a una humana que era su madre, sin embargó en los cielos el noveno y más poderoso hermano miraba con admiración aquella pelea sin hacer nada, pues claramente quería tener al príncipe heredero y hacerlo su peón en su sanguinario plan de acabar con los humanos.
- Cada vez el mento se acerca - decía mirando la luna - Pronto mi verdadero poder saldrá y ni aquella sacerdotisa podrá hacer algo -
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