Han pasado cinco años desde que Kagome había regresado a su época dejando a sus amigos y a Inuyasha, pero durante ese tiempo guardo un secreto el cual era que ella estaba embarazada ella juro que jamás le diría al padre de su hijo, pero cuando regre...
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¿Cómo debía sentirse? Pues no lo sabía, Nao solo seguía mirando a Sesshomaru quién lo miraba sin decir nada.
- ¿Realmente lo es? - preguntó - Me mentiste una vez, ¿Por qué no lo harías dos veces? -
Kagome se sentía mal al escuchar esas palabras de su hijo, pero ella sabía que las merecía, pero para Sesshomaru eso no era aceptable para nada aceptable.
- ¿Dime cómo te trata Shingo? - preguntó serio - ¿O acaso no lo puedes controlar? -
Nao miró a Sesshomaru con sorpresa, pues nadie sabía el nombre de su vestía interna y el que la persona que más admiraba lo supiera le hacía sentir triste, pero lo que no sabía es que Yakō sabía de la existencia de Nao desde hace tiempo y ahora todo hacerca de él se lo estaba dando a conocer a Sesshomaru eso incluía a su vestía interna.
- Una vez te pregunté si realmente eras un Daiyokai - mencionó - Pero para ser mi hijo debes entender que en nuestro mundo nosotros somos lo seres perfectos y los humanos pueden cometer erros, pero jamás juzgues a tu madre -
Nao apretaba sus puños y mientras lágrimas salían se atrevió a llevar la contraria a su padre.
- ¿Cómo podrías decir eso sí nunca estuviste? - preguntó molestó.
- Porque he visto a una madre proteger de la misma manera a su hijo - respondió serio - El día que nos encontramos yo recién había escapado de un lugar donde me torturaron por un pecado -
Nao sorprendido miro a Sesshomaru, pues recordó aquel pecado que había cometido.
- El enamorarte - dijo.
- Tu madre y tu corrían y siguen corriendo peligro ahora que los conozco y ellos jamás se detendrán hasta verme hacer lo que ellos quieren - dijo.
- Pero yo puedo pelear contigo - dijo mirándolo suplicante.
Sesshomaru miro a Nao y después a Kagome, pero está lucía preocupada y angustiada.
- No - dijo - Tu cómo príncipe de las tierras del Oeste debes proteger a tu madre -
- Pero... -
- Recuerda que eres mi hijo y primero está tu madre antes que el Lord - dijo serio - Sin ella a puesto que no sobrevivirías -
- ¿Y tú si Sesshomaru? -
Sesshomaru volteó rápidamente mirando a Inuyasha quien lo miraba con superioridad.
- Veo que el meterte en conversaciones ajenas es habitual en ti - mencionó serio.
Inuyasha quien bajaba de un árbol sonrió al ver a Sesshomaru.
- Digamos que pase y escuché todo - dijo sonriendo - Así que el gran Lord Sesshomaru está protegiendo a su familia de los Inukamis -
Sesshomaru apretaba sus puños para soportar la osadía de su medio hermano, pero Nao no podía.
- ¿Realmente no puedes superar el que mi madre te haya dejado? - preguntó serio.
- Que frías palabras príncipe - respondió sonriendo - Pero tuadre ya no es mi problema -
- ¿Entonces porqué estás aquí? - preguntó.
- Porque tu padre - dijo sacando a Tessaiga.
Nao estaba dispuesto a atacar, pero Sesshomaru se interpuso para que eso no pasará.
- Recuerda que para un príncipe Daiyokai es todo en su vida - dijo serio.
Nao al sentir tanta impotencia se alejó hacía dónde se encontraba Kagome quien lo abrazó.
- Así que lo sabes ya - mencionó tomando su postura seria.
- Esa maldita mujer vino hace años para advertirnos de que Kagome regresaría para detener un poder más fuerte que el de Naraku se los dije a todos y tras años de búsqueda supe que debemos acabar contigo - decía mirándolo - Jamás permitiré que Kagome se sacrifique para que tu puedas morir -
Kagome y Nao estaban sorprendidos de escuchar tales palabras, pero Sesshomaru no dijo nada solo se mantuvo serio.
- ¿Y creés que yo la dejaría hacerlo? -
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