Después de que Mikhail Gorbachov fuera destituido del gobierno en 1987, la Unión Soviética tendrá que enfrentar nuevos retos para la recuperación económica y social y así garantizar su victoria en la Guerra Fría.
Herat. República Democrática de Afganistán. Aeródromo militar soviético
Habían pasado unos días después de que Hussein Zhakaev se había reunido con Massaud Ahmadi en el marco de la operación Llamas Rojas, ahora sus objetivos habían cambiado por completo.
Además de Estados Unidos y Pakistán, el gobierno de Irán y de China respaldaban a los muyahaidines. Por un lado el Secretario general mando a la cancillería para realizar negociaciones con China para llegar a un acuerdo para que el apoyo a los extremistas fuera retirado. Pero era otra historia con Irán, el ayatolá no pensaba ceder a las propuestas soviéticas de abandonar a los muyahaidines a su suerte, incluso negándose a recibir armamento soviético para seguir combatiendo a Irak y el corte de suministros armamentisticos a éste último.
Finalmente, tras muchos intentos fallidos y por recomendación de su ministro de defensa el Secretario general decidió disuadir a los iraníes de una manera un poco más agresiva. Es aquí dónde entran las fuerzas conjuntas afgano-soviéticas para realizar una operación de castigo.
El plan era enviar a un contingente armado para atacar a una ciudad iraní, una ciudad relativamente grande y que fuera motivo para ceder a las demandas de la Unión Soviética. Ésta ciudad sería Mashhad, cercana a las fronteras de la RSS de Turkmenistán era el blanco perfecto para el propósito antes dicho. El traslado sería vía aérea debido a la facilidad que tenía éste método en aquel momento y a que la mayoría de las fuerzas iraníes estaban concentradas en contrarrestar a las fuerzas de Sadam Hussein en la zona occidental del país.
El ataque sería en contra de unos cuarteles militares cercanos a la ciudad de Mashhad y contra la propia infraestructura de la ciudad. Ésta operación se dividió en partes, faltando a la habitual doctrina militar soviética de ataque profundo (o guerra profunda) dadas las circunstancias presentes.
"Cómo se habrán dado cuenta no tendremos apoyo aéreo ni equipo pesado, estamos limitados a uso de munición anti-tanque y lanzagranadas. Debemos mantener la discreción pese a que sea un ataque punitivo". Explicó Hussein Zhakaev.
"Hmph... Irónico camarada Zhakaev, atacaremos un país con quién no estamos en guerra por evitar otra guerra".
"Si lo quiere ver así camarada Ahmadi, pero en el peor de los casos el gobierno soviético solicitará a la ONU una intervención, y dado a que los Estados Unidos aún no se han olvidado del secuestro de su embajada en Teherán es probable que acuerden una acción militar conjunta. Por más loco que suene eso puede suceder".
"....".
"Pero bueno... Ya casi es media noche, y los helicópteros ya casi están listos. Camaradas pueden retirarse en tanto los preparativos no hayan finalizado".
Los soldados se retiraron a verificar su equipamiento y posteriormente descansar. Solamente habían objetivos generales y no se había marcado un tiempo límite para cumplirlos por lo que las cosas o bien podrían hacerlas innecesariamente frenéticas o innecesariamente calmadas. Dependía ya de su juicio.
El tiempo pasó de manera muy lento debido al acumulación del cansancio, pero finalmente fueron notificados de la finalización de los preparativos. Lo traslados correrían a cargo de la Fuerza Aérea Soviética en helicópteros Mil Mi-8.
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