Oriente: La Unión Soviética.

Capitulo 2: Juicio y destitución.

Moscú.
Unión Soviética.
Sesión extraordinaria del Soviet Supremo.

"A continuación el Secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética, Mikhail Gorbachov pasará al estrado para compadecer ante el Soviet Supremo".

Finalmente había llegado la hora, Mikhail Gorbachov se presentaría. Una notable tensión se hizo presente entre los asistentes. Por un lado sus partidarios y abogados buscaban cómo sacarlo de esa situación relativamente intacto.

Por otro lado estaban sus rivales de las facciones ortodoxas, incluyendo a su candidato, Gennady Ziuganov.

Unos pasos empezaron a sonar, Mikhail Gorbachov atrajo la vista de todos, al llegar se preparó y empezó a hablar.

"Pueblo de la Unión Soviética, miembros del Soviet Supremo, he venido aquí a compadecer conforme los artículos de la Constitución en el pleno proceso del juicio político imputado en mi contra. Cómo Secretario general tengo la plena responsabilidad de salvaguardar los derechos e intereses del pueblo soviético".

Terminando su breve intervención, el presidente del Soviet Supremo, Anatoli Lukiánov, comenzó el proceso estipulado por la Constitución.

Pasó más de una hora entre deliberaciones e intervenciones de distintas partes, presentado pruebas de diversas índole e incluso datos de las épocas con relación al estado de derecho.

Había una paridad entre las partes, por lo tanto los comunistas ortodoxos sacaron su 'arma secreta', el recién nombrado líder de las facciones ortodoxas, Gennady Ziuganov.

Gennady era un hombre de carácter fuerte y firme, por lo tanto lo que diría a continuación sería en primera instancia humillante, no en el sentido de denigrar a Gorbachov, sino que otro tipo de humillación.

"Señor Gorbachov, tengo entendido que usted busca el bienestar de la Unión Soviética, ¿Cierto?".

La gente miraba con suma atención mientras Gorbachov empezaba a sudar frío.

"Sin embargo sus acciones son más que contradictorias, no solo ha permitido que nuestros rivales se fortalezcan, ¡Sino que también usted ha permitido que nos insulten!, ¡Cómo si fuéramos perros!".

"Señor Ziuganov, por favor guarde la compostura". Intervino Anatoli Lukiánov.

"Disculpe señor presidente. Regresando a nuestro tema, no sólo su incompetencia ha arrastrado al gobierno soviético, ¡Sino que también al pueblo!.

Usted ha permitido que Ronald Reagan, Margaret Tatcher y los demás líderes de tercera sigan calumniando, agrediendo e insultando a la Unión Soviética, ¿Cómo puede simplemente quedarse de brazos cruzados mientras ELLOS siguen atacandonos?

Su incompetencia y la de las facciones más liberales nos han traído al borde del abismo, desde que Krushev aprobó su baratija de plan agrario nos hemos visto privados de nuestra autosuficiencia, desde que usted asumió el cargo no han podido efectuar un plan sin que afecte enormemente los otros sectores económicos.

Su 'Perestroika' lo único que hará es el derrumbe de la economía planificada, usted está haciendo que el capitalismo salvaje entre a nuestra gloriosa Unión.

La verdadera pregunta es ¿Hará algo de tal magnitud para salvar a la Unión Soviética de un posible derrumbe?".

La debilidad de la relación internacional que se siguió desde Krushev (Según recuerdo era algo llamado Plan de Coexistencia Pacífica o algo así) salió a flote. Con unas simples palabras bien calculadas se asestó un golpe que bajaría enormemente la popularidad de Gorbachov y a su facción del PCUS, debido a que éstas palabras fueron transmitidas a nivel mundial.

Los vítores de las multitudes al escuchar las palabras de Ziuganov, fueron tan fuertes que incluso pudo resonar dentro del auditorio del Soviet Supremo. La situación casi aseguró la destitución del actual Secretario general.

"Bien, convoco un receso de 10 minutos para establecer el veredicto". Dijo el presidente del Soviet Supremo.

Mientras tanto todo el mundo estaba inquieto, después del anuncio del receso varios líderes se comunicaron tanto con Gorbachov como con Ziuganov.

Después de la destitución el Soviet Supremo se llevaría a cabo la elección del nuevo Secretario general, hasta ahora las preferencias estaban encabezadas por una diferencia aplastante, Gennady Ziuganov tenía la victoria asegurada. Incluso algunos líderes como Fidel Castro o Jambyn Batmönkh (Presidente de la Mongolia Popular) llamaron a Gennady Ziuganov para discutir las futuras políticas que serían tomadas por la Unión Soviética.

Mientras que Gorbachov recibió una cantidad aún mayor de llamadas de líderes, ya que Gorbachov aún se colocaba como el favorito a nivel internacional.

El tiempo de receso se tuvo que postergar por otros 15 minutos debido a que aún no se había llegado a un veredicto definitivo, razón por la cuál las llamadas pudieron hacerse.

Sería cuestión de esperar, el nerviosismo en los presentes se estaba disparando, no obstante, la compostura era necesaria para afrontar el veredicto, fuese cual fuese el resultado deberían estar al menos en apariencia en calma.

De repente una puerta se abrió.

"Bien, pasen".

Un asistente indico que ya era hora. Todos pasaron y se sentaron.

"Damas y caballeros. Después de analizar todas las pruebas y conjeturas de las partes, el Soviet Supremo ha llegado a su veredicto".

Algunas personas se inclinaron hacia adelante para no perder detalle alguno.

"Conforme a los estatutos constitucionales hacemos efectivo el proceso de destitución contra el Secretario general de su cargo. Por tanto el señor Mikhail Gorbachov queda relevado de sus funciones en el gobierno, no obstante, quedará a elección del Partido Comunista de la Unión Soviética quien será el nuevo Secretario general".

Acababa de suceder un hecho histórico, sólo una vez se había forzado a la dimisión, pero nunca una destitución formal por parte del Soviet Supremo.

La elección se llevaría a cabo ese día para elegir cuanto antes el nuevo Secretario general, la decisión debería ser acertada ya que de lo contrario, el liderazgo soviético se vería socavado como algunos países débiles políticamente.

[Fin del capitulo 2.]