Séptimo año: Preparación

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Martes 9 de Enero, 1978

—Bien, Moony, —James marchó dentro del gran salón la mañana siguiente acarreando una pila de libros sobre la que apenas podía mirar.

Los dejó caer de golpe en la mesa del desayuno frente a Remus, interrumpiendo la avena con la que había estado jugando. No tenía mucho apetito, de alguna forma.

—¿Qué son estos? —se acercó para tomar el libro más cercano. Hechizos Avanzados Defensivos.

—Potter, —Lily enderezó su espalda, mirando por encima de la pila con asombro, —¿¡Has estado en la biblioteca!? ¿¡En la mañana!? ¿¡En vez de estar volando!?

—¡Necesitamos preparar a Moony, Lily!

—Pero... ¡dijiste que las mañanas eran sagradas para ti! —dijo Sirius.

—¡Dijiste que tenías que rendirle homenaje a los dioses de la pista de quidditch! —sonrió Peter.

—Puedo perderme una mañana. —Dijo James, despreocupadamente.

—¡Prongs! —Remus agarró su mano, y se dejó caer frente a él dramáticamente, —Estoy conmovido.

—Quítate, —James tiró su mano de vuelta, sus orejas se tornaban rojo brillante. —Todos puedes dejar de burlarse de mí. ¿¡Soy el único tomándose esto seriamente!?

—¡Hey! —Sirius sonrió travieso. Remus y Peter gruñeron en anticipación de lo que venía, —Yo soy siempre Sirius.

Peter y Remus se cubrieron sus ojos avergonzados, pero debió haber sido la primera vez que Lily había oído esa broma porque resopló con risa tan repentinamente que su té salió disparado por su nariz. Esta fue la cosa más graciosa que incluso los merodeadores habían visto en años, y todos estuvieron histéricos por unos buenos cinco minutos, cada vez que alguno de ellos conseguía detenerse, Lily volvería a resoplar, o James movería sus cejas y estarían inevitablemente estallando en risas una vez más.

Cuando finalmente se calmaron, Remus abrió el primer libro ansiosamente y decidió que comería su avena después de todo.

Fueron a lecciones con un nuevo sentido de propósito, y James sugirió que todos se encontraran en la biblioteca después de la última campana para empezar a trabajar en preparar a Remus para lo que fuera que le esperaba. Hicieron esto cada día por toda una semana, expropiando un bloque de seis escritorios detrás de algunas pilas en una esquina, donde podían tener completa privacidad, empujándolos todos juntos y cubriendo la cosa en textos de teorías de batalla, técnicas de duelo, encantamientos defensivos y maleficios. Peter incluso hizo un amenazante letrero que decía Consejo de Guerra de los Merodeadores: No Molestar, que funcionaba como un encantamiento (posiblemente porque había sido literalmente encantado por Lily) y quería decir que podían dejar su trabajo ahí y volver cuando quisieran.

Remus abandonó sus grupos de estudio, pidiéndole a Christopher que se hiciera cargo, James nominó a Marlene para que se hiciera cargo en dos de sus sesiones de quidditch, e incluso Lily dejó de ir a las reuniones del Slug Club esa semana. (Aunque sí intentó irrumpir en el estudio de Slughorn para intentar conseguir algo de Felix Felicis para Remus, pero no tuvo suerte y casi la atrapan). En breve, los cinco pasaron tanto tiempo como les fue posible trabajando para la misma causa; preparar a Remus para su misión.

Había estado molestando a James antes, pero Remus realmente estaba conmovido, solo que difícilmente había algo de tiempo para fijarse en eso, como todos estaban dedicados a estudiar más que cualquiera de ellos lo había hecho antes. Remus solo agradecía a sus estrellas de la suerte que James era tan bueno en defensa contra las artes oscuras; nunca habían tenido un profesor que se quedara más de un año en la materia, entonces el propio conocimiento de Remus estaba parchado. Los esfuerzos combinados de James y Lily lo ayudaron a cubrir más terreno en una semana de lo que había tenido desde sus TIMOs.

All the Young Dudes 5-7Where stories live. Discover now