Quinto año: La semana siguiente

3.7K 515 488
                                    

Domingo 13 de Junio, 1976

Todo duele, fue el primer pensamiento de Remus al despertar. El siguiente fue, ¿dónde están? Nadie había venido. Estaba cálido, demasiado cálido para Junio, y su corazón no dejaba de latir con los restos de la frustración del lobo. Se puso de pie, y se tambaleó hacia la cama, sangrando.

Se supone que iba a ser su última hurra, pensó miserablemente. Se supone que iban a cazar unicornios. ¿Qué había pasado?

Enseguida empezó a preocuparse, algo terrible debió haber pasado, algo realmente terrible, para que ninguno de los merodeadores fuera en absoluto. Cualquiera de ellos por su cuenta hubiera sido capaz de sentarse con él, por lo menos, solo para acompañarlo. Incluso Wormtail.

—Buenos días, querido, —Madam Pomfrey entró a la habitación rápidamente. Estaba más nerviosa que de costumbre, lo podía oler en ella. Algo había pasado. Solo que no podía preguntar, ¿cierto? —Oh, pobrecito, ha sido toda una noche, ¿eh? —ella empezó a curar sus peores heridas.

—¿A qué se refiere con 'toda una noche'? —preguntó, tratando de no sonar muy ansioso.

—Oh... nada, querido, nada de qué preocuparse en absoluto.

En la enfermería, hubiera intentado mantenerse despierto, pero Madam Pomfrey se mantuvo a su lado para asegurarse de que se terminara su brebaje para dormir, y se durmió enseguida.

—¿Remus? ... psst... ¿estás despierto?

Remus abrió sus ojos, con la mirada nublada e irritada, para encontrarse con la borrosa imagen de James flotando en su vista. Solo la cabeza de James.

—¿Prongs? —graznó,

—Shh, —murmuró James, apenas moviendo sus labios, —Pomfrey no dejaría a nadie entrar a verte verte, tuve que escabullirme bajo la capa. ¿Estás bien?

—No realmente, —podía sentir las nuevas heridas, sin moverse. —¿Qué pasó? No vinieron.

Su amigo tenía una expresión inusual. Inusual en las facciones de James, de todas formas. ¿Era vergüenza?

—De verdad lo siento, Moony.

—¿¡Por qué!? ¿Qué pasó? —preguntó Remus de nuevo, su voz se estaba desesperando. —No puedo recordar nada.

—Fue... Godric, no sé cómo decírtelo.

—Inténtalo.

¿Dónde estaba Sirius? ¿¡Por qué no estaba ahí!? Remus quería gritarlo.

—Mira, por favor no te enfades con él, ¿vale? Es un idiota, un jodido estúpido idiota, pero no creo que se dio cuenta, no creo que haya querido...

Ah. Todo cayó encima de Remus demasiado rápido.

—James. ¿Qué hizo Sirius?

James nunca había sido deshonesto hasta donde Remus lo había conocido. Y aún, mientras la historia se derramaba de sus labios, estaba temperada con pequeñas mentiras blancas, ya sea para proteger a Remus o Sirius, no estaba claro. Sirius no había estado pensando; había sido desconsiderado; no quería hacer daño.

Pero causó una buena cantidad de daño, lo hubiera querido o no, y hubiera sido responsable por mucho más.

—Él... le dijo a Snape. —Dijo Remus, tratando de tener un agarre de la situación, sintiendo una horrible, enfermiza, punzante sensación empezando en su estómago y esparciéndose hacia arriba.

—No... no exactamente, —James pestañeó, humedeciendo sus labios, —Le dijo cómo funcionaba el sauce, y Snape... ya sabes cómo es Snape.

—Sé cómo es Sirius.

All the Young Dudes 5-7Where stories live. Discover now