Beatrice: La Nueva Identidad©( Historia Completa)

Capítulo 16: Almas del Bosque.

...

En algún lugar del bosque predominaba el ambiente tranquilo.

Mis pasos eran silenciosos y pausados, las hojas secas hacían ruido cuando las pisaba, al igual que las ramas muertas. La hierba sobresalía sobre mis tobillos y por cada paso que doy, más confundida estaba. Volteo hacia atrás y en todo el extenso bosque, se encontraba la puerta de la cafetería que no llegaba a nada.

¿Dónde estoy?

Era la pregunta que inundaba mi mente, una que no encontraba respuesta. Estaba en un bosque, eso era más que obvio, pero ¿En qué parte del bosque estoy? Unos 5 minutos atrás me encontraba en la puerta de una cafetería y segundos después, me hallo sin ninguna razón en el medio de la nada.

Este lugar emana serenidad.

Entonces escucho un ruido.
Era simple, una rama partiéndose. No era estúpida, sabía que ese ruido era causado por algo, o alguien.

-¿Hola?- Digo temerosa.

Nadie me respondió, solo el viento que me susurraba el oído.

El sonido de ramas partiéndose era más cercano y cauteloso. No sabía dónde estaba, ni como había llegado, no tenía idea de que momento me imaginaría en esta situación. Tal vez sea uno de mis tantos sueños extraños, quizás estuve dormida todo este tiempo. La cafetería, Ofelia, el chico encapuchado, el bosque y los pasos acercándose; podrían ser producto de mi imaginación, de mi mente. Solo había una forma de sacarme de las dudas, de averiguar, y era el clásico truco de pellizcarse. Al hacerlo, el dolor de mi brazo era incontrolable.

Mi corazón se aceleraba con rapidez. No era un sueño y eso es lo que más temía, todo lo que estaba presenciando en carne propia. Los pasos se acercaban más y más. Mis alrededores solo veía montones de árboles y maleza. No se veía nada que no sea bosque.

Hasta que lo vi.

Entre todo el boscaje allí se encontraba, mirándome. No sabía describir que cosa era aquello que se asomaba detrás del tronco de un árbol. Parecía sacado de un retorcido cuento de fantasmas.

Era sin duda una silueta humana, pero no tenía rostro. Su piel era igual a la criatura de mis sueños, pero al contrario de él, este parecía una sombra. Notó que lo miraba y se ocultó detrás del tronco. De pronto, pasos acelerados escuchaba en mi entorno, estaban corriendo, muchos iguales a él, y me estaban rodeando.

No sabía qué hacer y mucho menos no podía quedarme quieta, así que opté por la opción de correr, sabrá dios a donde.

Pero aquellos pasos me perseguían, corrían al compás de mis movimientos y no importaba donde miraba, aparecían y desaparecían entre los alrededores. Seguía corriendo sin rumbo alguno, hasta que veo un lago. Me dirigí allí, necesitaba salir del bosque, y cuando llegué a la orilla, los pasos se detuvieron. No había presencia de otro sonido que no sea el de la naturaleza misma, y eso me aterraba. Podían haberse alejado, pero lo dudaba.

Mi vista estaba en el inmenso lago que se extendía por todas partes.

Entonces, en apenas unos segundos se escuchaban susurros, los escuchaba murmurar detrás de mí y eran muchas voces a la vez. Me volteo; grave error.

Al voltearme quedé atónita con lo visto. Siluetas oscuras sin rostro y aunque no lo tuvieran, sentía que me observaban. Era una gran cantidad de aquellas criaturas. Era un ejército de sombras humanoides. Una de ellas se acercó hacia mí, pero yo retrocedía hasta sentir la humedad del lago en mis zapatillas. No tenía donde ir o huir, todo era extraño, confuso y aterrador. Estaba atrapada.

-No sigas retrocediendo -La voz de uno de ellos eran tan distorcionada. Quedé sorprendida al solo saber que la sombra me hablaba. - Solo no tengas miedo, nosotros no te haremos daño.

Entonces siento que me sujetaban los tobillos. Eran manos que salían de las profundas aguas del lago. Me inmovilizaban los pies y los jalaban hacia el lago. La sombra se agachó y de un pequeño toque al algua, las manos desaparecían una por una, regresando a las profundidades. La sombra me extendió su desenfocada mano oscura, desconfío de ella pero la tomo algo confundida. Al menos es mejor que ser arrastrada y absorbida por el lago.

-Eso es, aléjate del agua.

-¿Qué eran esas cosas? - Pregunté sin dejar de observar las profundas aguas. Después observo a las sombras, en especial la que sostiene mi mano.-¿Qué son ustedes?

-Esas cosas son almas, el lago es su santuario. Cualquier cosa que toque el agua, es arrastrada a las profundidades, para transformarse en uno de ellos. Nosotros somos almas del bosque, sombras para ti. No somos malas, al contrario de las almas del lago, ellas no tienen compasión.

Ellos no me iban a ser nada, ellos no eran malos, aunque desconfíe un poco. No sería bueno crear enemigos en un lugar que no conozco. No puedo moverme a ciegas.

-¿Dónde estoy? - Pregunto algo aturdida.

-¡Silencedale! - Gritan.

-¿Silencedale?- Pregunto nuevamente.

-Así se llama este lugar, ésto en el futuro, será Aberomth. Después de que laboratorios O.R.G.U.L.L.O domine el territorio - Dice aquella sombra que de un toque al agua, alejó a las pálidas manos.

-Me estás diciendo que este lugar, será Aberomth en el futuro. ¿Cómo es posible?- Digo desconcertada. Saber que éste mismo bosque repleto de estas criaturas sin rostro, será en un futuro el pueblo donde estoy viviendo desde mi infancia. Es imposible ¿Por qué los habitantes de Aberomth no supieron de la presencia de estas cosas?

-Eso tendrás que averiguarlo.

¿Acaso me leyó la mente?

No solo eso sabemos hacer, Beatrice.

Entonces el sonido de la campanilla llegó a mis oídos. Era la puerta de la cafetería, alguien había salido o entrado de Snake&Black.

Ya estaba de regreso en la cafetería del lado sur de Aberomth. Aún no entiendo como regresé, pero eso no es lo importante en estos momentos. El mismo chico encapuchado se encontraba sentado en la mesa del rincón más oscuro, pero si mi memoria no me fallaba, él antes no tenía nada en su mesa, ni siquiera el periódico del que tanta atención le presta. Recuerdo que yo lo tenía. Cuando giro hacia la dirección donde antes suponía que estaba el periódico anteriormente, antes de desaparecer, si a lo sucedido se le puede llamar desaparecer.

Ya no había nada.

-¿Beatrice, sucede algo? - Ofelia aparece aún con su libreta en manos.

-No te preocupes, Ofelia. Todo está bien.