Capítulo 2: Recuerdo

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...

Ni recuerdo con regularidad lo que pasó aquella mañana; ni porque estábamos en las afueras de Aberomth. No recuerdo el motivo exacto del porque me encontraba en esa carretera. Mi memoria solo se centraliza en una pequeña niña, el desesperando rostro de Alan...y un accidente.

-Se está despertando, llamen a la enfermera

Mis músculos tensan con un simple movimiento de cabeza; parece que estuve inactiva un buen tiempo, quizás no tanto, pero las fuertes pulsadas de dolor en mi mente me hacían creer que fue una semana sin actividad. ¿Cuánto tiempo ha pasado? Todo se veía un poco borroso, pero no me dificultó identificar una persona que al parecer estaba durmiendo tranquilamente, se encontraba con la cabeza oculta en sus brazos recostados en la orilla de mi cama; era tan tierno como si estuvieras viendo a un niño.

Deslicé mis ojos hacia abajo, en la dirección de mi cuerpo, y me encuentro con una escena preocupante. Al mirarme bien los brazos me di cuenta que estaban completamente vendados, pero no solo era eso, sino también mi pecho, los pies, mi abdomen y estómago, algunas partes del cuerpo como lo son el cuello, la cabeza, y mi ojo izquierdo eran cubiertos por una fina tela blanca. Todo lo miraba con mi ojo derecho confundida.

Estaba inquieta y me movía con cautela, pero eso causó que se depertara el bello durmiente de cabello azabache. Alan al verme lo hizo con pereza, restregándose los ojos, los cuales se notaban unas pequeñas ojeras.

-Perdón si te he despertado, estaba algo incómoda- dije. Mi voz sonó ronca y desgastada, provocando un soportable dolor de garganta.

Sus ojos miel desprenden un brillo de felicidad y para después de ellos salir un líquido que se desliza por sus pómulos hasta terminar en su mentón. Eran cascadas lo que salían de su mirada; cascadas de emoción. Estaba llorando descontroladamente, y sin esperármelo, me rodea tan fuerte con sus brazos para así iniciar un deseado abrazo, como si yo fuera un peluche de algodón.

-Yo también estoy muy contenta de verte niño, y por cierto me estás lastimando- me quejo.

-Perdón fue solo un impulso, no fue mi intención lastimarte, aunque necesitaba ese abrazo- Dice mientras se limpiaba las lágrimas con su camisa verde limón - Y no me llames niño.

Ambos nos sonreímos.

No me había percatado del lugar en donde estaba encamada, una elevada ventana donde a través de ella se admiraba un cielo nocturno decorado por un montón de estrellas. Ahora escuchaba un pitido insoportable y el olor de la medicina se hizo notar. Era una habitación pequeña donde cabrían aproximadamente siete personas.

-¿Dónde estoy?- Pregunte, muy tonto de mi parte porque creo que ya sabía la respuesta.

-Estás en el hospital- Me responde Alan con una sonrisa ladina.

-¿Por qué estoy aquí?- Vuelvo a preguntar.

-¿No lo recuerdas?- Niego - Tuviste un accidente en las afueras de Aberomth.

Entonces pequeños flashback aparecen en mi mente. Yo caminando con Alan en una carretera solitaria, con los ojos cerrados, Alan gritando mi nombre desesperadamente y yo después impactando en el suelo.

Aún no estaba segura con lo sucedido.

-Alan y ¿Qué sucedió?

-¿No lo recuerdas, Beatrice?- Vuelvo a negar.

Alan se sienta en la orilla de la cama y juguetea con sus dedos de manera nerviosa.

-Estábamos dando un paseo en el bosque - Narra - Cuando nos detuvimos a descansar, habíamos caminado demasiado. Yo propuse que jugáramos: Di lo que escuchas y sientes, decías que escuchabas las hojas de los árboles, las ardillas, los ciervos, etc. No volviste tú a hablar por lo que pensé que era mi turno, hasta que me percaté de que se acercaba un auto. Te levanté, creí que lo habías notado y creía que estabas caminando detrás de mí, pero no lo hiciste. Te llamaba múltiples veces y tuve una absurda idea de ir por ti corriendo para salvarte, hasta que abriste los ojos.

Beatrice: La Nueva Identidad©( Historia Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora