❝Miedo irracional a ser feliz por temor a que a continuación pase algo malo o negativo.❞
Alexandra White sabe que no puede ser feliz. No sólo por las situaciones que vive día a día, sino también por miedo.
Ella piensa que ser feliz es algo negativo...
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La última fiesta de la que formarán parte los estudiantes de séptimo año daría comienzo.
Alex estaba en la Barra esperando a que los chicos lleguen y se unan a ella. El ambiente estaba bastante agradable.
Todos estaban emocionados gracias al triunfo de Gryffindor el domingo.
La Sala Común de los leones estaba inundada de alumnos pertenecientes a esa casa y estudiantes de Ravenclaw y Hufflepuff.
El alcohol ya había comenzado a recorrer entre los alumnos, al igual que los cigarros y alguna que otra sustancia ilegal.
–Hola, Alex.
Alexandra se giró y se encontró con Caroline, la chica no le terminaba de convencer, pero tal vez juzgaba mucho. Es decir, la rubia nunca le hizo nada malo.
–Hola. ¿Cómo estás?
–Bien, disfrutando la fiesta. ¿Tú estás sola?
–Por ahora, sí. –dijo sonriendo a medias. –Los chicos bajarán en cualquier momento.
Caroline asintió y se sirvió un vaso de Whisky mientras miraba a su alrededor, ojeando la decoración.
–¿Tú viniste sola? –preguntó Alex.
–Si. –respondió elevando sus hombros. –Mis amigos por algún motivo están distanciados de mí.
Alex hizo una mueca triste y notó cómo Caroline miraba sus manos, se notaba que se sentía mal.
–Si quieres puedes quedarte con nosotros. –ofreció.
Caroline levantó su mirada soprendida y sus ojos se llenaron de lágrimas. Alex se sintió un poco mal, ella se había sentido así por mucho tiempo.
–¿De verdad?
–Claro, no creo que los chicos tengan problema.
Caroline sabía lo que hacía. Para ella era tan fácil hacer de cuenta que lloraría, bastaban unos segundos para que llene sus ojos de lágrimas y manipule a alguien.
–Gracias, en verdad. –dijo sonriendo.
–¡Eyad!
Alex se volteó ante el grito de Remus y sonrió ampliamente, los chicos besaron su frente y formaron una ronda.
–Bonita. –saludó James con sonrisa coqueta mientras besaba sus labios.
James frunció al ceño al ver que Caroline se encontraba allí, la chica últimamente estaba actuando extraño. No confiaba mucho en ella y sus acciones.
Por instinto, pasó su brazo por la cintura de Alex de forma protectora y le sonrió a la rubia como saludo.
