𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟯𝟯

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Lunes

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Lunes.

Alexandra el día anterior se la pasó leyendo en su habitación. Usó como excusa que le dolía mucho la cabeza y prefería quedarse allí.

Pero hoy debía salir de su habitación e ir a sus clases.

Se sentía mal. Demasiado mal.

Hacía bastante que no se sentía así, y ella sabía, sabía que no iba a pasar mucho tiempo sin que vuelva a caer. Pero no pensó que sería tan pronto.

Se vistió con su uniforme. Y lo primero que pensó al hacerlo, era que volvió a la época en donde no podía arremangar su camisa.

Se odiaba, en verdad se odiaba. Había hecho un esfuerzo enorme para dejar ese hábito atrás y lo había arruinado. Como siempre.

Bajó a la Sala Común donde Los Merodeadores la esperaban con una gran sonrisa. Ella fingió una sonrisa a la perfección.

–¿Te sientes mejor? –le preguntó James.

–Si, descansé todo el día. Ya estoy mejor.

James sonrió y asintió con la cabeza.

Salieron de la Sala Común y se dirigieron al Gran Comedor, al entrar, fueron a su lugar de siempre.

Durante el desayuno, Alexandra no habló mucho. Esto extrañó un poco a los chicos, pero le restaron importancia ya que solía suceder en las mañanas.

Se dirigían a su clase de Pociones, cuando la misma chica del el otro día se interpuso en el camino del grupo.

–Buen día. –dijo sonriendo, el resto le contestó y ella dirigió su vista a James. –¿Les molesta si hablo con él a solas?

Todos se quedaron en silencio un poco sorprendidos, Alexandra miró a James, pero él no tenía expresión alguna en el rostro.

–Te esperamos allí. –le dijo Peter a James, el azabache sonrió y se alejó con la Hufflepuff.

Tomaron asiento esperando que Slughorn haga presencia, mientras notaban que otros alumnos de Slytherin ingresaban.

–¿Cómo estas? –le preguntó Sirius a la pelirroja sentándose a su lado.

–Bien. ¿Tu?

–Bien. –asintió con su cabeza mientras jugaba con su pluma –¿Por qué esa cara?

Alexandra elevó una ceja y lo miró sin entender.

–Estas un poco pálida y te noto cansada. ¿Sucedió algo?

–No, anoche me seguía sintiendo un poco mal. Supongo que son secuelas. –dijo riendo levemente.

James ingresó al salón con una sonrisa y Sirius dirigió su mirada al azabache, luego miró a la pelirroja. Repitió esta acción unas tres veces.

QUEROFOBIA; James Potter Where stories live. Discover now