❝Miedo irracional a ser feliz por temor a que a continuación pase algo malo o negativo.❞
Alexandra White sabe que no puede ser feliz. No sólo por las situaciones que vive día a día, sino también por miedo.
Ella piensa que ser feliz es algo negativo...
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La pelirroja estaba sentada en la biblioteca mientras leía un libro de Arte, le llamaba mucho la atención.
-Hola, Alex.
-Potter, hola.
El azabache le sonrió mientras se apoyaba sobre la mesa y miraba el libro que la chica sostenía mientras ladeaba su cabeza hacia la izquierda para leer mejor.
-Arte. -dijo asintiendo.
-Es aburrido, lo sé.
-¿Qué? No. Claro que no. -dijo negando con la cabeza. -A mi mamá le gusta mucho ese tipo de arte, siempre habla de un tal Picado.
Alex quiso reír pero apretó sus labios y lo miró un poco divertida.
-Picasso.
-¡Eso! -dijo señalandola.
-¿Necesitabas algo, Potter? -preguntó, ya que el chico no había tomado asiento. Rápidamente la chica miró a su alrededor, verificando que Eric no esté.
-Oh, no. Con los chicos estamos allá. -señaló una mesa detrás suyo. -Remus nos está obligando a estudiar para los EXTASIS, si quieres venir estás invitada.
La idea le tentó a la pelirroja, pero no quería problemas.
-Yo ya me iba, pero gracias.
James asintió levemente decepcionado y se alejó de allí.
Alexandra continuó con su lectura y a los minutos sintió cómo alguien se sentaba a su lado. Ignoró la presencia de esta persona.
-Hola.
Miró a su izquierda y un chico con el cabello color negro y ligeros rizos la miraba, tenía ojos grises muy hipnotizantes y un gran parecido a Sirius.
-Hola. -dijo dudosa.
-Eh, si. Lo siento. No me conoces. -dijo el chico tocando sus rizos y sonriendo avergonzado.
La chica miró el uniforme que indicaba que pertenecía a Slytherin y frunció su ceño, siempre que alguien de esa casa se le acercaba era para hacer algún comentario por su sangre.
-No vengo a decirte nada malo.
La chica asintió aliviada y espero que continúe hablando.
-Soy Regulus Black.
-¿Hermano de Sirius?
-El mismo.
-Nunca te veo con el.
-No, no. Nosotros no tenemos una buena relación.
Alexandra notó que el chico se ponía incómodo y mordía su labio inferior por lo que se arrepintió de hablar.
-Lo siento.
-No, está bien.
-Soy Alexandra, por cierto. Alexandra White. ¿Necesitas algo? No es por nada pero, tus amigos nos miran mal.
