❝Miedo irracional a ser feliz por temor a que a continuación pase algo malo o negativo.❞
Alexandra White sabe que no puede ser feliz. No sólo por las situaciones que vive día a día, sino también por miedo.
Ella piensa que ser feliz es algo negativo...
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Viernes.
Después de varios días sola, Alexandra volvió con Los Merodeadores. El grupo se alegró al ver que la pelirroja volvía con ellos.
Estaban esperando que McGonagall haga presencia en el salón de clases mientras hablaban sobre las novedades de la semana.
–Peter, ¿cómo te fue en tu cita?
Sirius rió burlón mientras pasaba su brazo sobre el hombro del rubio.
–Oh, más que bien. De hecho, con Remus los vimos muy apasionados.
Peter se sonrojó y miró a Remus pidiendo auxilio, el castaño golpeó la nuca de Sirius haciendo que este chille.
–Oye, te denunciaré por maltrato. No es lindo que hagas eso.
–Te lo mereces por actuar como idiota. Te aguantas.
–Bastante bien. –respondió Peter ignorando al par. –Probablemente volvamos a salir, en verdad me gusta.
Alexandra sonrió feliz y palmeó la espalda de Peter amistosamente.
–Me alegro mucho.
–¿Y tú? –preguntó Remus mirando a la pelirroja. –No pudimos preguntarte qué hiciste ese día, ya que un idiota de por aquí cerca te alejó de nosotros.
James miró mal a Remus y Alexandra rió levemente.
–Lunático, ¿tienes una adicción con tratar a la gente de idiota?
–Me gusta resaltarlo.
Alexandra rió y sacudió su cabeza.
–Pues bien, sólo dormí en la Sala Común. –dijo retomando la conversación y restando importancia. –Nada interesante.
McGonagall entró al Salón de clases y automáticamente todos se quedaron en silencio. Alexandra se levantó y caminó hasta su lugar, a un lado de Lily.
Durante la clase, Alexandra se aburrió demasiado y se permitió pensar un poco en sus sentimientos.
El sentir cosas por James la inquietaba. Y para colmo, había aclarado sus sentimientos el día donde más vio a Caroline.
La chica en verdad era hermosa.
Y por lo visto, ella estaba interesada en James. Alexandra lo había notado, notó cómo lo miraba y sonreía al hablar con él.
Ella sabía que jamás podría tener algo con James, simplemente no. Él merecía algo mucho mejor y menos caótico.
A demás, James no sentía nada por ella. Y eran sólo amigos.
La amistad que tenían le fascinaba a la pelirroja, y no sería capaz de arruinar algo así por algo tan tonto.
Alexandra no quería interponerse, sabía que Caroline y James habían tenido una relación. Y el que hayan salido juntos le decía que tal vez lo querían volver a intentar. Ella lo entendía perfectamente.
