❝Miedo irracional a ser feliz por temor a que a continuación pase algo malo o negativo.❞
Alexandra White sabe que no puede ser feliz. No sólo por las situaciones que vive día a día, sino también por miedo.
Ella piensa que ser feliz es algo negativo...
Hoppla! Dieses Bild entspricht nicht unseren inhaltlichen Richtlinien. Um mit dem Veröffentlichen fortfahren zu können, entferne es bitte oder lade ein anderes Bild hoch.
Alexandra había tenido una muy buena noche. Hacía tiempo no se sentía tan feliz.
Sin embargo, al otro día, se levantó con una sensación de náuseas. Sus manos estaban temblorosas y estaba más pálida de lo normal.
Le dolía demasiado la cabeza y se sentía mareada. No habían pasado ni diez minutos de haberse levantado y ya había sufrido un ataque de ansiedad.
Muchas veces tenía los episodios de la nada. Podía estar sentada y tranquila, y sucedía. Era normal.
James se encontraba por salir a la cancha de Quidditch. Sentía más nervios de lo normal, y sabía el por qué.
Era el primer partido de Quidditch donde Alexandra lo iría a ver, él no sabía si antes ella había ido a ver un partido. Pero el hecho de saber que ella iría le hacía sentir un manojo de nervios.
James salió volando a la cancha cuando Hooch dió la órden. El equipo de Ravenclaw ya se encontraba allí.
El azabache dirigió su mirada a Danielle y a Eric. El chico era capitán del equipo y jugaba de guardián. Ella jugaba de cazadora.
Ambos miraron al azabache y le regalaron una sonrisa cínica.
James los ignoró y dirigió su vista a las gradas, en busca de la pelirroja. Notó que Sirius, Peter y Remus estaban donde siempre, pero Alexandra no estaba con ellos.
James no pudo evitar sentirse mal, él en verdad estaba emocionado con la idea de que ella fuera.
Miró a Sirius y le hizo un gesto interrogante, pero Black levantó sus hombros demostrando que no sabía dónde se encontraba.
James suspiró levemente decepcionado y bajó al césped. Eric se encontraba parado junto a Hooch.
–Quiero un partido limpio, sin trampas. –ordenó.
James rió sarcásticamente y miró duramente a Eric. El chico le sonrió de lado.
–¿No vino a verte? –le preguntó provocando. –Es una lástima.
–A diferencia de ti, yo no necesito que ella esté dónde yo me encuentro. Hay algo que se llama libertad, deberías aprender el concepto.
–Capitanes, dense las manos.
Eric y James tomaron sus manos con una fuerza mayor de la normal. Los dedos de ambos estaban de un color blanco por la fuerza ejercida.
A ambos les dolió un poco, pero mantuvieron el rostro neutro hasta el momento de soltarse.
–¡A sus escobas!
El partido comenzó, y se notaba la fuerte rivalidad entre los dos equipos.
Los dos equipos eran bruscos y violentos, esto sorprendió al público, ya que entre Gryffindor y Ravenclaw no había rivalidad.
James se sentía desganado, había perdido la Quaffle más veces de las que le gustaría. Y para colmo, siempre que llegaba a los aros Eric hacía un comentario, logrando que el chico se distrajera.
