𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟱

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Una semana había pasado y Alexandra no lograba avanzar en Transformaciones

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Una semana había pasado y Alexandra no lograba avanzar en Transformaciones.

Eric se había hartado de ella y dejó de explicarle, pero tampoco quería que James lo hiciera. Por lo que la chica leía una y otra vez los textos y practicaba constantemente para mejorar por su cuenta.

-¿Necesitas ayuda?

Alexandra levantó la vista encontrándose con James Potter.

-Y-yo..

James se sentó a su lado y miró el texto que la chica leía.

-Si quieres puedo explicarte.

La pelirroja asintió y escuchó levemente las palabras del chico, James le explicaba de una forma paciente y era cuidadoso al formular las palabras.

Gesticulaba con sus manos y hacia anotaciones en el libro de la chica cuando era necesario.

Alexandra notó cómo cada tanto sus lentes se resbalaban y el chico debía empujarlos con su dedo índice para que vuelvan a su lugar.

-Ahora inténtalo.

-Evanesco.

Nada había sucedido.

-Lo siento. -se lamentó rápidamente. -Yo no.. no sé por qué no me sale y..

-Hey, tranquila. -dijo James con voz serena. -No tiene nada de malo. No a todos les sale a la primera, es normal.

Alexandra apretó sus labios y se sintió extraña.

Ella estaba acostumbrada a que le hablen mal o le griten cuando algo no le salía bien o decía algo malo.

James se sintió extrañado por la actitud de la pelirroja. No tenía sentido que se disculpe de esa forma como si hubiera hecho algo malo.

-Respira hondo, concéntrate e inténtalo de nuevo. No te apures, tómate tu tiempo.

Alex asintió y tomó aire profundamente, miró la taza que antes contenía café y se concentró profundamente.

James notó cómo la chica al concentrarse mordía su labio inferior y no pudo evitar sentir ternura.

-Evanesco.

La taza había desaparecido.

-¡Bien hecho!

La chica sonrió sin mostrar los dientes. Se sentía orgullosa de sí misma. Estuvo días intentando y nada le salía bien, por fin lo había logrado.

-Te dije que podrías.

-Gracias.

El chico sonrió con felicidad. Por fin le había dirigido una palabra sin sentirse obligada.

-No hay de qué. Sabes que si necesitas..

-¿Otra vez?

El dúo dirigió su mirada al frente y se encontraron a Eric, Alexandra rápidamente se levantó de su silla y guardó sus cosas.

QUEROFOBIA; James Potter Where stories live. Discover now