𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟯𝟱

9.9K 1.1K 769
                                    

Alexandra se encontraba en el sillón de la Sala Común

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Alexandra se encontraba en el sillón de la Sala Común. Estaba leyendo “Orgullo y Prejuicio”, el libro que Remus le había recomendado una semanas atrás. No lo había terminado aún.

Enfrente suyo había una taza blanca que contenía café caliente. Y una manta estaba sobre sus piernas.

No hacía frío, pero le encantaba estar así.

–¿Segura que no quieres venir con nosotros? –le preguntó Sirius.

–O podemos quedarnos contigo. –dijo Remus.

La chica negó con una sonrisa.

–No, vayan y pasenla bien. Me quedaré leyendo, hace mucho no me tomo el tiempo de hacerlo.

Ellos asintieron y besaron su frente para salir de allí.

Alexandra continuó leyendo, hasta que notó que alguien se paró enfrente suyo. Levantó su mirada y se encontró con James.

James.. estaba precioso, en verdad.

Tenía unos jeans color crema y una camisa azul marino, sobre su espalda tenía un sweater blanco.

Su cabello estaba despeinado, como siempre. Y sus anteojos estaban levemente chuecos. Mantenía sus manos en sus bolsillos delanteros y sonreía a medias.

–Hola, Lex.

–Hola.

–Eh, yo.. –dijo nervioso. –¿Quieres venir con nosotros? No quiero que te quedes sola.

–No creo que a Caroline le haga mucha gracia que vaya con ustedes. –dijo sonriendo a medias. –Estoy bien aquí, leeré un rato.

James sonrió triste y asintió con su cabeza. Por un momento pensó en quedarse con ella, pero ya había quedado con Caroline y no podía dejarla plantada.

–Bien.

–Pásala lindo.

James asintió y salió de la Sala Común.

Alexandra estaba enojada. Enojada con ella misma.

Sentía miles de emociones recorrer su cuerpo, y eso no era bueno. Sentía ira, tristeza, enojo, celos.. pero se sentía insuficiente.

Caroline era una chica hermosa. Muy hermosa. Era rubia, estatura promedio, y tenía un cuerpo normal. Pero tenía una sonrisa increíblemente blanca, y cuando sonreía unos pequeños hoyuelos se marcaban.

También tenía algunas pecas en su nariz. Su pelo era muy suave, se notaba. Y su actitud.. era toda una Hufflepuff. Trataba excelente a todos, ayuda a quien sea y le caía bien a todo el mundo.

Alexandra se sentía ordinaria. Y sabía que estaba mal compararse, pero no podía evitarlo.

Lo peor de todo, es que ni siquiera le podía caer mal la chica. No podía odiarla. ¿Cómo podría odiarla si era una persona maravillosa? Era un ángel.

QUEROFOBIA; James Potter Where stories live. Discover now