𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟲𝟯

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James caminaba por los pasillos luego de tener una pequeña reunión con el equipo de Quidditch

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James caminaba por los pasillos luego de tener una pequeña reunión con el equipo de Quidditch.

Estaba un poco estresado y su cabeza dolía un poco. Para colmo, aún faltaba la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras. Por suerte era la última del día.

El azabache rodó los ojos al cruzarse con Malfoy y Mulciber, se le hizo un poco raro que el resto no esté allí.

–Potter, que bueno verte.

–Malfoy, estoy teniendo un día de mierda así que si no quieres que rompa tu rostro es mejor que cierres la boca.

Malfoy rió y James frenó su caminar para mirarlo amenazante. Mulciber, a su lado, estaba cruzado de brazos mientras lo miraba con altanería.

–Estábamos hablando sobre White. Oí que son novios. –comentó Mulciber.

James se quedó en silencio, mirándolos expectantes. No le gustaba que nombren a Lex.

–Hemos visto que familias muggles y sangres sucia han estado desapareciendo y muriendo. Qué casualidad que tu hermosa novia forma parte de ellos. ¿Verdad?

La mirada de James se oscureció ante las palabras de Malfoy. El azabache apretó su mandíbula y se acercó unos pasos a él.

James estaba por decir algo, pero Snape apareció en la escena. El chico rodó los ojos ante su presencia.

–Quejicus. –dijo James con una sonrisa sarcástica.

Snape lo miró mal y se acomodó a un lado de Lucius.

–Como sea. –dijo James intentando calmar su enojo. –No me asustan tus amenazas. Si tienes problemas conmigo, vienes y me lo dices a mí. Pero no metas a Alexandra porque te prometo que no dudaré en lanzarte una maldición imperdonable.

Mulciber entrecerró sus ojos y lo miró con una sonrisa ladina.

–Deberías aprender la diferencia entre amenazas y avisos.

James caminó rápidamente hacia él y lo tomó del cuello para estamparlo contra la pared con fuerza.

–¡Potter!

James se giró y se encontró con la mirada severa de Minerva McGonagall. El chico rodó los ojos y soltó de mala gana a la serpiente.

Los tres chicos escaparon de ahí mientras reían por lo bajo, y James se cruzó de brazos mientras miraba a la Profesora.

–¿Se puede saber qué hacías?

–Esos idiotas..

–Potter.

James suspiró y apretó sus labios.

–Estaban hablando mal sobre Alexandra. –dijo alterado. Minerva reprimió una sonrisa y suspiró cansada.

QUEROFOBIA; James Potter Where stories live. Discover now