❝Miedo irracional a ser feliz por temor a que a continuación pase algo malo o negativo.❞
Alexandra White sabe que no puede ser feliz. No sólo por las situaciones que vive día a día, sino también por miedo.
Ella piensa que ser feliz es algo negativo...
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–Es que no entiendo.
Alex suspiró cansada de la actitud de Sirius y James. El par seguía reclamando el que ella haya hablado con Sirius.
–No entendemos. –corrigió James.
–¿Qué no entienden?
–¿De qué hablaban?
Alex no sabía qué contar y qué no, después de todo, era secreto del chico. Regulus había confiado en ella.
–No puedo decirles.
James elevó una ceja y asintió sarcásticamente mientras se levantaba de su cama. Alex lo miró cansada, pero él la ignoró.
Sirius notó la incomodidad de su mejor amigo y se levantó de la cama para salir del lugar y dejarlos solos.
El azabache comenzó a acomodar su ropa en silencio, su ceño estaba fruncido y mantenía un porte serio.
–James..
–¿Estuviste con Regulus?
La chica elevó una ceja confundida y rió mientras se levantaba y se paraba enfrente suyo.
–¿Qué?
–Pues, no lo sé. –dijo mirándola. –Cuando entramos estaban abrazados y no quieres decirnos de qué hablaban.
Alexandra negó con su cabeza sin creer lo que el chico decía. James cruzó sus brazos y esperó a que conteste.
–¿Estás hablando en serio?
El chico se quedó en silencio, indicando que sí. La chica sintió que sus ojos picaban y un nudo se formaba en su garganta.
–Si no les cuento de qué hablamos es porque no me corresponde. Él me confió un secreto, no puedo contarlo así como así.
James miró al suelo y suspiró mientras asentía levemente con su cabeza.
–Tal vez no debamos seguir juntos. –dijo Alex en voz baja.
El azabache la miró con sorpresa mientras sentía que un escalofrío recorría su cuerpo. James rió por los nervios y relamió sus labios.
–Lex, no bromees.
–No bromeo.
–Pero.. –el chico tragó un nudo que se había formado en su garganta y se quedó en silencio.
–No confías en mí, James.
–Si confío en ti.
–Oh, claro. –dijo irónicamente. –La vez pasada fue Sam, ahora es Regulus. –dijo enumerando con sus dedos. –¿Te das cuenta de que insinuaste que estuve con él? James, hace dos días perdí a mi abuela. ¿En verdad crees que voy a ir por ahí y estar con otra gente en esta situación? Estoy contigo. ¿Crees que soy capaz de hacer algo así?
