PROSPERAR EN LA CATASTROFE.

CP47. ÉL TE QUIERE.

Jane se acercó y lo miró. Los ojos de Xiao Yan eran inquebrantables, muy lejos del investigador novato de hace un par de días. Ahora sostenía el arma con una postura firme y una energía decidida.

"¿De verdad vas a dispararme?". Jane dio otro paso, su gran forma acercándose a Xiao Yan.

Las dos Fuerzas Especiales detrás de Xiao Yan hacen un movimiento para dar un paso al frente, pero Jane agita su mano, haciendo un gesto para que se detengan.

"Lo haré".

"¿Te gusta tanto este chico?". Jane se ríe, sus labios se curvan en una sonrisa pero sus ojos brillan con amenaza. El poder detrás de ellos amenaza con destruir a Xiao Yan.

"No tengo muchos amigos. Maya es uno de ellos. No dudaré en disparar en su nombre. No sería la primera vez que lo haga". Xiao Yan sostiene una nueva arma de condensación que diseñó mientras estaba en la base.

El líquido de los ojos de Jane comienza a congelarse y agrietarse, pero finalmente libera a Maya.

Da un paso más y presiona su pecho contra el arma, tratando de aliviar el agarre de Xiao Yan sobre ella. Lo coloca de nuevo en su funda y se inclina, con la boca presionada contra su oreja.

Respira sus palabras con ráfagas de humedad caliente que enfrían la columna vertebral de Xiao Yan. "No me dejes descubrir que es más que un amigo para ti. Si es así, me aseguraré de que sufra tanto hasta que me ruegue que lo mate".

Su tono era casi un gruñido y avanzaba lentamente en sus palabras, con una intensidad inquietante. Xiao Yan se quedó paralizado mientras hablaba.

Después de que la espalda de Jane desapareciera al doblar la esquina, Maya atrajo a Xiao Yan hacia él. "Oye, regresaste".

"Estoy bien, pero ¿Y tú? ¿Te aburriste de vivir? ¿Decidiste que querías terminar con todo mientras luchabas contra ese maniático?". Xiao Yan lo golpeó repetidamente, liberando su ansiedad.

"Maniático ... Por favor. Ese sujeto es un pervertido directo. Estaba tratando de engañarte".

Maya se apartó de los ataques de Xiao Yan y caminó ferozmente hacia los soldados detrás de él. "¿Es así como lo protegen? ¿Dejar que el Coronel Wallace lo arrastre a su cama? ¡Presten atención!".

La expresión de sus rostros no ha cambiado, pero sus ojos tiemblan levemente ante la reprimenda.

"¡Casi te mata!". Xiao Yan continuó regañándolo, todo lo que puede ver en este momento es a Maya cayendo en un charco de su propia sangre. El recuerdo le destroza los nervios, no puede soportar verlo así de nuevo.

"No puedo tolerar que te toque. Hice la promesa de ...".

"¿Qué prometiste?". Xiao Yan lo miró con los ojos entrecerrados. El rostro de Maya se transformó en líneas complicadas y luego se asentó.

"Prometí cuidarte".

"¿A quién?".

"No debería importarte". Maya se alejó enojado y avanzó a grandes zancadas.

Xiao Yan corrió hacia Maya y le pasó el brazo por los hombros. "¿Cómo puede no ser asunto mío?. Ah, lo siento. Fuiste tan amable y guapo protegiéndome. No te ofendas. Vamos a tomar un trago".

"¿Puedes tomar?. Estás tan vigilado que no sé si puedes siquiera salir de la sede".

"Si ese es el caso, puedo darte el dinero. Luego ve a buscar una cerveza y tomaremos una bebida refrescante, pasaremos un buen rato".

"Es más como si quisieras soltar tonterías, vomitar por todas partes y luego caerte".

"¿Qué más ... Quieres comer en el restaurante?".