PROSPERAR EN LA CATASTROFE.

CP6. ¿POR QUÉ NO LE DAS UN BESO?.

La aeronave caída zumbó durante un rato y finalmente se detuvo.

Heine y Liv se pararon frente a la puerta de la cabina, armados y listos para disparar a quien saliera por la puerta.

La puerta de la cabina se abrió y fueron tomados por sorpresa por los innumerables zombies que salían de la cabina.

"Maldita sea—".

Mark sacó sus dagas y comenzó a matar.

Algunos zombies corrieron en dirección de Xiao Yan mientras dejaban escapar un gruñido bajo.

"¡Levántate y corre! ¡Rápido!". Liv le gritó a Xiao Yan.

Con la muerte ante sus ojos, sin saber de dónde venía su fuerza, Xiao Yan tiró de la pesada caja con su mano izquierda y la golpeó en la cara del zombie que tenía delante. Luego, con un crujido, el jugo cerebral del zombie brotó de su cráneo. Pero en el siguiente segundo, otro zombie estaba frente a su cara.

Xiao Yan no tenía armas ni la capacidad de luchar, por lo que todo lo que pudo hacer fue mirar al zombie abriendo su boca que estaba a punto de partirse, revelando sus dientes amarillentos.

Cuando Xiao Yan estaba a punto de cerrar los ojos y aceptar su destino, una hoja afilada atravesó la boca abierta del zombie y se detuvo a menos de un centímetro de la punta de la nariz de Xiao Yan.

Su corazón casi se detuvo.

El sonido de la hoja al salir penetró los nervios de Xiao Yan. El zombie cayó al suelo, muerto.

La oscuridad fue cortada, y lo que se encuentra al final de la vista de Xiao Yan, era Heine con una mirada indiferente en su rostro.

Este hombre ha perforado sin vacilar las profundidades de los pensamientos de Xiao Yan y lo ha conquistado por completo. Xiao Yan no pudo evitar estar asombrado por él.

Detrás de Heine, había un campo con restos de zombies.

En menos de un minuto, los zombies que salieron de la aeronave se eliminaron por completo.

Mark pateó la puerta de la cabina y gritó en voz alta: "Jefe ...".

Heine se volvió, bajando los ojos, como si Xiao Yan no significara nada para él.

"Los dos pilotos de la Organización Tides se habían suicidado".

"Xiao Yan, ¿Estás bien?". Liv corrió hacia Xiao Yan, sabiendo que sus heridas no eran triviales al mirar su rostro sin sangre.

"... ¿Dónde está el Capitán White?".

Xiao Yan no había visto al Capitán White desde el repentino asalto.

Liv frunció los labios y miró a un lado. Cuando Xiao Yan se volvió para seguir su línea de visión, vio al Capitán White acostado debajo de un árbol, con el rostro cubierto de sangre.

Agarrándose del hombro, Xiao Yan tropezó hacia el árbol y se dio cuenta de que una bala penetró en el cerebro del Capitán White.

Puso una mano sobre el cuello del Capitán White. Su cuerpo todavía estaba caliente, pero su pulso se había detenido.

Con la cabeza baja, Xiao Yan sintió un nudo en la garganta.