Capítulo Veintisiete

5.7K 538 83
                                    

Aro y Caius tardaron alrededor de 2 meses en recuperar mi confianza, demonios, incluso me acosté con Aro la otra noche, Caius estaba tan celoso. No he vuelto a acostarme con él todavía por razones obvias, siendo él el que me llamó puta fue la principal de las razones, lo he intentado, pero cada vez que creo que estoy lista de repente me siento tan consciente de mí misma que solo quiero correr, eso es lo que sucede principalmente. Él ha sido muy compresivo, pero puedo decir que está siendo herido por el continuo rechazo, me sentí mal, pero también es su culpa por lo que me siento así.

Finalmente, tomo la decisión de hablar con él sobre esto en lugar de correr como un felino. Cuando llego a su habitación, llamo a la puerta nerviosamente haciendo que mis guardias se rían de mí, cuando abre la puerta, me ofrece una sonrisa tentativa pero no llega a sus ojos. Maldita sea, sé que me lastimo, pero en este punto solo tengo que superar esto... él está sufriendo... no quiero lastimarlo. Entro lentamente en su habitación y me siento en su cama tirando de mis rodillas hacia mi pecho.

"Lo siento... no sé lo que sigue pasando... te he perdonado, de verdad que lo he hecho, pero cada vez que me siento tan así... así que... lo siento si te lastimé" Dije con una vocecita sintiendo el curso de ansiedad por mi cuerpo haciéndome querer correr pero lucho contra el impulso.

"Carissima, no tienes que sentir pena cuando soy yo el que ha causado todo esto, pensé que me estabas engañando así que dije lo que pensé que te haría daño, lo siento mucho mi amor, por favor no creas mis palabras dichas de manera irracional, con ira" dijo cayendo de rodillas frente a la cama donde estaba sentada y agarrando mis manos, le di una pequeña sonrisa y asentí con la cabeza. 

"Sé que lo dijiste sin verdadera maldad mi guerrero, solo no puedo evitar sentirme cohibida" dije enviándole una sonrisa tranquilizadora.

¿Sabéis qué? Necesito subirme los pantalones de niña grande y dejar de permitir que mi ansiedad me controle, sé que no quiso decir eso y diablos le hice pagar por meses, es hora de superarlo. Si hubiera pensado que me estaba engañando... Dios, le prendería fuego a este castillo y lo vería arder. Ok, he sido un poco perra con él... mmmm... vamos a compensarlo. Con ese pensamiento, me lancé hacia él y le di un beso abrasador.

Lo que me sorprendió fue que en lugar de seguirme el juego, él se alejó "Carissima... por favor... yo... no podré soportarlo de nuevo" dijo con una vocecita que sonaba casi rota, inmediatamente lo abracé tratando de tranquilizarlo.

"No... no bebé... lo siento mucho... te amo... déjame mostrarte cuánto lo siento..." dije antes de tomar su mano y guiarlo hacia recostarse sobre su espalda, comencé a besar su cuello quitándole la ropa mientras me iba moviendo.

(Que el señor nos lleve en su gloria)

Una vez que llegué a la parte inferior de su estómago, conseguí quitarle la camisa y alcancé la cremallera de sus pantalones. Una vez que saqué su miembro, comencé a acariciarlo, yo me animé cuando dejó escapar un gruñido bajo, tenía una pequeña sonrisa en mi rostro cuando de repente lamí su pone desde la base hasta la punto y dejó escapar un grito ahogado por la sensación. Lo miré con ojos inocentes antes de tomar su punta en mi boca y hacer girar mi lengua a su alrededor, dejó escapar un gemido antes de que se convirtiera en un gruñido sexy y dijo.

"Bueno niña, si así es como arreglas las cosas, tendrás que ser una chica mala más a menudo" dijo con un gruñido en su voz, dejé escapar un pequeño gemido cuando dijo que era una chica mala, ya que recientemente Marcus y yo habíamos comenzado a explorar el juego de castigo.

Después de unos minutos de follarme la boca, gruñó y sostuvo mi cabeza contra él mientras bajaba por mi cuerpo, Joder, que haga esto no debería de excitarme, pero lo hace... Demonios, estoy prácticamente goteando... Yo fui hecha para ellos, así que por supuesto esto me gusta. Pensé para mí misma mientras Caius se tomaba un segundo para recuperarse, Marcus me ha ayudado mucho con mi confianza, me hace entender que nada de lo que quiero es malo o sucio, es simplemente lo que quiero.

Esto todavía estaba destinado a ser una disculpa, así que me puse de pie, me quité el resto de la ropa y me arrastré hacia Caius a cuatro patas.

"Niña ¿Qué estás haciendo?" Preguntó con una sonrisa arrogante en su rostro. No le respondí, solo le sonreí y me subí arriba de él a horcajadas sobre sus caderas, sentí su duro pene frotarse contra mí y me aplasté contra él para provocarlos. Cuando hice eso, la sonrisa desapareció de su rostro y se inclinó para que nuestros pechos se juntaran y envolvió sus brazos alrededor de mí con un gruñido posesivo.

"Nena, realmente no deberías de burlarte de mí, debería de castigarte" cuando dijo eso pude notar que podía oler mi repentino aumento de excitación por su gruñido cada vez más profundo y golpeando mi trasero con fuerza y dejando una huella en forma de su mano, esto pasa igual que cuando Marcus me castica, no duele.

Me estremecí y asentí con la cabeza frenéticamente antes de decir "Sí señor, no voy a bromear" Cuando lo llamé señor gruñó y me animó ligeramente, estaba un poco confundida antes de sentirlo colocar su miembro en mi entrada. Inmediatamente comencé a hundirme en él dejando escapar un gemido hasta que golpeó mu cuello uterino, era tan largo que todavía había una pulgada o dos que no encajaba, guió mis caderas para que comenzara a moverme después de unos minutos ajustándome a su tamaño. Comencé a moverme hacia delante y hacia atrás amando la sensación de él dentro de mí, comencé a moverme frenéticamente después de unos minutos sintiendo mi orgasmo acercarse, Caius inmediatamente deslizó su mano entre nosotros y comenzó a frotar mi clítoris mientras su boca se movía hacia uno de mis pezones.

Me dio alrededor de un minuto antes de voltearme con fuerza sobre mi estómago, agarró mi cadera y la levantó en el aire antes de golpear mi trasero ligeramente haciéndome chillar "Mantén ese sexy culo en el aire, nena" dijo con un gruñido antes de apretar mi trasero, asentí con la cabeza dejando escapar un gemido en las almohadas cuando lo sentí entrar en mí de repente, me golpeó sin piedad hasta que lo sentí terminar dentro de mí con un gruñido.

Pasamos el resto de la noche abrazados y hablando, fue increíble.

Espero que os guste, votad y comentad, BESOS!!

Reyes VolturiWhere stories live. Discover now