Seremos eternos.

By albardelamo

862K 7.3K 1.9K

Ella sueña con que sus historias sean leídas. Él desea que sus canciones sean reproducidas en todas las radio... More

¡Bienvenidos/as!
Prólogo.
-
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7
Capítulo 8.
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20.
Capítulo 22.
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25.
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32.
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43.
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46.
Capítulo 47.
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50.
Epílogo.
SEREMOS ETERNOS EN FÍSICO.

Capítulo 21.

16.8K 123 38
By albardelamo

-No, no quiero que me digas nada. -Le avisé y me dispuse a alejarme de el pero el siguió mis pasos.

-Pero tengo que hacerlo. -Se quejó Oliver, pareciendo algo frustrado.

-Hicimos un trato, ¿recuerdas? Tu lees mi libro y no me hablas jamás de el.

-Bueno, yo nunca estuve muy de acuerdo con ese trato. Además, no prometí nada simplemente te di la razón para que me dejaras leer. -Confesó, ganándose una mirada matadora por mi parte. Tenía ya bastante claro que no iba a hacer que cambiase de opinión.

Los días fueron pasando, estos se convertían en semanas y más tarde en meses y la relación entre Oliver y yo crecía cada vez más. Teníamos claro que ya no éramos más que amigos, si es que alguna vez habíamos sido esto último; nuestros sentimientos nunca habían sido lo que unos amigos normales tenían y estos seguían creciendo aun cuando creía que no era posible. Cada vez me gustaba más, cada vez le encontraba cosas buenas y malas también lo que me hacía que me gustase aun más. ¿Era amor? Probablemente ya lo fuese, pero esa palabra era demasiado fuerte como para pronunciarla, como para pensarla si quiera.

En ese pequeño tiempo que había pasado había terminado de escribir mi primera historia; aun seguía sin creer que aquello hubiese sucedido. Me había tirado noches enteras sin apenas poder dormir, trabajando más de nueve horas al día, demasiado cansada las veinticuatro y con un chico que se había instalado en mi mente y que no salía de ahí, provocando que mis pensamientos en ocasiones no funcionasen del todo bien. Y aun así, había terminado de escribirla. No era la gran maravilla pero podía decirse que estaba conforme con mi trabajo. ¿Qué tenía pensado hacer a continuación? Nada, simplemente cerrar el documento, mirarlo con una sonrisa de vez en cuando y no volver a tocarlo; no tenía pensado que fuera a salir de mi ordenador, no tenía planeado que nadie lo fuese a leer.

Y entonces, al igual que había hecho con mi vida, Oliver apareció y truncó por completo mis planes. Tras algo de insistencia y después de ver bastante ilusión por su parte, le había permitido leerlo y me arrepentí al instante en cuanto le di al botón de enviar. Estaba convencida de haber cometido un gran error y la vergüenza creció en mi; ni si quiera quería verle a la cara después de esto.

-Mira, -comenzó a decir, haciendo caso omiso a mis peticiones. En realidad, una parte de mi se moría de ganas de saber lo que pensaba, lo que le había parecido. -se que no quieres escucharlo y también se que probablemente no vayas a creer lo que te diga pero puede que acabe reventando si no lo hago así que, aquí va: tienes talento, Jane. De verdad. Ese libro está muy bien, ni si quiera parece que sea el primero que escribes; la forma en la que transmites, como usas las palabras.... eres buena, cariño.

Y por una vez, me permití creer sus palabras. No podía evitar pensar que decía aquello porque al fin y al cabo era la chica con la que estaba, que lo decía tan solo por compromiso, por hacerme feliz pero el... sonaba tan sincero, había tanta sinceridad en su mirada que se me hizo difícil dudar de el. Unos ojos como los suyos parecían ser incapaces de mentir.

-¿De verdad te ha gustado? -Pregunté, sintiendo como se formaba una pequeña sonrisa en mis labios. ¿Sería el consciente de lo feliz que me había hecho en tan solo unos segundos?

-Me ha encantado. -Contestó e intenté creerle pero sabía que estaba muy lejos de hacerlo. Y es que, ¿por que no podía creer que realmente era buena? ¿Por que no podía creer en mi? ¿Por que tenía que ser de esa forma? Entonces, el volvió a hablar. -Pero tengo algunas preguntas.

-¿Preguntas? ¿Cuales? -Mi curiosidad creció mientras veía como el chico sacaba su teléfono y abría lo que parecía ser el bloc de notas el cual se encontraba lleno. -Espera, ¿todas esas son preguntas sobre la historia?

-Pues claro. -Respondió, como si aquello fuese la cosa más normal del mundo, como si mi pregunta hubiese sido estúpida. Creo que estuve a punto de echarme a llorar pero no lo hice pues hubiese sido algo ridículo pero verle de esa forma; tan implicado, tan interesado, el ver lo mucho que le importaba... me hacía sentir tan importante, especial y motivada.

No pude controlarme y le di un beso. En esos días, era habitual que nos besáramos a cada rato pero aun así cada uno de estos era especial, todos significaban algo para mi, todos me hacían sentir como por mi cuerpo recorrían ligeros cosquilleos. No me cansaba de ellos y tampoco me cansaba de el y aun cuando habíamos estado juntos toda una tarde, al separarnos se me hacía como si no hubiera sido suficiente; quizás un minuto más, unos segundos más a su lado...

El me devolvió el beso pero cuando se separó volvió a poner su atención al móvil.

-Jane, ten por seguro que luego te daré todos los besos que quieras pero ahora mismo tienes que responderme estas preguntas; no intentes desviar la atención. -Solté una gran carcajada y el se unió a esta.

Aun recuerdo lo feliz que me sentí en ese momento; lo talentosa, especial y querida que el me hizo sentir.

¿De verdad hubiera sido tan difícil que las cosas se quedaran así para siempre?

Semanas más tardes, el Rose, uno de los bares más famosos de la ciudad cuya entrada era más difícil de obtener y donde se formaban colas enormes para entrar, los contrató para tocar una noche. Al parecer, uno de los hijos del dueño los había visto tocar anteriormente en una de sus tantas noches en locales humildes y le había gustado tanto que decidió hablar con su padre y darles esa oportunidad; una oportunidad única que bien no les iba a lanzar directamente al estrella, si que les iba a abrir alguna que otra puerta pues el público del Rose era algo más especial; personas con más dinero, alguno que otro famoso... era algo que hasta entonces no había sucedido, que tampoco se habían podido llegar a imaginar.

Y por su puesto, arrasaron esa noche; todo el mundo los amó. Fue la primera vez que vi a Oliver realmente nervioso pero no dejó que estos nervios acabaran con el sino más bien todo lo contrario; lo vi mejor que nunca, dio todo de si y como resultado, maravilló a todos los que se encontraban presentes. Sobre todo a mi.

Una noche, después de que el reloj diese las once de la noche, decidieron que ya habían ensayado suficiente y dieron por finalizado el día. En realidad, no creo que les hiciera falta ensayar tanto como hacían pero los tres resultaban ser demasiados exigentes en especial Oliver el cual no paraba hasta que no viera que todo estaba perfecto, tal y como el quería. En aquellos momentos había admirado su exigencia, su dedicación y esfuerzo... no tenía ni idea de que todas esas cualidades que yo veía iban a ser lo que más tarde llegarían a acabar con el.

-¿Estás cansada? -Preguntó al acercarse a mi mientras Danna y Olly comentaban un par de cosas sobre una de las canciones nuevas que la primera había escrito. Lo cierto es que los ojos me pesaban y apenas sentía las piernas; había sido un día duro en la cafetería. -Mucho trabajo hoy, ¿no?

-Lo de siempre. -Respondí, encogiéndome de hombros. En un principio lo había llevado bien; trabajar mañana y tarde, dedicar las horas libres las cual eran tan solo las de la noche a escribir provocando así que durmiese apenas unas cuatro horas; creía que podía con ello, que no me era necesario descansar tanto, que mi cuerpo podía con ello... pero segun iban pasando los días, mi cuerpo comenzaba a quejarse de la vida que le estaba haciendo pasar y había empezado a asumir las consecuencias: apenas tenía fuerzas para nada, el simple hecho de mantener los ojos abiertos me costaba y mi rendimiento en el trabajo era cada vez peor; cosa que Martha me reprochaba de vez en cuando y con razón. Y todo ese cansancio también había comenzado a afectar a mi escritura; con la mente tan cansada como el cuerpo, se me hacía cada vez más difícil crear.

En frente de mi, vi como Oliver suspiró.

-No puedes seguir así, Jane. Tienes que descansar, lo necesitas.

-Mañana no trabajo así que mañana descansaré.

El se lo pensó durante unos segundos.

-¿Quieres quedarte a dormir? -Preguntó, susurrándome al oído. Eché una rápida mirada hacía atrás donde aun Olly y Danna se encontraban ajenos a nuestra conversación. Su invitación había hecho que mi pulso se disparara; no era la primera vez que compartíamos cama, ni que pasábamos la noche juntos y aun así, el conseguía que me pusiera igual de nerviosa.

Minutos después en su casa, me pidió que me sentase y me pusiera todo lo cómoda posible, que el se encargaría de todo.

-Vaya, ¿también vas a prepararme la cena? -Le pregunté mientras me acomodaba en su sofá; tenía las piernas demasiado cansadas de estar tantas horas de pie.

-No te emociones tanto, simplemente voy a meter al microondas un par de platos preparados. -Contestó, pero el olor que inundó el piso un rato después me hizo saber que aquello no eran platos preparados.

Aquella noche probé uno de los mejores platos de mi vida o quizás lo recuerdo así de bueno por lo enamorada que estaba de el por entonces.

-¿Donde has aprendido a cocinar tan bien? -Pregunté con curiosidad, devorando la comida bajo su disimulada mirada la cual pareció brillar al ver lo mucho que me estaba gustando.

Tardó unos segundos de más en responder a una pregunta tan simple y por la forma en la que miró hacía abajo cuando lo hizo supe que quizás había metido la pata; aunque claro, yo no tenía ni idea.

-Mi madre era cocinera. No se si te lo he dicho. -Explicó, haciendo que su voz sonase algo más ronca de lo normal. No me lo había dicho; salvo aquella noche en la azotea, el nunca había hablado de su madre. -Ella me enseñó unos cuantos platos, no soy ningún experto. Si hubieses probado alguna de su especialidades, esto te habría parecido horrible. -Esbozó una triste sonrisa al contar esto último, sabiendo que nunca tendría la oportunidad de ello, que el tampoco podría aprender más de ella.

-A mi me pareces bastante bueno —admití, sin saber muy bien que poder decir. Él rodó los ojos y sonrió un poco, esta vez de forma más divertida.

-Pero eso es porque yo te gusto.

Solté una carcajada ante su comentario.

-Eso es lo que te gustaría a ti, Oliver. –mentí. Obviamente que me gustaba; me gustaba tanto que a veces ni si quiera parecía posible.

-Entonces, ¿no te gusto? -Preguntó el, que no podía quitar la sonrisa arrogante de su rostro, sabiendo que yo era una terrible mentirosa. Aún así, en un intento de seguir con esa farsa, arrugué un poco mi nariz fingiendo disgusto y le miré directamente a los ojos.

-Ni si quiera un poco.

Él tardó unos instantes en responder, sin dejar de sonreír.

-Pues es una pena, Jane, porque yo estoy loco por ti.

Cada vez que me decía ese tipo de cosas, me preguntaba si el era consciente de lo que estas provocaban en mi cuerpo. Quizás si lo era, quizás por eso las decía con más ganas.

Ya sentados en su sofá después de haber acabado la cena, dejé mi cabeza reposando encima de su pecho el cual bajaba y subía suavemente. Y sentía que podía quedarme en esa posición por el resto de mi vida.

-Nunca me has hablado de tu madre. -Le susurré entonces, aun recordando la triste sonrisa que había esbozado hace unos minutos atrás al hablar de ella. Mi corazón latió con algo de velocidad, con algo de miedo por quizás haber sido demasiado precipitada, por haber preguntado algo de lo que quizás el no quería hablar. Pero la curiosidad y las ganas de conocerle aun más habían acabado ganando; quería que supiera que podía hablar conmigo, que yo estaba allí para el, que no tenía porque guardarse lo que sabía que le destrozaba por dentro.

El suspiró y cuando creí que no iba a contestar, habló.

-No suelo hablar de ella con nadie, ni si quiera con mi padre. -Explicó. Sabía poco de la relación que el mantenía con su padre, tan solo que nunca habían estado del todo unidos y que se alejaron del todo cuando su madre se fue y su padre tiempo después encontró un nuevo amor. El siguió hablando. -Supongo que aun me duele hacerlo. Ella... ella era la persona más importante de mi vida y siento que cuando se fue, una parte de mi también lo hizo.

Comencé a acariciarle la mano, a hacer pequeños círculos en esta y esperando a que continuase hablando si así lo quería. Volvió a hacerlo.

-Creo que lo peor de todo es que, a pesar de quererla muchísimo, no he terminado de perdonarla, ¿sabes? No logro perdonar que me abandonase de esa forma. -Volvió a suspirar. -Y supongo que me perdono menos a mi mismo por no ver que estaba sufriendo, por haber sido capaz de ver que no era feliz, que estaba deseando irse.

-No puedes culparte a ti mismo por ello, Oliver. A veces no es fácil darse cuenta del sufrimiento de una persona y a veces, incluso aunque lo sepamos, no podemos hacer demasiado para que ese dolor se aleje del todo.

El no contestó, incluso antes de decirle aquello, sabía que no había palabras en el mundo que le hicieran cambiar de opinión; aquella era una carga con la que Oliver había estado viviendo todo ese tiempo, con la que seguiría viviendo durante toda su vida. Siempre iba a ser una mancha en el, una pequeña sombra que nunca le permitiría ser del todo feliz, ahora lo se.

Continuó hablando.

-Una de las cosas que más me atormentan es no saber si ella se fue sabiendo lo mucho que la quería, lo mucho que significaba para mi y para muchas personas. Me mataría saber que ella murió sin ser consciente de lo querida que era en realidad.

-Estoy segura de que lo sabía y estoy segura de que se está sintiendo muy orgullosa de ti.

Aquello le hizo sonreír.

-Ojalá tengas razón. Todo lo que hago es por ella. -No se si estaba llorando, con la cabeza aun apoyada en su pecho me era imposible ver su cara pero si oí como sorbía su nariz. -Sienta bien hablar de ella de vez en cuando.

-Deberías hacerlo más; es bueno recordarla, Oliver. Guardarlo todo para ti, hacer como si nada hubiese pasado, no querer hablarlo... puedes pensar que es bueno para ti, que te ahorra el sufrimiento, pero no es así. Puede que ella se haya ido pero eso no quiere decir que lo haya hecho del todo ¿me entiendes? Tienes que recordarla, no dejar que desaparezca del todo.

El tardó unos instantes en contestar.

-Gracias, Jane.

-¿Gracias por que? -Pregunté algo confusa sin saber a que se refería. No creía haber hecho nada especial en ese instante.

-Por todo. Por aparecer en mi vida. -El comenzó a tocar mi pelo, a jugar con uno de los mechones. -Yo que se. Ni si quiera se si tiene sentido pero solo se que la has mejorado, que gracias a ti es mucho mejor.

Supongo que entonces yo también tenía que agradecerle todo lo que había hecho por mi aun sin si quiera el mismo saberlo, pero no creía que hubiese palabras suficientes para hacerlo, para decirle lo mucho que se lo agradecía.

Aun sigo sintiendo esa presión en el pecho al recordar aquella conversación, ese dolor, esa impotencia al saber que no había nada que pudiera hacer para hacerle sentir mejor, para hacer que todo ese sufrimiento se fuese.

Solo podía estar con el.

Ahora, años después, se con seguridad que en ocasiones eso tampoco es suficiente.

Continue Reading

You'll Also Like

1.3K 118 15
Leah y sus hermanos, llegan a un lugar donde seguirán sus estudios en Seattle. Toda su vida han estado en Londres, Leah no es buena en hacer amigos...
210K 18.7K 34
Hyunjin es el chico más guapo y coqueto de la preparatoria, Felix es un chico estudioso y el líder del club estudiantil. ¿Podrá Hyunjin lograr que Fé...
296 63 8
X:nos volveremos a ver,por favor dime qué si-abrazándol@- Xx:No lo sé,espero que si,recuerdas que te hablé de las vidas pasadas??-con lágrimas en los...
1.5K 5 1