Punto de vista de Evelyn Hawkings
Después de clases ese mismo día, fui al lago a sentarme con Neville, Luna y Ginny. Ya estaba sintiéndome nerviosa sobre el encuentro con Blaise que iba a tener lugar en la noche, así que necesitaba distraer mi mente antes de que me echara atrás. Quedar con ellos me ayudó a dejar de preocuparme tanto sobre el tema del que Blaise quería hablarme; para ser honesta, seguía sin tener idea de que podría ser.
Los cuatro nos tumbamos junto al río y observamos la puesta de sol antes de dirigirnos de nuevo al interior para cenar, separándome entonces de ellos para comer en la mesa de Slytherin. No mucha gente estaba sentada cerca de mí a causa del entrenamiento de Quidditch, así que pude comer en paz por primera vez en un tiempo.
Para el momento en el que me dirigí de nuevo a la sala común, aún era un pronto, así que sabía que el entreno no acabaría hasta un par de horas más tarde. Para mantenerme ocupada, me dirigí hasta el dormitorio de las chicas para trabajar en los deberes de Adivinación que Trelawney nos había encargado para mañana.
Por mala suerte, Pansy ya estaba trabajando en nuestro dormitorio. Estaba tendida sobre su cama, tumbada sobre su estómago mientras miraba sobre sus apuntes con una expresión de extremo aburrimiento. Entré a la habitación con un poco de torpeza, esperando que ni siquiera me mirara.
Pero Pansy alzó la mirada cuando lancé mi mochila sobre mi cama, y pude sentir como me miraba a través de la pequeña habitación. Pretendí que no lo había notado, sacando mi libro de Adivinación y un trozo de pergamino.
Estaba sentándome cuando Pansy finalmente decidió preguntar entrometidamente: ─¿Dónde has estado toda la tarde?
─Umh... junto al río ─respondí, inclinándome hacía atrás sobre la cabecera con mis apuntes en mi falda. Volteé a través de mi libro de texto lentamente, preguntándole sospechosamente─ ¿Por qué?
─Solo... me preguntaba ─Pansy dijo fríamente, su pluma entre sus dientes mientras me miraba cuidadosamente.
Un incómodo silencio sobrevino, mientras trataba desesperadamente de pretender que Pansy no estaba mirando completamente hacía mí. Después de un minuto de esto, finalmente abofeteé mi libro y exclamé: ─¿Qué?
Pansy alzó una ceja, entonces preguntó francamente: ─¿Qué hay entre tú y Zabini?
Sentí como mi boca se abrió y la cerré en el momento en el que finalmente pensé una respuesta.
─¿A qué te refieres? ─balbuceé─ Nada. No hay nada.
No pude controlar el sonrojo que nació en mis mejillas, y sabía que Pansy se había dado cuenta por la mirada que me echó. Finalmente alejó su mirada, sin importarle ocultar su sonrisa satisfecha.
Dejando salir un suspiro irritante, acerqué mi libro a mis rodillas e intenté pretender que Pansy ya no estaba allí. Sumergí mi pluma en el pote de la tinta para empezar la primera pregunta, sin querer saber de qué se estaba riendo Pansy.
Las siguientes dos horas, Pansy no levantó la vista para mirarme otra vez y estaba enormemente agradecida de que no me preguntara otra molesta pregunta más. Para la hora en la que finalicé los deberes de Adivinación, eran cerca de las once y Millicent y Pansy ya estaban dormidas. Siendo lo menos ruidosa posible, recogí mis deberes y empujé mi mochila debajo de la cama, queriendo ir a la sala común para ver si Blaise ya estaba allí.
Mi estómago se sintió lleno de nervios mientras descendía las escaleras hacía la sala común, bostezando un poco. Siempre había tenido problemas para dormir y últimamente me había quedado hasta tarde, pero no había podido dormir mucho la noche anterior. Pero para el momento en el que giré la esquina hacía la sala común, olvidé todo sobre estar cansada.
Blaise estaba sentado delante de la chimenea de piedra, miró sobre el sofá y seguidamente me dirigió una sonrisa.
─Hey, ya había empezado a pensar que te habías olvidado.
─De ninguna manera ─le dije, yendo hacia un lado del sofá y sentándome a su lado─ Habría bajado antes si hubiera sabido que ya estabas aquí.
─No es ningún problema ─dijo Blaise, extendiendo sus brazos sobre el respaldo del sofá─ Igualmente el entreno ha acabado pronto. ¿Estabas durmiendo?
Sacudí mi cabeza, esperando que mis ojos no delataran lo cansada que estaba.
─Estaba haciendo deberes. ¿Tienes esa montaña de deberes de Adivinación?
Blaise se encogió de hombros y me dirigió una sonrisa arrogante.
─Sí, pero no lo voy a hacer. Adivinación es solo una clase, ¿A quién le importa?
Reí ante su comentario, y en ese instante hubo un largo momento en el que observé las llamas verdes y sentí los ojos de Blaise en mí. Finalmente me giré para mirarlo y sonreí: ─¿De qué querías hablar?
Él se encogió de hombros y me dijo: ─No sé.
Fue solo en ese instante, que miré hacía bajo, en el que me di cuenta que solamente nos separaban un par de centímetros. Pude sentir mis mejillas arder por segunda vez en el día, deseando disfrazarlo.
─Pero he estado queriendo decirte ─Blaise dijo con una sonrisa satisfecha─ Que estoy muy contento de que estuvieras seleccionada en Slytherin, Eve.
─Oh ─dije, dándole una pequeña sonrisa de vuelta. No quería decir nada más, porque aún no estaba segura si en mi interior estaba contenta de estar en Slytherin.
El fuego verde estaba fundiendo negras sombras en la cara de Blaise, haciendo que sus pálidos ojos se levantaran a pesar de la oscuridad de la sala común. El único sonido en la sala era nuestra respiración, y me di cuenta que Blaise estaba mirando hacia mis labios.
Y luego me di cuenta que su mano estaba en mi muslo.
Estaba inclinándome hacía detrás lentamente antes de que lo supiera, y Blaise estaba diciéndome: ─Está bien.
Pero de repente no estaba segura de si algo como aquello estaba bien si quiera.
Punto de vista de Draco Malfoy
Estaba cambiándome en los vestuarios después de que el entrenamiento hubiera finalizado cuando me di cuenta de que no había visto a Blaise en un rato.
Mientras sacudía mi fangosa camiseta dentro de mi armario y tiraba para afuera mi chaqueta, me incliné hacía detrás y llamé a Flint.
─Hey, ¿Dónde está Zabini? ¿Se ha saltado otra vez el entrenamiento? Le he dicho que no...
─No, se ha ido pronto ─dijo Flint, sacando su camiseta por encima de su cabeza.
Me encogí dentro de mi chaqueta y me paré, preguntando cuidadosamente: ─¿Por qué? Yo también me habría ido temprano si sabía que me dejarías.
─Qué bonito por tu parte ─dijo Flint secamente mientras borraba el sudor que caía sobre su frente─ Le he dejado irse solo esta vez. Me ha dicho que tenía que hablar con alguien.
A pesar de todo, me tensé y vacilé al sacar mi mochila del armario.
─¿Qué mierdas? ¿Te ha dicho con quién?
─No lo sé, con alguna chica ─respondió Flint, sin ni siquiera importarle pararse a mirarme. Entonces él sonrió satisfactoriamente, añadiendo descaradamente─ Pienso que sabemos lo que está pasando. Mejor que te tomes tu tiempo en volver a la sala común.
─¿Estás bromeando? ─le pregunté tristemente, mientras olvidaba mi mochila completamente a mitad de camino justo cuando la estaba sacando del armario. Flint miró hacia arriba por mi tono de voz, mirándome a través del banco.
─¿Cuál es el problema? Estas actuando un poco raro últimamente, Malfoy...
─¿Es la chica Hawkings? ─espeté, cortándole─ ¿Es ella?
Flint apartó su mirada de mí, totalmente intimidado por culpa de mi dura mirada. Finalmente dijo cuidadosamente: ─Me ha dicho que no diga nada...
Pero no pude escuchar el resto de la frase; cerré fuertemente la puerta del armario y salí de la habitación sin parar a pensar.
Prácticamente, corrí de vuelta al castillo, acechando a través de la entrada principal y tomando las escaleras que daban a bajo a las mazmorras, de dos en dos. Todo en lo que podía pensar era en lo que Zabini estaba haciendo en aquel momento, sabiendo que estaba haciendo con Eve; porque esto había pasado demasiadas veces para que pensara que estarían haciendo otra cosa.
Cuando finalmente alcancé la sala común de Slytherin, escupí la contraseña y esperé impacientemente a que la puerta se abriera. Tropecé pasando a través de ella y abrí de golpe la puerta en el otro lado, mirando hacia arriba y deseando que estuviera equivocado.
No lo estaba.
Zabini estaba empezando a inclinarse sobre Eve en el sofá, una de sus manos colocada en su hombro y la otra en su muslo. Él le estaba diciendo "Está bien", pero ella estaba intentando inclinarse hacia atrás y sus ojos estaban brillando debajo de la luz del fuego. Aún des de donde estaba sentada, podía escucharla decir en un pequeño hilo de voz.
─Espera...
Y entonces mi visión se volvió oscura y ya estaba empezando a caminar a través de la habitación, diciendo enfadado: ─Quítate de encima, Zabini.
Él se inclinó hacia atrás inmediatamente y los dos miraron en mi dirección, yo solo miraba como la cara de Zabini cambiaba a un tono enfadado al verme. Mientras giraba la esquina del sofá, él espetó: ─¿Qué mierdas?
Mi mano ya estaba cogiendo el cuello de su camiseta antes de que pudiera contenerme, y entonces estaba separándolo de Eve y haciendo todo lo que podía para no pegarlo. Forcejeé a través de mis dientes apretados: ─¿A qué mierdas estás jugando? ¿No has escuchado que ella te ha dicho que te esperaras?
Pude escuchar como Eve empezaba a llorar mientras Zabini intentaba apartarme del medio, escuché como ella se ahogaba entre su llanto: ─Malfoy...
─¿Vas a dejar de cogerme joder? No estaba haciendo nada malo, Malfoy ─espetó Zabini, completamente ignorando a Eve mientras ella lloraba y forzosamente se levantaba del sofá─ ¡Por el amor de dios, cálmate! Estamos bien, ella estaba de acuerdo con ello...
Y entonces mi codo estaba de vuelta y mi mano derecha estaba apretándose en un puño, a segundos de pegarle. Zabini se estremeció y pude escuchar un llanto por parto de Eve: ─Espera, no...
─Ella no estaba de acuerdo con ello ─bramé, olvidándome completamente que la casa entera de Slytherin estaba durmiendo en el piso de arriba─ ¿Qué estás ciego, Zabini? Ella dijo que te esperaras, joder.
─Malfoy, mantente apartado de mí.
Evelyn ahora estaba llorando muy fuerte, y finalmente miré por encima para ver que tenía sus brazos sobre su cuerpo mientras lloraba. Intenté no levantarle la voz mientras le decía: ─Ve arriba. Ahora.
Cuando ella no se movió, espeté: ─Ahora.
Y entonces finalmente se giró y empezó a irse, tropezando por las escaleras y sosteniendo su estómago como si estuviera a punto de vomitar. Tan pronto como desapareció, Zabini estaba aparando mis manos lejos de su cuello de la camiseta y vacilado.
─¿Cuál es tu jodido problema, Malfoy?
Me retracté lejos de él, respirando fuertemente, y sentí como mi visión lentamente empezaba a volverse clara ahora que Eve estaba fuera de la habitación. Mientras Zabini se levantaba, dije tristemente: ─Lo sabes, Zabini. Sé lo que estás haciendo, y tienes suerte que estuviera aquí antes de que...
─¿A qué te refieres con 'tienes suerte'? ─Blaise me cortó acaloradamente, mirándome como si estuviera loco─ Ella estaba bien. No lo entiendo, es como si esta fuera tu primera vez que sabías sobre...
─Ella dijo que te esperaras ─espeté, apretando ambos de mis puños a mi lado y tratando desesperadamente de controlarme─ La habías escuchado.
─La verdad, no lo había hecho ─él dijo, pero sabía que me estaba mintiendo. Seguidamente se dio la vuelta y empezó a caminar hacia las escaleras que daba a los dormitorios de los chicos, diciendo enfadado sobre su espalda: ─¿Sabes qué? Me voy a ir arriba e intentaré perdonarte por esto. Y entonces voy a esperar hasta tener otra oportunidad para estar a solas con ella, y voy a...
Salté por encima de la mesa de café antes de que pudiera acabar de hablar, tirando de mi brazo hacia atrás por segunda vez y finalmente liberándolo para dar mi primer golpe a través de su mandíbula.