Capítulo 49

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Punto de vista de Evelyn Hawkings

Draco se veía extremadamente pálido y tembloroso cuando finalmente volvió de hablar con sus padres, y parecía como si estuviera a segundos de caerse al suelo.

Estaba sirviendo café en dos tazas separadas cuando entró a la cocina solo, casi media hora después de haber abandonado el comedor con su madre. Girándome a mirarlo mientras dejaba la taza medio vacía en el mármol, le dirigí una pequeña sonrisa y le pregunté bromeando un poco: ─¿Cómo ha ido? ¿Era sobre el whiskey de fuego?

Pero Draco no me miraba ni me devolvía la sonrisa, así que la sonrisa rápidamente se esfumó de mis labios. Me alejé del mármol mientras él silenciosamente cerraba la puerta de la cocina, mi voz mucho más seria ahora mientras le preguntaba: ─¿Qué pasa?

Se adentró inestablemente a la cocina, parando al otro lado del mostrador así que el amplio mármol nos separaba. Lo miré cuidadosamente mientras se frotaba la cara cansadamente, su mirada fijada en las dos tazas de café en vez de mirarme a mí. Cuando finalmente habló, su voz sonaba rasposa y bruta, como si no la hubiera usado en días.

─No es... No es bueno, Eve.

Tragué duramente mientras intentaba no asumir lo peor, mi mente dando vueltas con cualquier cosa que sus padres podrían haberle contado. Draco se veía como si sus piernas apenas estuvieran aguantándose rectas, así que le dije en una voz suave: ─Siéntate, por favor.

Le tomó un segundo extraer la silla justo a su lado del mostrador, finalmente tomando asiento y apoyando sus codos en el mármol para mantenerse alejado a sí mismo de caer. Draco estaba mirando a las dos tazas sin decir nada, así que dije nerviosamente: ─Solamente dime qué pasa. Draco, me estás asustando.

Eso hizo que finalmente sus ojos se alzaran para encontrarse con los míos, sus ojos grises mezclados con motas de dorado, ahora embotadas en vitalidad. Apartó las tazas y automáticamente tomó su mano con la mía, inclinándome contra el mostrador para así poder estar más cerca de él.

─Lo siento ─Draco dijo silenciosamente─ No quería asustarte. Es solamente que... que es sobre lo que va a pasar en otoño. El Señor Oscuro, él... no quiere que vuelva de nuevo a Hogwarts.

Parpadeé, preguntándome porqué algo como aquello era tan mala noticia para él; después de todo, habíamos estado pensando que volver de nuevo a Hogwarts no habría sido posible de todas formas. Empecé a decir cuidadosamente: ─Pero... Eso está bien, ¿no? Podemos quedarnos aquí.

Draco hizo una mueca visible ante la última frase, y mi boca se cerró abruptamente. Eso no podía significar... no.

─Él... él quiere que vayas sin mí ─Draco me dijo después de un segundo, sus palabras sonando neutras y rotas. Cuando seguía mirándolo blancamente, él continuó suavemente─ Quiere que vuelvas de nuevo a Hogwarts.

Quería decirte automáticamente que estaba bien, que estaría bien sola en Hogwarts, pero las mentiras se enredaron en mi garganta antes de que pudieran pasar a través de mis labios. La idea de volver de nuevo a Hogwarts, sola, especialmente después de lo que había hecho la noche en que Dumbledore murió, provocaba que mis rodillas se sintieran débiles, así que me agarré contra el mostrador para evitar caerme.

Después de un largo momento de silencio, fui finalmente capaz de dejar salir: ─... ¿Por qué? ¿Por qué quiere que vuelva?

Los ojos de Draco volvieron de nuevo hacia el mostrador, como si no pudiera soportar mirarme a los ojos. No podía ver su expresión mientras me respondía lentamente: ─No lo sé. Supongo que solamente... quieren tener un mortífago que sea estudiante.

Little BirdWhere stories live. Discover now