Capítulo 53

7.5K 638 251
                                    

Punto de vista de Evelyn Hawkings

Mentiría si dijera que las cosas en Hogwarts no eran tan malas como pensé que serian.

Snape había dado un largo discurso en el banquete de apertura que probablemente había asustado a la mayoría de los estudiantes, des de que prácticamente nadie había estado esperando verle como director. Ahora había un toque de queda más temprano, una prohibición en todas las actividades extraescolares, y un estricto paquete de nuevas normas que sonaron ridículas hasta cuando Snape las dijo. Tuve que mirar como las caras de los estudiantes más jóvenes se volvían con miedo mientras ambos de los Carrow se levantaban para pronunciar su discurso, anunciando que ellos estarían a cargo de los castigos.

Había visto la fila de estudiantes fuera de la lechucería después del banquete, porque al menos cincuenta personas habían intentado escribir para regresar a casa, pero deberían saber que era inútil. Snape no iba a permitir que nadie abandonara Hogwarts sin ningún 'buen motivo'.

Flint y Pansy parecían ser los únicos de los demás Slytherins que no parecían contentos sobre cuanto las cosas habían cambiado; de hecho, el resto de nuestra mesa había aplaudido después de que los Carrow hubieran pronunciado su discurso. Cuando bajé por el desayuno la siguiente mañana, Crabbe y Goyle estaban teniendo una conversación con Amycus fuera del Gran Salón. Había hecho todo lo posible para mantener mi cabeza gacha para que ninguno de los Carrow me reconociera de los encuentros con el Señor Oscuro, porque la última cosa que quería era hablar con ellos.

Había enviado una carta a Draco después del toque de queda tal y como él había dicho, y no había estado esperando que me respondiera hasta el día siguiente, pero su lechuza común negra estaba llamando a la ventana de mi habitación mientras me preparaba para acostarme. Su carta era corta, pero me dijo que me mantuviera a salvo y que ya me echaba de menos. Mantuve el trozo de pergamino pegado contra mi pecho y debajo de mi túnica durante el primer día de clases.

Y el primer día fue tan malo como había estado esperando.

Defensa Contra las Artes Oscuras era enseñada por Amycus Carrow, pero los demás Slytherins ya la llamaban Artes Oscuras. Neville estaba en aquella clase conmigo, y cuando entré e intenté sonreír en su dirección, él se giró precipitadamente como si estuviera asustado de mí. Debería haber sabido que aquella sería su reacción; después de todo, accidentalmente había hecho contacto visual con Ginny durante el banquete de apertura y ella había mirado odiosamente en mi dirección. Harry, Ron, y Hermione claramente no habían vuelto a Hogwarts aquel año, y aún no estaba segura si aquello era una cosa buena o no.

Estaba de suerte al solo tener dos clases con Zabini, Artes Oscuras y Herbología, pero dos eran suficiente malas. Amycus obviamente intentaba favorecerme cuando me colocó al lado de Zabini cuando asignaba los asientos, pero no podría haberme visto más disgustada. Habría preferido sentarme al lado de cualquier otra persona, porque cuando me dirigió una sonrisa picarona y se sentó a mi lado, me di cuenta que lidiar con Zabini iba a ser diez veces más difícil de lo que normalmente era.

Amycus pronunció un segundo discurso al inicio de la clase, pero no era tan largo como había sido el de la noche anterior. Repartió libros de texto que eran tan viejos que parecía que estuvieran a segundos de desintegrarse, y mientras abría la portada cuidadosamente, se hizo claro que era un tipo de libro que pertenecía a la Sección Restringida. El título decía, 'Hechizos ofensivos de la Magia Oscura y como usarlos'.

─Dirigiros al primer capítulo y completar las preguntas de la página 15 ─Amycus se mofó des de su lugar en el frente de la clase─ Las preguntas son de trabajo para mañana. No habléis. Bueno, ¿a qué estáis esperando? Empezad.

Little BirdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora