Capítulo 40

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Punto de vista de Draco Malfoy

Cuando Eve finalmente me encontró en la Sala de los Menesteres, las manos me temblaban.

Había visto a Hagrid llevando el mustio cuerpo de Katie Bell al interior del castillo solo unos minutos después de que hubiera llegado, y su cara había estado lo suficientemente girada para que pudiera ver su boca abierta antes de que Hagrid desapareciera por las escaleras que dirigían a la enfermería. Había corrido hasta la Sala de los Menesteres lo más rápido que mis débiles piernas habían podido llevarme, mi visión haciendo difícil mantener el suelo en orden delante de mí. Sabía que había tocado el collar en el momento en el que vi su cara.

La puerta de la Sala de los Menesteres se abrió de golpe detrás de mí mientras intentaba alejar el ataque de pánico que estaba burbujeando en mí interior, pero ni siquiera pensé en girarme para ver quién era. Mis manos agarraban mi pelo mientras me inclinaba hacia adelante, mi respiración saliendo en pequeñas bocanadas; como si no pudiera conseguir suficiente aire para llenar mis pulmones.

Eve de repente estaba a mi lado, agarrando mis brazos y diciéndome en voz temblorosa: ─Está bien, Draco, solo...

─Yo... la he matado ─me ahogué, mirando blancamente al suelo, el horror haciendo que mi pecho se agitara con cada respiración rápida que tomaba─ Le he dado aquel collar y ahora está muerta. Ni siquiera pensé en decirle que no abriera el envoltorio, soy un idiota...

─No, no es tan malo como crees...

─¿Cómo he podido hacer eso? Ella era... era completamente inocente y yo solamente la he matado...

─Draco ─Eve me interrumpió alzando la voz, sacudiendo mis hombros y obligándome a mirarla. Sus palabras eran embarulladas y apresuradas mientras me decía─ Katie no está muerta.

Vacilé, agarrándome en sus brazos para mantenerme a mí mismo alejado de caerme al suelo, tratando de comprender que me estaba diciendo. Mi mente estaba dando vueltas y mi visión estaba amenazando con perder el conocimiento. Seguidamente, pregunté en voz baja: ─Ella... ¿qué?

─No la ha matado ─Eve dijo duramente, los bordes de sus ojos teñidos de rojo como si hubiera estado llorando─ Estaba en la enfermería con Ginny y los demás, y Pomfrey ha dicho que apenas había tocado el collar. Estará despierta en unas horas.

─¿Qué? ─repetí, frenéticamente mirando a Eve como si quisiera estar seguro de que no me estaba mintiendo─ ¿Cómo no la ha podido matar? De ninguna manera...

─No tengo ni idea ─Eve admitió. Me miró cuidadosamente mientras mi respiración empezaba a calmarse, mi pecho finalmente no agitándose por oxigeno cada segundo. Sosteniendo mis hombros, ella me dijo urgentemente─ Está bien, Draco. Katie no ha muerto, va a estar bien.

Y entonces estaba colocándola contra mi pecho tan rápidamente que mi barbilla se chocó contra si hombro dolorosamente, mis brazos rodeándola fuertemente; como si apenas pudiera creer que fuera real. No habíamos matado a Katie; no habíamos asesinado a una persona inocente que solamente estaba en el sitio erróneo en el momento menos indicado. Estaba temblando, y las palmas de mis manos estaban sudando, pero el alivio estaba haciendo que mis rodillas fueran débiles.

─Alguien... ¿Alguien me ha visto? ─le pregunté, apartándola y casi empezando a entrar en pánico de nuevo─ ¿Alguien piensa que fuimos nosotros los que le dimos el collar?

Eve se veía extremadamente pálida, pero su voz era calmada mientras me decía sinceramente: ─No. Pomfrey ni siquiera ha preguntado sobre quien le había dado el collar, y creo que Hagrid ha deducido que se lo encontró en el lavabo del bar.

Little BirdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora